Qué significa que una persona se toque la nariz cuando habla, según la psicología

Las acciones inconscientes a menudo reflejan estados emocionales internos; por ello, entender estos movimientos contribuye a comprender mejor a las personas

Tocar la nariz en una conversación puede tener múltiples interpretaciones - crédito Freepik

En el ámbito de la psicología, los gestos y el lenguaje corporal se consideran herramientas importantes para entender las emociones y pensamientos de las personas.

Un gesto que ha despertado interés es el de tocarse la nariz durante una conversación, una acción que puede tener varias interpretaciones dependiendo del contexto y del estado emocional de la persona.

Para los psicólogos y expertos en comunicación no verbal, tocarse la nariz mientras se habla puede estar relacionado con distintos factores, tales como incomodidad, ansiedad, inseguridad o incluso signos de engaño. No obstante, es importante aclarar que este tipo de interpretaciones no son concluyentes por sí mismas y que la conducta debe ser evaluada en conjunto con otros gestos y en contexto para obtener un análisis más preciso.

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Los psicólogos sugieren que tocarse la nariz frente a otros podría indicar ansiedad - crédito Freepik

Una de las interpretaciones más comunes es que tocarse la nariz es un signo de incomodidad o inseguridad. Cuando una persona siente nerviosismo o ansiedad, suele experimentar una serie de respuestas físicas. En estos casos, tocarse la nariz puede ser un intento de liberar tensiones o de manejar las emociones que le provocan incomodidad al hablar. Es frecuente observar este gesto en situaciones en las que el individuo no se siente seguro o tiene dudas respecto al tema que está abordando.

Desde la psicología, se ha documentado que el sistema nervioso simpático, al activarse ante situaciones de estrés, puede generar pequeñas sensaciones de picor o molestias en la piel. Esto lleva a muchas personas a tocarse o frotarse ciertas áreas del rostro, como la nariz, de manera casi inconsciente. En este sentido, tocarse la nariz podría interpretarse como un reflejo que ayuda a sobrellevar el estrés de una situación que se percibe como amenazante o incómoda.

Otra interpretación posible, y ampliamente difundida en la literatura sobre comunicación no verbal, es que tocarse la nariz puede ser un indicio de engaño. Esta teoría se basa en que las personas que están mintiendo experimentan una leve dilatación de los vasos sanguíneos en la nariz, lo que provoca una sensación de picor.

Este fenómeno, conocido como “efecto Pinocho” en algunos estudios de comunicación no verbal, sugiere que el flujo sanguíneo aumenta en esta área cuando la persona siente estrés o ansiedad debido a la mentira, lo que podría explicar por qué muchos individuos tienden a tocarse la nariz al decir algo que no es del todo cierto.

"Efecto Pinocho": una teoría vinculada al aumento del flujo sanguíneo en situaciones de engaño - crédito Imagen Ilustrativa Infobae

No obstante, la comunidad científica subraya que este gesto no debe interpretarse como una prueba definitiva de que alguien está mintiendo, ya que podría tener otras causas. El comportamiento no verbal puede ser ambiguo y multifacético, y en psicología se enfatiza que para interpretar correctamente una señal corporal es necesario observar una serie de conductas en conjunto y evaluar el contexto general de la conversación. De este modo, aunque tocarse la nariz puede ser una señal de engaño, es solo una pieza dentro de un conjunto mayor de gestos y microexpresiones.

En algunas personas, tocarse la nariz al hablar es simplemente un hábito o un comportamiento repetitivo que se ha desarrollado sin una razón emocional aparente. En estos casos, el gesto no necesariamente tiene un significado psicológico profundo. Algunos individuos desarrollan conductas autocalmantes que les ayudan a concentrarse o a organizar sus pensamientos durante una conversación. Para estas personas, el acto de tocarse la nariz puede ser un movimiento automático, similar a otros hábitos como jugar con un bolígrafo o cruzar los brazos.

Este tipo de gestos también puede estar vinculado a la autoimagen y al autocontrol. Según algunos psicólogos, las personas que tienden a tocarse la cara o la nariz mientras hablan pueden estar intentando controlar su expresión o la manera en que otros los perciben. Así, tocarse la nariz podría ser un mecanismo para ajustar su postura o su actitud en función de la reacción que perciben en su dialogante.

En algunas personas, tocarse la nariz es un hábito sin significado psicológico - crédito Freepik

Es importante tener en cuenta que los seres humanos son complejos, y los gestos, como tocarse la nariz, son solo un componente de un sistema más amplio de comunicación y expresión emocional.