Este 14 de noviembre, los congresistas María José Pizarro, David Racero y Heráclito Landínez oficializaron su petición de dividir el Movimiento Alternativo Indígena y Social (MAIS) con el objetivo de desligarse de esta colectividad y sumarse al Pacto Histórico sin renunciar a sus curules en el Congreso, de acuerdo con información obtenida en exclusiva por la emisora colombiana W Radio.
La iniciativa de los congresistas se enmarca en la estrategia de consolidación de las fuerzas progresistas impulsada por el presidente Gustavo Petro y varios de sus aliados, quienes buscan unificar las distintas agrupaciones de izquierda en un solo partido antes de las próximas elecciones.
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Con el respaldo de otras colectividades como la Unión Patriótica, Colombia Humana y el Polo Democrático, la unión en el Pacto Histórico busca generar una plataforma sólida para el ciclo electoral de 2026. Sin embargo, el MAIS, integrado en su mayoría por representantes de comunidades indígenas, ha expresado su oposición a este movimiento. De seguirse adelante, el partido correría el riesgo de perder su personería jurídica, un elemento que es clave para su autonomía política.
Para sortear esta dificultad, la división interna del MAIS se presenta como la alternativa más viable. Este proceso permitiría que Pizarro, Racero y Landínez dejen la bancada indígena sin necesidad de dimitir, facilitando su ingreso al Pacto Histórico, un paso esencial para quienes tienen aspiraciones políticas de mayor alcance.
Pizarro, por ejemplo, contempla participar en las elecciones presidenciales y buscaría presentarse bajo la bandera del Pacto Histórico, consolidando así el respaldo del movimiento.
En Colombia, la normativa electoral exige que un congresista que desee cambiar de partido debe renunciar a su escaño al menos un año antes de las inscripciones para la contienda presidencial. Esa fecha límite se cumplió el pasado 7 de noviembre, lo que añade un sentido de urgencia a la iniciativa de estos congresistas.
Adicionalmente, algunos miembros del Congreso han promovido una reforma legal para reinstaurar el transfuguismo, que permitiría a los legisladores cambiar de partido sin perder sus curules. No obstante, la acogida de esta propuesta ha sido incierta, pues carece del apoyo unánime necesario para su avance.
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Con la radicación de la solicitud de escisión, solo resta que el partido indígena tome una decisión al respecto. La votación sobre esta petición podría llevarse a cabo en los próximos días, determinando así el futuro de estos parlamentarios y del propio MAIS en el contexto político colombiano.
Este posible cambio refleja un debate profundo sobre la independencia de las organizaciones políticas y la viabilidad de movimientos más grandes y consolidados que aglutinen las voces de la izquierda y el progresismo en Colombia.