En el corregimiento Cedeño, localizado en el municipio de Yarumal, al norte de Antioquia, la comunidad enfrenta nuevamente el aislamiento tras la caída de un puente militar provisional que había sido instalado el sábado 9 de noviembre. Este puente, que pretendía restablecer la conexión vial interrumpida desde hace dos meses, fue arrastrado por una fuerte creciente del río San Julián, apenas 24 horas después de su inauguración, según informaron medios locales.
La estructura temporal había sido levantada con recursos de la comunidad y el sector privado, además del apoyo de las autoridades locales y departamentales, para reemplazar un puente que colapsó tras 40 años de servicio debido a las torrenciales lluvias. La caída del puente deja incomunicados a unos 2.500 habitantes del corregimiento, así como a 500 personas de al menos 10 veredas del vecino municipio de Campamento.
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Andrés Felipe Roldán, rector de la Institución Educativa Cedeño, expresó su preocupación por las pérdidas económicas que esta situación podría generar, especialmente para las familias dedicadas a la producción lechera, quienes podrían ver afectada la movilización de hasta 30.000 litros de leche diarios. Además, la caída del puente ha impactado la educación, ya que una estudiante no ha podido asistir a clases desde el colapso inicial de la estructura, viéndose obligada a continuar su año escolar desde casa.
El puente provisional había sido motivo de celebración para los habitantes, quienes compartieron su alegría en redes sociales al poder cruzar nuevamente el río en vehículos. Sin embargo, la satisfacción fue efímera, y la comunidad ahora enfrenta nuevamente el desafío de la incomunicación. La situación evidencia la necesidad de una solución definitiva que garantice la conectividad y el bienestar de los habitantes de esta región.
Problemas de hundimiento hacen colapsar carretera entre Yarumal y Caucasia, provocando cierre temporal
En paralelo, Yarumal enfrenta un desafío crítico con el cierre temporal de la carretera que conecta con la Costa Caribe, específicamente en el tramo conocido como “La Subasta”. Este cierre, que busca abordar el deterioro de la vía, se suma a los problemas de hundimiento que afectan a otros dos sectores de la misma carretera, según informó el secretario de infraestructura del municipio, Juan David Uñates.
Desde hace cuatro años, el tramo de Santa Rosa a Caucasia ha requerido mantenimientos constantes debido al desgaste acelerado de la carretera, lo que representa un riesgo significativo para los conductores. Uñates explicó que, además de “La Subasta”, los sectores de Planta de Acopio Colanta (PR 25) y Planta Proleche (PR 26) también presentan problemas graves de hundimiento desde principios de 2024. Aunque estos problemas han sido reportados al Instituto Nacional de Vías (Invías), la atención se ha centrado principalmente en “La Subasta”.
El secretario de infraestructura destacó que la erosión provocada por aguas subterráneas y el peso de los vehículos pesados comprometieron la estabilidad del terreno, generando deslizamientos y erosión. A pesar de que se firmó un acta hace mes y medio en la que Invías se comprometió a realizar estudios en las vías afectadas, estos estudios aún no se han llevado a cabo, lo que ha dejado a los motociclistas en particular en una situación de riesgo constante.
“Estos problemas llevan años y no han tenido solución definitiva, lo que ha causado accidentes entre motociclistas desprevenidos. No ha habido heridas graves, pero el riesgo de un accidente mayor siempre está”, explicó el funcionario, que a su vez, recalcó que, aunque se han realizado reparaciones temporales, el daño reaparece, lo que evidencia la necesidad de una solución definitiva para evitar accidentes mayores. La situación actual no solo afecta la seguridad vial, sino que también tiene implicaciones económicas y logísticas para la región.