La Paz Total se ha convertido para Gustavo Petro en una de las banderas más importantes de su Gobierno, con diálogos abiertos con diferentes organizaciones armadas y reconociendo como actores políticos a varias de ellas.
El presidente Petro ha encargado a varias delegaciones asumir los procesos con el ELN, las disidencias de las Farc (Segunda Marquetalia y Estado Mayor Central) y Clan del Golfo.
La administración Petro ya lleva más de dos años en Casa de Nariño y los avances en cuanto a la paz con los mencionados grupos armados solo ha podido evidenciarse en algunos ceses al fuego con motivo de las mismas negociaciones, pero son varias las críticas que señalan que son muchos los recursos gastados para la obtención de logros menores, mientras aún se ve muy laja la desarticulación de los mencionados grupos armados ilegales.
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Uno de esos críticos es Martín Santos, hijo mayor del expresidente Juan Manuel Santos, que en 2016 firmó la paz con el Secretariado General de las Farc-EP.
“El gobierno no ha logrado avances significativos en los múltiples diálogos de paz que tiene abiertos. El perfecto ejemplo de “Quien mucho abarca, poco aprieta””, escribió en X.
Juan Manuel Santos y sus contundentes críticas a la Paz Total
A igual que su hijo, el expresidente Juan Manuel Santos (Nobel de Paz en 2016) no ha ocultado sus resquemores frente a la política de Paz Total adelantada por la administración de Gustavo Petro. En septiembre de este año, durante su intervención en Convención Internacional de Seguros que organizó Fasecolda en Cartagena, Santos lanzó fuertes cuestionamientos a la actual administración frente a la consecución de la paz.
“No han sido capaces de implementar el acuerdo (de paz de 2016). En algunas pocas cosas lo han hecho, pero en su conjunto han sido incapaces, el Gobierno anterior porque no tenía el interés y la voluntad política. Este por su incapacidad gerencial y también por su paz total, que se le ha dicho al presidente Petro en todas las formas, que no puede ser a expensas de la paz con las Farc”.
Hizo una apreciación similar a la de su hijo, haciendo énfasis en que tener tantos grupos armados en procesos diferentes no solo es contraproducente sino desgastante para la opinión pública y para la institucionalidad.
“Es muy difícil agarrar 14 grupos de distinta índole con diferentes intereses y pretender negociar con ellos una paz total (...) Sin rigor y método, un proceso de paz no llega a buen destino”, señaló.
Además, expuso que ningún avance dialógico es posible si no se le demuestra al grupo insurgente que las posibilidades de lograr sus propósitos por la vía armada es imposible. En ese sentido, el arrinconamiento militar debe ser evidente, legitimando de ese modo la autoridad del Estado a través de las Fuerzas Armadas.
“Todo acuerdo de paz tiene dos fases, hacer la paz y construir la paz. La primera fue lo que hicimos cuando negociamos y se desarmó la guerrilla más poderosa y la más antigua del continente, cuando se incorporaron a la vida civil y se establecieron unas instituciones para hacerle seguimiento a la implementación, pero la construcción de la paz es mucho más difícil en todos estos procesos”, expuso.
En las últimas semanas también han proliferado más criticas contra Petro por sus criterios para seleccionar los gestores de paz en pro de conocer más detalles de lo ocurrido durante los años más álgidos del conflicto armados en Colombia. Los nombramientos bajo esta categoría a personas como Salvatore Mancuso, Hernán Giraldo alias Taladro o ‘Jorge 40′ han provocado la molestia de no pocos ciudadanos que sienten que, con estos nombramientos, se vulnera el respeto a las víctimas.