En una controversial decisión judicial, el Juzgado Primero Penal Especializado de Antioquia absolvió a Santiago Uribe Vélez, hermano del expresidente Álvaro Uribe Vélez, de los cargos de homicidio agravado y concierto para delinquir agravado. La decisión judicial, que culminó un proceso de varios años, fue recibida con una mezcla de reacciones entre los sectores políticos, familiares y los representantes de las víctimas.
Mientras la Fiscalía y la Procuraduría insistían en la condena por su presunta participación en el grupo paramilitar conocido como “Los Doce Apóstoles”, el fallo finalmente lo exoneró de responsabilidad penal en los hechos.
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La senadora Paloma Valencia, una de las figuras prominentes del partido Centro Democrático, compartió en sus redes sociales un mensaje de satisfacción tras la decisión judicial. En el video publicado, la congresista afirmó: “Con gran alegría recibimos la noticia de la absolución de Santiago Uribe. Después de años de una injusta acusación por supuestos nexos con el paramilitarismo, hoy la justicia le da la razón”, y enfatizó que el fallo debe entenderse como un ejemplo sobre el uso legítimo de la justicia, alejada de intereses políticos: ”No podemos permitir que se use la justicia para perseguir a quienes están en la política”.
La senadora Valencia, en su mensaje, destacó que la larga duración del proceso contra Santiago Uribe representa lo que considera una “persecución política,” una postura compartida por miembros del Centro Democrático, que ven el caso como parte de un patrón de acusaciones sin sustento dirigidas contra sus líderes.
”La persecución contra Santiago Uribe era única y exclusivamente porque era hermano del presidente Uribe”, declaró Valencia en su video, al hacer un llamado a la reflexión sobre el uso de la justicia como herramienta política en Colombia.
El mensaje de la congresista de oposición, quien además busca postularse como candidata presidencial para 2026, generó reacciones mixtas. Aunque algunos elogiaron la decisión de la justicia a favor del hermano del líder de derecha, otros señalaron que el fallo reflejaba fallos en el sistema judicial, criticando la actuación de las autoridades en este caso.
Controversia de “Los Doce Apóstoles”: relación con el hermano del expresidente
La historia de este grupo paramilitar es objeto de investigaciones y libros, como El clan de los doce apóstoles, de la periodista Olga Behar. En su obra, la escritora reveló los testimonios de exmilitares y oficiales que aseguran que el grupo fue fundado y financiado en la hacienda La Carolina, propiedad de la familia Uribe Vélez.
Uno de los testimonios más significativos es el del mayor Juan Carlos Meneses, excomandante de la policía en Yarumal, que declaró que Santiago Uribe Vélez, hermano del expresidente Álvaro Uribe Vélez, estaba estrechamente vinculado al grupo paramilitar y que, según él, utilizaba la hacienda La Carolina como centro de operaciones y entrenamiento para paramilitares.
Meneses recordó cómo, supuestamente, en el lugar se encontraban individuos uniformados y armados, portando fusiles R-15 y AK-47, equipo característico de los paramilitares. El uniformado relató: “Allí era donde entrenaba físicamente a los que después participaban en las acciones ordenadas por Santiago Uribe (…) Me decía que políticamente estaba muy bien conectado”.
Este testimonio implicaba no solo a Santiago Uribe, sino a sectores de la fuerza pública, al señalar un aparente respaldo a nivel estatal y militar hacia el accionar de los integrantes de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
En este sentido, Santiago Uribe fue investigado en varias ocasiones por sus supuestos vínculos con “Los Doce Apóstoles”; sin embargo, el caso fue archivado y reabierto en diferentes momentos sin llegar a un veredicto definitivo, lo que suscitó críticas sobre la impunidad en el país cuando los involucrados son figuras de alto perfil.
Como relató Meneses, las pruebas iniciales fueron desestimadas en 1999, y el proceso quedó en el olvido hasta que en 2010 él mismo presentó un nuevo testimonio ante la Justicia Especial para la Paz (JEP).
Veredicto contra el hermano del expresidente Uribe
El proceso judicial contra Santiago Uribe comenzó en 1996, cuando testigos e investigaciones sugirieron su participación en “Los Doce Apóstoles,” un grupo paramilitar que habría operado en Yarumal, Antioquia, durante los años 90. Uno de los delitos que se le imputaban era el asesinato de Camilo Barrientos Durán, presuntamente ordenado por el hermano del exmandatario a través del grupo armado.
El fallo del Juzgado Primero Penal Especializado de Antioquia declaró que, tras un análisis exhaustivo de los testimonios y las pruebas, no se demostró la implicación directa de Uribe en estos crímenes. En el caso del asesinato de Barrientos, la versión de Juan Carlos Meneses, que había señalado a Santiago Uribe como el autor intelectual, fue desestimada por inconsistencias, y en su lugar, el juez argumentó que el responsable fue el teniente Alexander Amaya, motivado por una enemistad personal con la víctima.