La Asociación Colombiana de Infectología (Aacin) alertó sobre la grave situación de desabastecimiento de medicamentos antituberculosos en Colombia, solicitando la declaratoria de emergencia sanitaria para facilitar la gestión administrativa y logística de este problema.
El comunicado, emitido el 13 de noviembre de 2024, detalla la magnitud del desabastecimiento y las acciones recomendadas para mitigar sus efectos en los pacientes y evitar una crisis de salud pública.
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.
De acuerdo con la Acin, el medicamento más importante en el tratamiento de la tuberculosis sensible a fármacos, conocido como RHZE (una combinación de rifampicina, isoniazida, pirazinamida y etambutol), debía estar disponible en el país desde septiembre de 2024.
Sin embargo, por razones ajenas a las autoridades colombianas, su entrega se retrasó, y se espera su llegada en diciembre.
Las causas del retraso incluyen problemas de abastecimiento global, el cierre temporal de la principal fábrica productora del principio activo de la rifampicina, y un aumento en la demanda mundial debido a la creciente incidencia de la tuberculosis en varios países.
Esta situación ha generado una crisis en Colombia, donde el incremento progresivo de casos de tuberculosis ha llevado a un consumo acelerado de medicamentos, agotando las reservas nacionales.
La falta de estos medicamentos limita el tratamiento adecuado de los pacientes y amenaza con impactar la morbilidad y mortalidad, además de aumentar el riesgo de transmisión de la enfermedad en la población.
Ante este escenario, la Acin ha propuesto una serie de medidas de contingencia para gestionar la crisis hasta la llegada de los suministros necesarios.
Una de las recomendaciones principales es la individualización del tratamiento, adaptándolo a las características inmunológicas y de gravedad de cada paciente para optimizar los recursos disponibles.
Asimismo, se insta a mantener una vigilancia activa en el diagnóstico temprano de la tuberculosis, pues la detección oportuna es fundamental para el control de la enfermedad y el inicio rápido del tratamiento en los casos que lo requieran.
Además, la Acin hizo un llamado a intensificar las medidas de prevención y educación a la población sobre el autocuidado y el manejo adecuado de la tuberculosis latente, en un esfuerzo por reducir la incidencia de nuevos casos. La asociación también enfatizó la importancia de la redistribución territorial de los medicamentos para asegurar que las zonas con mayor demanda reciban los suministros disponibles.
Entre las recomendaciones adicionales, la Acin sugirió ajustes transitorios en los esquemas de tratamiento, como la reducción en el número de dosis en la fase intensiva del tratamiento para tuberculosis sensible. Este ajuste, que disminuye las dosis de 56 a 48, se debe aplicar solo si los resultados de la baciloscopía y la evolución clínica del paciente son favorables. En los casos en que no se disponga de todos los medicamentos habituales, se proponen combinaciones alternativas que incluyan levofloxacina como sustituto provisional.
El comunicado también detalla la necesidad de adaptar los esquemas de tratamiento y prevenir interrupciones en el manejo de los pacientes. La Acin sugirió que los profesionales de la salud apliquen estas medidas de manera racional, evitando que el desabastecimiento afecte aún más a la población afectada.
La situación ha llevado al Ministerio de Salud a activar un plan de redistribución de medicamentos entre diferentes territorios para minimizar el impacto del desabastecimiento. Sin embargo, la Acin insistió en que solo una declaratoria de emergencia sanitaria permitirá acelerar la compra y distribución de medicamentos, facilitando la toma de decisiones administrativas y logísticas urgentes para enfrentar el problema.
Por último, la Acin subrayó que la escasez de medicamentos representa un desafío significativo para el sistema de salud y, especialmente, para los pacientes con tuberculosis. La asociación confía en que las medidas de contingencia, junto con el trabajo conjunto de expertos, asociaciones científicas y entes gubernamentales, permitirán mitigar los efectos de esta crisis hasta que los medicamentos lleguen al país. La declaratoria de emergencia sanitaria, aseguran, sería un paso fundamental para que estas medidas puedan implementarse de manera eficaz y rápida.