La Cámara de Representantes de Colombia, a través de una proposición liderada por el representante Juan Felipe Corzo, del partido Centro Democrático, ha solicitado a la Cancillería del país activar los canales diplomáticos con Venezuela para esclarecer el paradero de Edwin Iván Colmenares García, un abogado colombiano desaparecido desde el primero de noviembre.
El representante Corzo ha instado al gobierno colombiano a hacer todo lo posible para lograr la liberación de Colmenares, quien según informes, habría sido retenido en territorio venezolano bajo circunstancias aún no confirmadas.
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“El día de hoy, hemos radicado esta proposición en la Cámara de Representantes en compañía de más de 100 congresistas donde le pedimos y exhortamos al canciller de Colombia Luis Gilberto Murillo, que agudice sus labores diplomáticas, que le pida al gobierno venezolano que el nivel del cucuteño, Edwin Iván Colmenares”, manifestó Corzo en su intervención.
Corzo destacó la urgencia de que el gobierno colombiano tome medidas para obtener información sobre el paradero de Colmenares y garantizar su retorno seguro a Colombia.
“Presidente, yo quisiera que esta Cámara de Representantes de manera unánime con ayuda del canciller enviáramos un mensaje para saber qué es de la vida del abogado Edwin Iván Colmenares, quien lleva ya varios días secuestrado por la dictadura venezolana”, agregó el congresista.
Esta situación ha generado una gran preocupación entre sus familiares, quienes han manifestado su angustia ante la falta de claridad sobre su situación.
Los manifestantes piden respuestas y la liberación inmediata de Colmenares, cuyo paradero sigue siendo desconocido. La presión crece a medida que transcurren los días sin obtener información sobre su detención.
Además del caso de Colmenares, otro colombiano se encuentra detenido en Venezuela. Manuel Alejandro Tique, un profesional de Ciencias Ambientales de 32 años, fue arrestado el 14 de septiembre mientras realizaba una misión laboral en el estado de Apure.
Tique trabajaba para una organización humanitaria con sede en Bogotá, y su arresto ocurrió durante su regreso a Colombia. Su hermana, Diana Tique, ha expresado que la Dirección General de Inteligencia Militar de Venezuela no ha proporcionado información clara sobre los motivos de su captura.
La desaparición de Edwin Iván Colmenares y la angustia de su madre
Edwin Iván Colmenares García, un abogado colombiano de 34 años, se encuentra detenido en Venezuela el 1 de noviembre. Según la información disponible, fue arrestado en el puesto migratorio de El Amparo, en la frontera con Arauca, Colombia, bajo sospechas de espionaje.
Desde entonces, su paradero es desconocido, lo que ha generado una gran preocupación entre sus familiares y amigos.
La familia de Colmenares, junto con amigos y colegas, ha organizado protestas para exigir su liberación. Una de las manifestaciones más destacadas tuvo lugar en el puente internacional Francisco de Paula Santander, en Cúcuta, donde su madre, Dolly García, se arrodilló con un cartel pidiendo la liberación de su hijo.
Con la voz entrecortada, García dirigió un mensaje al presidente de Colombia, Gustavo Petro, solicitando su intervención para presionar al gobierno venezolano.
Colmenares trabajaba en la Corporación de Profesionales para el Desarrollo Integral Comunitario (Corprodinco), una ONG dedicada a proyectos comunitarios y apoyo humanitario en Colombia.
Según fuentes cercanas a la organización, el abogado no tenía vínculos con el Ejército ni con autoridades policiales, y su detención podría estar relacionada con una situación de migración irregular.
El día de su detención, Colmenares viajaba desde Arauca hacia Cúcuta y decidió tomar un desvío por Venezuela para evitar las malas condiciones de las carreteras.
Sin embargo, al llegar al puesto de control del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime) en El Amparo, fue detenido por la Guardia Nacional venezolana y entregado al Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin).
El caso ha despertado una ola de solidaridad en la región, especialmente en Cúcuta, donde amigos y colegas de Colmenares se han unido a las protestas. La incertidumbre sobre su destino persiste, y la familia continúa buscando respuestas y su liberación.