Se volvió viral un video en el que la colombiana Valentina Grisales prueba cannolis junto a su padre anfitrión en el programa au pair, después de que sus seguidores reconocieran al actor canadiense Alexander Ludwig.
Ludwig es conocido por interpretar a Cato, el tributo masculino del Distrito 2, en Los juegos del hambre (2012), y por su participación en películas como Bad Boys, Operación Feliz Navidad y Son como niños. Grisales comentó que no esperaba encontrarse con una celebridad al aplicar como niñera en el extranjero: “Yo no busqué que ellos fueran celebridades. Fue un proceso normal como el que hace cualquier au pair. Literalmente, fue Dios”.
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El 2024, año en el que alcanzó la edad límite para participar del programa, decidió arriesgarse y se llevó una sorpresa que, incluso hoy, estando en los Estados Unidos, no ha logrado asimilar: “Hace años que quería ser au pair, porque estaba en la universidad, pero era mucha y necesitaba pagar el programa. Entonces no se me dio. Pero este año decidí arriesgarme, porque tengo 25 y lo hacía ahora o nunca”.
A pesar de haber visto varias de las películas en las que aparece Ludwig, no conocía su nombre ni lo relacionaba con los papeles que interpretó, hasta que buscó en Internet el apellido de la primera familia en solicitar sus servicios: “Todo se me dio a la perfección y cuando mi perfil estaba activo me llegó la solicitud de ellos para que habláramos. Yo me vi Vikingos, o al menos la mitad de la serie, pero me he repetido 120.000 veces Los Juegos del Hambre, Son Como Niños y La Montaña Embrujada”.
Y agregó: “En la descripción se presentaban con la familia Ludwig, con tantos bebés, la mamá decía ser CEO de una joyería y el papá actor y productor, entonces lo googleé y quedé sorprendida, nadie me dijo que había famosos en la aplicación y pensé que no era real, que no podía ser”.
De todas maneras, respondió y ellos la agregaron a un grupo de WhatsApp en el que agendaron una videollamada, pero, en el fondo, creía que solo era una de cientos de opciones que, como padres y celebridades, tenían contemplada.
Sin embargo, se enfocó “en las preguntas y sugerencias de videos recomendados que vi de otras niñas au pair en TikTok. Si pasaba, necesitaba enfocarme en cómo iba a vivir y si no, era una práctica para la entrevista con la siguiente familia”.
“Tuvimos demasiado feeling (confianza o conexión a primera vista), me sentía súper cómoda, ellos me dijeron que también se sentían cómodos conmigo y respondieron a todas mis preguntas, sobre reglas de la casa, horarios, etc.”.
Finalizada la entrevista acordaron conversar, nuevamente, a través de videollamada pasados ocho días. Sin embargo, no fue necesario: “Ellos me dijeron que querían hacer match conmigo y me encantó. Lo hablé con mi novio, con mis amigos, con mi papá y todo lo que acordamos me parecía bien, pero sentía mucho miedo. Ellos iban a meter una extraña a su casa y yo iba a vivir con extraños, en una casa extraña, en un país extraño”.
Sus nuevos jefes le aseguraron que todo iba a estar bien y, lanzando una moneda al aire, Grisales aceptó cerrar el trato. Ya en los Estados Unidos, ellos le contaron que se habían entrevistado con otras aspirantes, pero al colgar su primera videollamada, sabían que debían escogerla; lo que le dio aún mayor seguridad.
“Son un 20 de 10. Cuando llegué y me recogieron en el aeropuerto no podía creerlo. Mi experiencia ha sido maravillosa, no tengo de que quejarme, los amo con todo mi corazón y en los feedback (retroalimentaciones) me han dicho que están muy felices conmigo. Loa amo, no quisiera dejarlos nunca y amo a mis bebés, igual que a las perritas”.