El 14 de noviembre se conoció que la periodista Vicky Dávila, directora de Semana, será candidata presidencial en las elecciones de 2026, año en el que termina el mandato de Gustavo Petro, que llegó al poder en 2022, tras vencer a Rodolfo Hernández, de la Liga Gobernantes Anticorrupción, en segunda vuelta.
Dávila, con más de 30 años de recorrido en medios de comunicación y profesional en comunicación social de la Universidad Autónoma de Occidente de Cali, aspirará al mayor cargo político de Colombia para reemplazar a Petro, con quien sostiene fuertes cruces en redes sociales por la forma en como este último gobierna al país, sobre todo, por las decisiones económicas que toma de manera constante.
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Precisamente, frente a las dificultades financieras que viven los colombianos, la periodista hizo recientemente una propuesta denominada 10-10-10 para aliviar el bolsillo de los colombianos, algo que se tomó como una antesala a la oficialización de su aspiración política.
En un editorial del 18 de mayo de 2024, lanzó una provocativa reflexión sobre la reforma del sistema tributario en Colombia, en la que sugirió la necesidad de simplificarlo para fomentar la inversión y el desarrollo. Según ella, “las soluciones a los problemas son sencillas, no hay necesidad de complicarlas. Cuando los gobiernos se expanden, las libertades se contraen”. Con este comentario resaltó su postura sobre la necesidad de una reforma fiscal que, bajo su propuesta, reduciría los impuestos a un modelo 10-10-10.
IVA y renta al 10%
El esquema que propone consiste en establecer tres tipos de impuestos, todos con una tasa del 10%: el impuesto sobre el valor añadido (IVA), el impuesto sobre la renta corporativa y el impuesto sobre la renta personal. Actualmente, dichas tasas se sitúan en el 19% para el IVA, el 35% para las empresas y hasta el 39% para personas naturales. Esta reducción se traduciría en una ampliación de la base de contribuyentes y en un incremento del recaudo sin perjudicarlo.
La periodista señaló que, para mantener o incluso incrementar el recaudo, “no puede haber excepciones, exenciones, exclusiones, deducciones o créditos de ningún tipo en la renta personal y el IVA”.
El objetivo de esta reforma, más allá de la simplificación, es generar un impacto macroeconómico positivo, como una disminución de la inflación, un aumento de los salarios y un crecimiento económico acelerado.
Reducción en la inflación
Dávila destacó en el medio que “el impacto macroeconómico sería tan favorable que la inflación bajaría, los salarios subirían y la economía crecería a un ritmo mucho más rápido”. Este planteamiento se inspira en reformas similares llevadas a cabo en otros países, como Estados Unidos, donde la reducción del impuesto de renta corporativa del 35% al 21% trajo consigo un crecimiento importante de la economía en la última década.
Según datos de la Dirección de Impuesto y Aduanas Nacionales (Dian) y el Ministerio de Hacienda, aplicando el modelo 10-10-10, el recaudo del IVA al 10% generaría mayores ingresos, al pasar de un 3,8% del PIB a un 4,5%, lo que representaría un aumento de $10,2 billones.
Para las empresas, se estima que el recaudo podría subir del 5,7% del PIB al 26,7% al adoptar un impuesto de renta corporativo del 10%, lo que se traduciría en 21 puntos porcentuales (pp) adicionales. Este incremento en el recaudo refleja, según Dávila, una oportunidad única para transformar la economía del país hacia un modelo más inclusivo y eficiente.
El impuesto a las personas naturales al 10% también mejoraría el recaudo que en la actualidad es de 1,3% del PIB, subiendo hasta el 5,1%, un aumento de 3,8 pp.
Billonario recaudo
En números concretos referentes al año fiscal 2022, explicó que el modelo permitiría pasar de un recaudo de $19 billones a $74,5 billones. Este incremento notable se lograría con la eliminación de las exenciones fiscales y el permitirles a las empresas deducir todas las inversiones y compras de proveedores locales.
Otra ventaja de esta reforma sería el combate al contrabando. Con un IVA del 10% aplicable a todo tipo de consumo, incluso en la venta de viviendas nuevas, “se eliminarían las cargas parafiscales por completo”, dijo. Esto incentivaría el comercio legal, lo que reduciría las prácticas irregulares. Según ella, la propuesta generaría un entorno propicio para el comercio y la inversión, lo que a largo plazo beneficiaría a la mayoría de los ciudadanos, y “las acciones en las bolsas de valores seguirían batiendo récords”.
La propuesta ya tuvo resultados en otros países. En las primarias presidenciales de 2012 en Estados Unidos se discutió la idea de simplificar el sistema fiscal, lo que derivó en importantes cambios legislativos en 2017 con la reforma fiscal promovida por el gobierno de turno. Este ejemplo internacional resuena con la idea central de Dávila: un sistema tributario más simple puede ser la clave para un bienestar económico sostenido.