Vicky Dávila, del periodismo a la política: perfil de una figura controversial

Vicky Dávila alimentó especulaciones sobre su candidatura presidencial con propuestas y opiniones contundentes sobre la economía y el país

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Comenzó su carrera en medios regionales y luego logró fama en Noticias RCN con la sección "La cosa política" - crédito Instagram
Comenzó su carrera en medios regionales y luego logró fama en Noticias RCN con la sección "La cosa política" - crédito Instagram

La figura de Vicky Dávila, periodista y ahora potencial candidata presidencial, está marcada por años de una trayectoria periodística polémica y altamente visible en los medios colombianos. A lo largo de su carrera, Dávila logró posicionarse en el ojo público, no solo como una periodista influyente, sino como una voz que, para bien o para mal, genera tanto seguidores como detractores en todo el espectro político.

Desde el inicio de su carrera, Dávila ascendió poco a poco. Proveniente de una familia de clase media en Buga, Valle del Cauca, enfrentó dificultades económicas y experiencias de violencia intrafamiliar durante su infancia. La periodista pasó de ser corresponsal en medios regionales hasta alcanzar una posición destacada en Noticias RCN, donde consolidó su fama. Con su sección “La cosa política”, capturó la atención de congresistas y de los televidentes colombianos, quienes sintonizaban a diario para escuchar las denuncias y revelaciones que en ocasiones ponían en aprietos a figuras del poder.

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El escándalo con el viceministro Carlos Ferro hizo que Dávila dejara la radio en 2016 - crédito @vickydavilah/X
El escándalo con el viceministro Carlos Ferro hizo que Dávila dejara la radio en 2016 - crédito @vickydavilah/X

Su carrera dio un giro cuando asumió la dirección del programa de radio de La FM, desde donde expuso el conocido caso de la “Comunidad del anillo”, un escándalo de corrupción y abusos en la Policía Nacional. La polémica se desató cuando su equipo publicó un video comprometedor en el que aparecía el entonces viceministro del Interior, Carlos Ferro.

Ese mismo escándalo causó que, en 2016, la periodista dejara la estación de radio en medio de una fuerte controversia. Se rumoreó que figuras cercanas al gobierno del entonces presidente Juan Manuel Santos influyeron en su salida de la radio. La propia Dávila relató este momento en su libro En honor a la verdad, describiendo cómo, tras la publicación del video, recibió de Palacio unas almendras que, en sus palabras, resultaron “amargas y hasta venenosas”.

Durante los meses en que estuvo fuera de los grandes medios, Dávila no se quedó quieta. Creó un canal de YouTube y empezó a construir una audiencia en redes sociales, criticando con frecuencia al gobierno de Santos y defendiendo sus convicciones con una postura cada vez más independiente y firme. Esto la consolidó no solo como periodista, sino como una figura que muchos empezaban a ver como un referente de oposición. Julio Sánchez Cristo, director de La W, la invitó a unirse a su equipo, y allí Vicky retomó su carrera en un horario difícil, logrando revivir un segmento de baja audiencia gracias a su particular estilo.

Tras dejar los grandes medios, Dávila creó un canal de YouTube y criticó al gobierno de Juan Manuel Santos - crédito Colprensa
Tras dejar los grandes medios, Dávila creó un canal de YouTube y criticó al gobierno de Juan Manuel Santos - crédito Colprensa

En este periodo de crecimiento en la emisora, Dávila también comenzó a dar los primeros pasos hacia lo que algunos llaman un periodismo-activismo. Más tarde, este mismo estilo sería la base de su perfil en Revista Semana, a la cual llegó con el respaldo del nuevo propietario, Gabriel Gilinski, luego de la compra de las acciones de Felipe López Caballero. Dirigiendo Semana TV y la revista impresa, Dávila imprimió un estilo marcado por titulares directos, llenos de adjetivos y superlativos, lo cual le generó altos índices de tráfico y la consolidación de una audiencia fiel.

No obstante, los cambios internos en la revista también tuvieron un alto costo: tras varios desacuerdos, Alejandro Santos Rubino y un grupo de periodistas de la vieja guardia dejaron la revista, incluidos columnistas como Daniel Coronell, Daniel Samper Ospina y Vladdo. A pesar de las críticas y la controversia, Dávila asumió la dirección general y aplicó una fórmula de publicación masiva, logrando con ella superar en tráfico al tradicional líder del periodismo digital.

Con el cambio de dirección, Revista Semana también se convirtió en un bastión de la oposición al Gobierno de Gustavo Petro. Desde la publicación de los “Petrovideos” hasta los casos de corrupción dentro de la administración, la cobertura de la revista se caracterizó por su enfoque crítico hacia el Pacto Histórico y la presidencia de Petro. En numerosas ocasiones, Petro respondió con descalificaciones hacia Dávila, a quien calificó como periodista de “extrema derecha”.

Bajo su liderazgo, Revista Semana criticó abiertamente al Gobierno de Gustavo Petro y sus políticas - crédito Juan Diego Cano/Presidencia y @VickyDavilaH/X
Bajo su liderazgo, Revista Semana criticó abiertamente al Gobierno de Gustavo Petro y sus políticas - crédito Juan Diego Cano/Presidencia y @VickyDavilaH/X

La relación entre Dávila y la política es un tema que siempre generó especulaciones, y muchos comenzaron a preguntarse si la periodista tenía aspiraciones políticas más allá del periodismo. A lo largo del último año, Vicky Dávila alimentó estas especulaciones con propuestas y opiniones contundentes sobre la economía y el país. Incluso, publicó una controversial portada titulada “10-10-10”, que propuso reducir el IVA, el impuesto de renta a empresas y el impuesto a personas naturales a un 10%, lo cual generó un alboroto en el medio periodístico, ya que muchos consideraron que la periodista estaba haciendo campaña desde su plataforma mediática.

El dueño de Semana, Gabriel Gilinski, no pareció tener reparos en que Dávila compartiera sus ideas y propuestas políticas. La postura de Dávila en contra del Gobierno de Petro y sus propuestas para el país la convirtieron en una figura similar a la de un outsider, aunque su influencia política aún es incierta. Su cercanía con figuras de derecha también alimentó esta percepción, y en eventos y redes sociales su discurso sobre democracia y el futuro de Colombia la perfiló como una potencial candidata presidencial.

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