En la tarde del miércoles 13 de noviembre de 2024, el Congreso de la República aprobó el proyecto de ley con el que se busca la eliminación del matrimonio infantil, una práctica que ha afectado a miles de niñas, niños y adolescentes, particularmente en zonas rurales e indígenas del país.
El proyecto, liderado por las representantes Alexandra Vásquez, de Cundinamarca, y Jennifer Pedraza, de Bogotá, y con ponencia positiva de la senadora Clara López, marca un precedente en la defensa de los derechos de menores en Colombia, especialmente de las niñas y adolescentes que han sido tradicionalmente vulnerables a esta práctica.
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La propuesta, que tuvo apoyo de diversas organizaciones sociales y de la comunidad internacional, buscaba erradicar un fenómeno que contribuye a la perpetuación de ciclos de pobreza y violencia, y que atenta contra el desarrollo integral de los menores.
Al respecto, la representante Jennifer Pedraza aseguró a través de su cuenta de X: “¡Hoy hicimos historia para la niñez de Colombia! Gracias a cada una de las personas que nos acompañaron, el Congreso aprobó el proyecto de ley para eliminar el matrimonio infantil. Esto es un triunfo de todas y todos”.
Cambios en el Código Civil y un enfoque preventivo
Uno de los puntos clave de esta legislación es la modificación del Código Civil, con la que se eliminará la posibilidad de que menores de 14 años puedan casarse con el consentimiento de sus padres.
Hasta ahora, la normativa permitía estas uniones, dejando a los menores expuestos a matrimonios y uniones tempranas que, según especialistas, limitan sus oportunidades de desarrollo personal, educativo y laboral.
La representante Vásquez destacó que esta iniciativa no solo aborda el tema desde una perspectiva prohibitiva, sino también educativa y preventiva: “Además de prohibir el matrimonio infantil, creamos el Programa Nacional de Atención Integral a Proyectos de Vida para Niños, Niñas y Adolescentes. Este programa tiene un enfoque preventivo y pedagógico que busca apoyar a los jóvenes en la construcción de sus proyectos de vida, incentivando metas como la educación y el desarrollo personal”, explicó Vásquez.
Matrimonio infantil: una práctica con serias consecuencias
En Colombia, el matrimonio infantil afecta principalmente a las niñas, las cuales, son más vulnerables a los riesgos asociados a uniones tempranas, pues según estudios, las menores que contraen matrimonio enfrentan mayores riesgos de salud física y mental, interrupción de su educación y exposición a violencia doméstica y abusos, factores que contribuyen a la reproducción de ciclos de pobreza y limitan las oportunidades de desarrollo social y personal.
El impacto de esta práctica es preocupante, dado que en 2015, se estimó que el 28% de las mujeres contrajeron matrimonio o establecieron una unión antes de cumplir los 18 años.
A nivel mundial, Colombia ocupa el lugar número 20 en incidencia de matrimonios infantiles y junto con Argentina, era hasta hoy uno de los pocos países de América Latina que permitía este tipo de uniones.
La representante Vásquez agregó que el logro también es resultado del trabajo incansable de diversas organizaciones sociales que, durante años, han promovido la conciencia pública y presionado al Congreso para que esta medida avanzara: “Celebro el apoyo del Senado al proyecto #SonNiñasNoEsposas. Esta ley es crucial para proteger los derechos de niñas y adolescentes, garantizar su bienestar y promover su pleno desarrollo”.
Con esta medida, Colombia se suma a los países a nivel global que han erradicado el matrimonio infantil, una meta respaldada por Naciones Unidas en su Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, por lo que la sanción final de esta ley situará al país en una posición destacada en la defensa de los derechos de menores y contribuirá a construir una sociedad más justa y equitativa para las futuras generaciones.