El Gobierno nacional decidió renovar la flota de la Fuerza Aérea Colombiana sin incurrir en gastos directos, según un informe La W. La operación busca reemplazar los aviones Kfir, que han estado en servicio durante años, pero aún no se ha tomado una decisión final sobre qué aeronaves los sustituirán.
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Entre las opciones consideradas por la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) se encuentran los aviones Gripen de la Fuerza Aérea Sueca y los Rafale franceses, fabricados por Avions Marcel Dassault-Bréguet. Aunque los modelos estadounidenses F16 y F18 eran inicialmente los favoritos, se descartaron debido a restricciones presupuestarias.
El director de La W, Julio Sánchez Cristo, reveló que el financiamiento de la nueva flota se realizará utilizando recursos del “mister”, lo que implica que el Gobierno no tendrá que desembolsar dinero directamente. Esta estrategia de financiamiento se ha convertido en un factor clave para la selección de los nuevos aviones.
“El Gobierno nacional reemplazará la flota ‘sin meterse la mano al dril’, usará la plata del mister”, dijo Julio Sánchez Cristo.
A pesar de que se han evaluado las capacidades técnicas de las aeronaves, la decisión final aún está pendiente. Sin embargo, se espera que pronto se llegue a un acuerdo definitivo sobre el modelo que reemplazará a los Kfir, teniendo en cuenta la viabilidad financiera de cada opción.
Tres gigantes compiten por contrato millonario para aviones de combate en Colombia
Colombia se encuentra en un momento crucial en su historia militar, ya que se prepara para reemplazar su envejecida flota de aviones Kfir. Este proceso, que ha estado en marcha durante casi una década, involucra a tres importantes fabricantes de aeronaves: Lockheed Martin de Estados Unidos, Dassault Aviation de Francia y Saab de Suecia. Según información de el diario El Tiempo, estas empresas compiten por un contrato millonario para suministrar aviones de combate de última generación a la Fuerza Aeroespacial Colombiana (FAC).
La decisión de renovar la flota fue anunciada por el presidente Gustavo Petro durante la ceremonia de conmemoración de los 105 años de la FAC. Petro aseguró que la nueva flota no impactará fiscalmente en los próximos años, y subrayó la importancia de diversificar los proveedores de armas en el contexto de la geopolítica mundial actual. Este anuncio llegó en un momento crítico, ya que los Kfir, fabricados hace más de 50 años, están llegando al final de su vida útil, como lo reconoció el general Carlos Silva Rueda, segundo comandante de la FAC.
Las aeronaves propuestas por las tres empresas ofrecen capacidades avanzadas, incluyendo sofisticados sistemas de guerra electrónica y la posibilidad de ser equipadas con misiles infrarrojos y radáricos. Estos sistemas permiten a los aviones evadir y confundir los radares enemigos, lo que representa un avance significativo respecto a los Kfir. Además, los aviones cuentan con tecnología de punta, como el Primary Flight Display (PFD), que facilita a los pilotos el control de la aeronave al proporcionar información crítica de vuelo en tiempo real.
El proceso de selección también considera factores como el precio y la transferencia de tecnología, conocida como “offset”. Este último aspecto es particularmente relevante, ya que se busca que los acuerdos con los proveedores incluyan beneficios adicionales, como el desarrollo tecnológico para sectores civiles, según fuentes consultadas. Además, se está evaluando el costo por hora de vuelo de cada aeronave, un factor crucial dado el contexto fiscal del país.
En el gobierno anterior, liderado por Iván Duque, se discutió la posibilidad de adquirir 24 aviones F-16 por un valor de 4.000 millones de dólares. Sin embargo, en la administración actual se ha preseleccionado la opción de los Rafale franceses, con un costo estimado de 15 billones de pesos por 16 aviones. A pesar de estas cifras, aún no se ha confirmado oficialmente cuál será la empresa seleccionada, aunque se ha especulado que los Gripen suecos podrían ser los elegidos.
La renovación de la flota de aviones de combate es un tema de seguridad nacional para Colombia, y se maneja con gran discreción. Los pilotos de Kfir, basados en el Comando de Combate Aérea No. 1 en Puerto Salgar, Cundinamarca, esperan con ansias la decisión final, que permitirá al país mantener sus capacidades de defensa aérea en línea con los estándares internacionales.