Colombia es actualmente un destino que se destaca en el turismo con fines reproductivos. Atrae a un número creciente de pacientes internacionales que buscan tratamientos de fertilidad.
Según datos de la Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo (Anato), el primer semestre de 2024 registró un aumento del 7% en el número de visitantes extranjeros que llegaron al país para recibir atención médica, en comparación con el mismo periodo del año anterior.
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El país ganó reconocimiento en el continente debido a que posee estándares médicos de clase mundial y tecnologías avanzadas en el campo de la fertilidad. La calidad de los procedimientos y la formación de los profesionales son factores clave que posicionaron al país como un referente en medicina reproductiva.
El fenómeno del turismo reproductivo en Colombia se ve favorecido por una combinación de costos competitivos y atención médica de calidad, por lo que, según el Instituto de Fertilidad Humana (Inser), el 40% de los pacientes que recibieron tratamiento en el instituto durante el 2023 fueron extranjeros. Esto representa la confianza que los pacientes internacionales depositan en los profesionales colombianos, además de lograr un renombre y repuntar como uno de los mejores países en esta área.
Por eso, la Asociación Colombiana de Centros de Reproducción Humana (Accer), destacó que la calidad de la medicina en Colombia es excelente, por lo que lo sitúa como un país competitivo en el sector y, además, resalta que los tratamientos de fertilidad en el territorio nacional son mucho más económicos que en otros lugares del mundo.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que una de cada seis parejas heterosexuales enfrenta problemas de fertilidad, lo que representa a más de 100 millones de personas en todo el mundo. Esta situación promueve el desarrollo de tratamientos de reproducción asistida, que no solo benefician a quienes son diagnosticados con infertilidad, sino también a diversas estructuras familiares, como las monoparentales y homoparentales.
Uno de los desafíos sociales que enfrentan los profesionales en fertilidad es la postergación de la maternidad, en especial, entre las mujeres que, debido a sus objetivos personales y profesionales, retrasaron la decisión de tener hijos. La infraestructura de salud avanzada y la atención personalizada que ofrece Colombia continúan consolidando al país como un destino líder en el ámbito de la fertilidad.
Embarazos después de los 35 años: por qué es posible
En la actualidad, las personas de entre 25 y 35 años de edad optan por retrasar la paternidad, una tendencia que los especialistas atribuyen a compromisos económicos y educativos. El fenómeno no es nuevo, pero cobró mayor relevancia en los últimos años.
La doctora Beatriz Zambrano, especialista en obstetricia y ginecología de la Clínica Fertility Care, ofrece recomendaciones para aquellos que desean tener hijos después de los 35 años. Es crucial que las personas en esta situación busquen asesoramiento médico para entender los riesgos y las opciones disponibles para preservar la fertilidad.
“Existen tratamientos de inductores de la ovulación para relaciones dirigidas, para inseminación artificial y fertilización in vitro, cada tratamiento es individualizado”, especificó en su momento la experta a W Radio.
Es decir, las mujeres deben acudir con su médico para que les den recomendaciones: “Los tratamientos deben ir acompañados de un equipo multidisciplinario, acompañado de nutrición, de suplementación y de apoyo emocional con psicología. Básicamente, van dirigidos a la estimulación de los ovarios para que la paciente logre ovular y logre el embarazo”.
Entretanto, también es necesario que se tenga en cuenta el tema de la infertilidad, puesto que la experta destaca que este tema tiene total relación con el descenso de la natalidad, sobre todo, en países europeos en los que la maternidad es postergada y la mayoría de las pacientes mayores de 40 años no logran tener hijos: “Se evidencia que en el mundo las personas toman la decisión de tener relaciones de pareja sin ser padres, alcanzando una edad adulta que destinan para actividades de bienestar y ocio”, finalizó Zambrano.