Según el Sistema de Información para la Seguridad y la Convivencia (Sisc), los homicidios de ciudadanos venezolanos en Medellín mostraron un aumento considerable en 2024. A la fecha, se registran 31 asesinatos de migrantes venezolanos en la ciudad, lo cual representaba el 11,3% del total de homicidios. Esta cifra resultó ser superior a la de 2023, año en el que, para la misma fecha, se contabilizaban 27 víctimas venezolanas, equivalentes al 8,16% de los homicidios, con un total de 331 muertes en ese entonces.
Este incremento en los homicidios de venezolanos se destacó como una de las estadísticas más elevadas desde el inicio de la migración venezolana hacia Medellín, y contrastó con la disminución general en la cifra de víctimas de homicidio en la ciudad. La situación llamó la atención de las autoridades, quienes investigaban la causa de esta tendencia en un contexto de reducción de asesinatos entre otros grupos de población en Medellín.
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El último caso que se presentó fue el asesinato de José Luis Zambrano Tovar, un comerciante venezolano de 36 años, ocurrido el martes 12 de noviembre en las inmediaciones de una clínica del barrio Belén Fátima. Zambrano Tovar se encontraba dentro de su vehículo junto a su compañera sentimental, quien resultó ilesa del ataque. La muerte de Zambrano elevó la cifra total de asesinatos de migrantes venezolanos en la ciudad, marcando un trágico récord en un año que ya mostraba una tendencia alarmante.
La alta proporción de homicidios que afecta a migrantes venezolanos en Medellín se explicó, en gran medida, por el notable incremento de esta población en la ciudad. Datos de Migración Colombia indicaron que más de 240.678 personas de origen venezolano residen en la capital antioqueña, una cifra que convirtió a Medellín en una de las ciudades con mayor concentración de migrantes en el país. Según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), esta cantidad de personas desplazadas y refugiadas superó ampliamente la registrada en otras ciudades y departamentos de Colombia.
A comienzos del año, un informe de Medellín Cómo Vamos destacó que cuatro de cada cinco venezolanos en edad laboral se encuentra participando activamente en el mercado laboral, una tasa de participación 16,5% más alta que la de los habitantes locales.
Además, el creciente número de migrantes que intentan establecerse de manera definitiva en Medellín trajo consigo desafíos en materia de convivencia y seguridad. Esta gran población, integrada en gran parte por quienes huyeron de situaciones económicas, sociales o políticas adversas, resultó en que uno de cada diez habitantes de Medellín fuera venezolano, transformando el panorama demográfico de la ciudad y sumando nuevas complejidades sociales a la capital antioqueña.
Así mismo, la comuna 10, conocida como La Candelaria, registra el mayor número de muertes violentas de migrantes en Medellín, concentrando ocho casos. Esto representa el 13,33% de los asesinatos en esa zona central, donde el total de homicidios para 2024 es de 60 parcialmente. Otros sectores también presentan cifras alarmantes, entre ellos la comuna 5 (Castilla), la comuna 7 (Robledo), la comuna 13 (San Javier), y el corregimiento de San Cristóbal, cada uno con tres homicidios de migrantes en lo que va del año.
Este incremento de asesinatos en las comunas más vulnerables señala la difícil situación de seguridad que enfrentan las comunidades de migrantes en Medellín. La Candelaria, debido a su ubicación céntrica y alto flujo de personas, se muestra como uno de los puntos críticos, mientras que otras áreas como Robledo, Castilla y San Javier, conocidas por sus problemáticas sociales y económicas, continúan registrando episodios de violencia contra la población migrante.