Alias Villa y alias Vladimir, líderes financieros y logísticos de disidencias de las Farc, murieron en su propio campo minado

El jueves 14 de noviembre se supo de un hecho en la zona rural del corregimiento de La Liberia, en Jamundí, Valle del Cauca, donde dos hombres, identificados como alias Villa y alias Vladimir, murieron al manipular explosivos.

Según informaciones preliminares, ambos serían comandantes del frente Jaime Martínez, una de las disidencias de las Farc con fuerte presencia en la región. La detonación habría dejado también a otros cinco individuos heridos.

La Tercera Brigada del Ejército Nacional confirmó que la comunidad alertó sobre la muerte de estos dos hombres mientras intentaban colocar un campo minado en la zona. Las autoridades subrayaron que no hubo enfrentamientos armados en el área al momento del incidente.

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“Por información que se ha recolectado por la comunidad se habría presentado la muerte de dos presuntos integrantes de las disidencias ‘Jaime Martínez’, cuando intentaban instalar un campo minado en ese punto. No hubo combates”, señaló la Tercera Brigada.

Este episodio ocurre en medio de una ola de violencia que ha afectado al municipio durante las últimas semanas. El pasado 6 de noviembre, se registró una explosión en el barrio Ciudad de Dios, una zona cercana al corregimiento de Potrerito, donde operan disidencias de las Farc junto a bandas criminales vinculadas al narcotráfico. La Policía desplegó de inmediato un operativo para investigar la situación, pero no halló explosivos adicionales en el área.

Apenas un día después, el 7 de noviembre, en el corregimiento de Robles, las tropas del Ejército fueron atacadas con un artefacto explosivo lanzado desde un dron mientras realizaban labores de vigilancia. Aunque no se registraron víctimas militares ni civiles, este ataque fue atribuido al grupo armado organizado residual (GAO-r) Jaime Martínez. En respuesta, el Ejército reafirmó su compromiso de salvaguardar la seguridad en la región y rechazó el uso indiscriminado de explosivos, calificándolo como una violación flagrante al Derecho Internacional Humanitario (DIH).

Los ataques no se detuvieron ahí. La noche del 7 de noviembre, una nueva explosión alarmó a los residentes del barrio Ciro Velasco. El incidente ocurrió en una concurrida intersección, cerca de la estación de Policía, un supermercado y el cementerio central, dejando a una mujer herida por esquirlas que fue atendida en el hospital Piloto.

Pocas horas después, en la mañana del 8 de noviembre, se registró otra explosión en el barrio Portal del Jordán, donde un artefacto en un mototriciclo estalló, causando heridas leves a 15 personas. La Policía informó que esta área es un corredor frecuentemente utilizado por criminales para el transporte de estupefacientes hacia las zonas rurales. El coronel Manrique destacó la presencia de al menos 100 efectivos en Jamundí para fortalecer la seguridad en medio de este ambiente de tensión.

Las autoridades continúan investigando la procedencia de los explosivos utilizados y han intensificado las operaciones en la región para prevenir nuevos atentados. Estos actos de violencia han puesto en alerta tanto a la población local como a las fuerzas de seguridad, quienes reiteran su compromiso con la protección de los habitantes de Jamundí.

Comunicaciones oficiales de las Fuerzas Armadas de Colombia revelaron un balance de los resultados de las recientes incursiones militares en contra de las disidencias de las Farc, lideras por alias Iván Mordisco.

Las operaciones se llevaron a cabo en Cauca y Meta, donde se debilitaron las finanzas de la organización terrorista, que eran engrosadas desde la Estructura Primera Armando Ríos.

Ante esta información, el presidente Gustavo Petro publicó: “Quienes rechazan la paz merecen el castigo y repudio del pueblo colombiano”.