Al preguntarle sobre la peor droga en una entrevista viral, el creador de contenido italiano Zazza rememoró a Colombia por un momento y recordó la aterradora imagen de adictos inyectándose el opioide conocido como krokodil o la droga caníbal, por sus efectos en el organismo.

“La peor droga de todas es el krokodil. La vi en un documental ruso cuando tenía 18 años. Y se llama krokodil porque tú, donde la pones, se va en necrosis, se pudre la carne y te queda un agujero como si te hubiera dado un mordisco un cocodrilo”, dijo.

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Según comentó el italiano, que suele documentar la vida en sectores vulnerables y los refugios a cielo abierto de bandas delincuenciales en los países que visita, la pregunta por la peor entre todas las drogas lo hizo recordar su paso por la capital colombiana:

“Me devuelve a Bogotá, al Bronx, en donde tu vez a gente toda hinchada, porque antes de hacer el agujero se hinchan, entonces tienen una pierna a explotar y la otra con el hueso a la vista, todo blanco, es lo peor. Y, al día de hoy, yo creo que la más conocida es la que documenté, el fentanilo, porque tú la pruebas dos veces y no sales de ahí”.

Pero la saturación en venas, que conduce a la necrosis, es solo uno de los muchos horrores del consumo activo de drogas. Habiendo visto las mayores ollas de Europa y Latinoamérica, la recomendación de Zazza no es otra que:

“No lo hagas a los 16, con tus amigos en el parque, haciendo estupideces, porque luego tú vida va a ser un desastre. Y esto es lo feo de las drogas, te dan un poquito, te dan la sensación, te dan esta experiencia que puede ser muy divertida y muy guapa, pero si no la sabes controlar, de ahí en adelante es un mundo muy oscuro el que te espera”.

Con la esperanza de persuadir a los jóvenes indecisos o presionados en sus escuelas, insistió: “Se puede ver en todos mis videos, te quita todo, todo lo que amas: tus amigos, tu familia, tu trabajo, tus aficiones. Tú vives, exclusivamente, para comprar y consumir”, desde el momento en que se da el paso.

La polémica que rodea a Zazza, nombre artístico de Federico Zompichiatti, se ha intensificado en Colombia tras el lanzamiento de su video “Los sicarios de Bogotá”. En el blog, un entrevistado confiesa haber cometido asesinatos durante 13 años, provocando una fuerte reacción de indignación entre los nacionales.

Un segmento en W Radio cuestionó la aparente falta de acciones de la policía colombiana para identificar a los criminales mencionados, planteando la preocupación sobre por qué las autoridades no le han solicitado a Zazza información sobre la ubicación de estos sujetos. La W informó que, si bien la policía entró a evaluar el video para determinar su autenticidad y su posible utilidad en una investigación, no se planea solicitar formalmente la cooperación del youtuber para que revele esa información, lo que podría poner en riesgo su seguridad en el país.

Zazza, originario de Údine, Italia, comenzó su carrera en la creación de contenido digital durante la pandemia, luego de haber trabajado como coctelero. En marzo de 2022, publicó su primer video documental sobre El Raval de Barcelona, una zona de complejidades socioeconómicas, que fue recibido con gran impacto y marcó el inicio de una serie de documentales en los que explora comunidades en condiciones de vulnerabilidad y conflicto. Este estilo le ha permitido ganar más de 1.31 millones de seguidores en YouTube.

A lo largo de su trayectoria, Zazza ha documentado realidades de barrios en diferentes partes del mundo, incluyendo París, Bulgaria, Albania, México, Argentina y Colombia. Durante su reciente visita al Barrio Santa Fe en Bogotá y su paso por Medellín, el creador se sumergió en los entornos marginales para exponer las difíciles circunstancias de vida de las trabajadoras sexuales y otras personas en condiciones de extrema pobreza. Su enfoque humanitario y respetuoso hacia sus entrevistados le ha permitido mostrar sus historias sin recurrir al sensacionalismo, y su metodología de crear espacios de confianza ha facilitado la obtención de testimonios sobre los desafíos que enfrentan estos individuos a diario.

Según lo reportado por La W, el debate actual no se centra en la labor documental de Zazza, sino en la responsabilidad de las autoridades colombianas para actuar sobre la información proporcionada. La policía sigue analizando el contenido para decidir si este permite tomar acciones legales o si existe algún elemento de montaje.

El estilo narrativo de Zazza ha sido elogiado por promover el entendimiento y la empatía hacia las realidades de las comunidades marginadas, al tiempo que evita el morbo en sus producciones. Su contenido busca educar y sensibilizar a la audiencia sobre problemáticas sociales y de derechos humanos, y su compromiso con dar voz a quienes viven en los márgenes de la sociedad ha resonado tanto en el público como en foros de justicia social.