Pedro Capó contó los traumas que tuvo por el alcoholismo de su mamá y la fama de su papá: “Llegaba con labial en el cuello”

En conversación con el actor colombiano Juan Pablo Raba, el cantante puertorriqueño aseguró que los problemas familiares dejaron múltiples enseñanzas. La música terminó siendo su refugio

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El cantante puertorriqueño Pedro Capó
El cantante puertorriqueño Pedro Capó afrontó el alcoholismo de su madre cuando era adolescente - crédito Carlos Díaz/EFE

El cantante puertorriqueño Pedro Capó, reconocido por éxitos como Calama, La Fiesta y Pagamento, que interpretó junto al artista colombiano Carlos Vives, reveló detalles de su vida más allá del mundo de la música y la fama. En conversación con el actor colombiano Juan Pablo Raba, en su pódcast Los hombres sí lloran, dio a conocer los problemas familiares que tuvo en su niñez, que lo marcaron de por vida.

Según detalló, a lo largo de los años ha tenido que batallar con varios traumas que surgieron desde su infancia. Entre ellos está el hecho de ver a sus padres afrontar problemas serios que terminaron afectando a la familia en conjunto. Su papá, Bobby Capó, un “músico bohemio” que solía ausentarse de su hogar y que aparecía, muchas veces, en horas de la madrugada.

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A pesar de eso, tenía una plena admiración por su padre, porque en su niñez fue fundamental para su formación. Dedicó tiempo para enseñarle béisbol y estuvo presente para protegerlo. Sin embargo, falleció cuando su hijo tenía 14 años.

El cantante puertorriqueño Pedro Capo
El cantante puertorriqueño Pedro Capo confesó que la música fue su escapatoria de un ambiente dañino para él - crédito Sáshenka Gutiérrez/EFE

“Fue mi héroe, que eso también me trae un número de patrones, porque mi héroe, ya en edad grande, reconozco que tenía unas virtudes y tenía unas carencias también, que yo idolatraba. Entonces, me tocó también redefinir eso y limpiarlo”, confesó el artista puertorriqueño en la entrevista.

A partir de la muerte de su padre, su “adolescencia fue muy turbia”, sobre todo, por la manera como su madre, María Sosa, afrontó la pérdida. Pues, tuvo serios problemas con el consumo de alcohol, que se exacerbaron, justamente, cuando Pedro Capó llegó a la adolescencia. “Fue algo muy oscuro, que gracias a Dios ya no es parte de nuestras vidas y trajo mucho dolor, pero mucho crecimiento, muchas enseñanzas, mucha empatía, y al final del día, mucha unión, porque nos dimos a la tarea de atravesarlo”, contó.

De igual manera, recordó que su madre nunca quiso que su hijo se dedicara a la música, que resultó ser una tradición familiar: su padre, Bobby Capó, estaba dedicado a ese mundo artístico, como también lo hizo su abuelo, también llamado Bobby Capó. Este último fue el compositor de la reconocida canción Piel Canela, que también fue interpretada por la orquesta cubana La Sonora Matancera. Su éxito, sin embargo, no fue tomado de la mejor manera por su entorno familiar.

El tipo fue una gloria, una eminencia. Mi padre, Bobby Capó hijo, vive bajo la sombra de mi abuelo, entonces va con todas estas frustraciones y con una rebeldía tipo hippie. Creció en los 60, 70, un tipo de protesta, de izquierda, fuerte, y nunca quiso ser el astro que fue su papá, pero había un anhelo de serlo”, explicó el cantante y compositor en la entrevista.

En todo caso, su padre se animó a dedicarse a la música y, con ese oficio, sustentaba su hogar. No obstante, no siempre llegaba a su casa con la totalidad de sus ganancias y, además, el estado en el que aparecía evidenciaba una vida de excesos. Justamente por eso, su madre no quería que fuera cantante.

Mi papá era el tipo que llegaba con 100 dólares cada semana, 300 dólares... lo que llegaba, porque se metía lo que se metía, llegaba con labial en el cuello, era un tipo de la vida. El típico bohemio con un corazón enorme, y mi mamá quería protegerme de ese mundo”, dijo.

La madre del cantante puertorriqueño
La madre del cantante puertorriqueño Pedro Capó le prohibió la música - crédito Alberto Valdés/EFE

En consecuencia, su mamá le prohibió la música y, a pesar de que pedía de manera incansable una guitarra como reglado para su cumpleaños y Navidad, siempre obtenía la misma respuesta: “Todo, menos eso”. El ambiente limitado lo llevó a aventurarse hacia la “rebeldía”, que lo llevó a perseguir su sueño de ser músico. De hecho, la música fue su refugio, una especie de escapatoria.

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