Tal parece que el representante a la Cámara Miguel Polo Polo estaría lejos de arrepentirse de sabotear la exposición artística del colectivo Madres de Falsos Positivos (Mafapo), en la plaza Núñez de Bogotá, en un episodio que generó una tormenta mediática en su contra. Por el contrario, a través de sus redes sociales, se ha encargado de justificar su posición con respecto a las ejecuciones extrajudiciales, y de poner en tela de juicio la cifra de 6.402 víctimas de esta práctica, según ha documentado la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
De acuerdo con Polo Polo, que se encargó de fabricar toda una teoría para responderle a los que han cuestionado sus más recientes actos, entre los que está el Centro Nacional de Memoria Histórica (Cnmh), además de una serie de congresistas y funcionarios del Gobierno, en el caso de los crímenes que se cometieron –en su gran mayoría– por integrantes de las Fuerzas Militares, sería similar al que se registró con la masacre de Mapiripán (Meta) y la intervención del Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo (Cajar).
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“¿Ustedes se acuerdan de la masacre de Mapiripán, donde la izquierda inventó una narrativa y terminaron condenando al Estado y a militares inocentes? El colectivo de abogados Alvear Restrepo (mismo que está con el tema de los falsos positivos) dijo que eran 49 masacrados y persiguió a militares y a estos los metieron presos”, afirmó el congresista en el inicio de su publicación, en la que señaló al mencionado colectivo de haber incurrido en una serie de hechos, según él, alejados de la realidad.
La comparación de Polo Polo que desató las redes sociales
Asimismo, el joven congresista recordó las declaraciones de Elí Mejía Mendoza, más conocido como “Martín Sombra”, que en su audiencia de verdad ante la JEP confesó que el hecho criminal no lo cometió el Estado junto a los paramilitares, sino que fue responsabilidad de las Farc. En su mensaje también comparó su caso con el que se registró por aquel entonces, entre quienes cuestionaban lo expuesto por Cajar, que de acuerdo con su testimonio eran víctimas de ataques a su figura y su honra.
“También salió a la luz que no eran 49, sino que los levantamientos reales eran de cuatro víctimas. Cobraron mil millones en indemnización por cabeza (49 supuestas víctimas), gente que no tenía nada que ver se llevó ese dinero y otra gran parte de lo entregado se quedó en manos del colectivo de abogados. En esa época, quien se atreviera a decir que no eran 49 las víctimas, lo fusilaban mediáticamente como hoy lo intentan conmigo. Pero la verdad siempre triunfa…”
La masacre de Mapiripán (Meta), que ocurrió entre el 15 y el 20 de julio de 1997, y sobre el que hay versiones encontradas, entre las investigaciones adelantadas por diferentes colectivos, entre ellos el José Alvear Restrepo, y lo dicho por Martín Sombra, habría tenido su origen en una feroz disputa entre grupos de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y las Farc por el control de los cultivos de hoja de coca en esta zona del territorio nacional, en lo que habría sido la entrada oficial de los “paras” a esta región.
Un informe elaborado por diversas organizaciones a la Comisión de la Verdad, detalló que el 14 de julio de 1997, los agentes paramilitares se dirigieron hacia Charras, ubicada en la otra orilla del río Guaviare, a solo veinte minutos por el río de Mapiripán, lo que, de acuerdo con los testimonios, impidió la salida y arribo de cualquier aporte a la población. Lo anterior, luego del aterrizaje de aviones provenientes desde las pistas de Apartadó y Necoclí (Antioquia) y que estaba bajo control de la Brigada XVII del Ejército.
“Estando allí, sacaron a todos los habitantes de sus casas, les reunieron en la plaza principal y les repartieron la revista Colombia Libre, con un inserto titulado ‘Al pueblo de Guaviare’. El firmante de este último era el recién creado Frente Guaviare de las AUC, que amenazaba de muerte a todo aquel que pagara ‘impuestos’ a las Farc-EP, o que de algún modo les “colaborara’”, se mencionó en el informe 748-CI-00650 del citado colectivo de Abogados José Alvear Restrepo (Cajar); el mismo que trató de ser desmentido por Polo Polo.