El puente que se alza sobre la autopista Norte con calle 192 podría ser clausurado, al igual que el paso de ciclorruta que se encuentra a un costado, luego de que la Superintendencia de Notariado y Registro devolviera la propiedad del terreno a Colbank S.A. e Inverlopez Ltda, a quienes fue expropiado hace una década.
Entonces, sus 1.050 metros cuadrados quedaron en manos del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) donde se levantó la estructura que “corresponde a un puente metálico tipo TransMilenio, con una longitud de 413 metros incluida las rampas de accesos, y un ancho de 4.50 metros”.
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Sin embargo, un error en el proceso de expropiación habría dado paso a que la propiedad volviera a ser de Colbank S.A. y Inverlopez Ltda., según conoció la W Radio.
Exactamente, hace 11 años, se habría incluido a DMG como propietario del terreno, sin que tuviera algún sobre él; lo que permitió a las otros dos firmas demostrar que se cometieron errores en el proceso de expropiación y, finalmente, salir favorecidas con la decisión de la Superintendencia.
Previo a su construcción, el IDU informó que “las obras, incluida la interventoría, demandaban una inversión de 8.700 millones de pesos y 7 meses de plazo para su ejecución” que, probablemente, se vaya a la basura al no llegar a un acuerdo con los nuevos propietarios del terreno en el que se encuentra la construcción.
Roberto Charris, abogado de Colbank S.A., informó al medio citado que la compañía está dispuesta a dialogar con el IDU, pero, en vista de que no han realizado ninguna compensación desde la entidad, lo más seguro es que sea sellado.
Familiarícese con las obras programadas para el 2025 en la autopista Norte:
La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla) archivó en mayo de 2023 la solicitud de licencia ambiental presentada por la concesionaria Ruta Bogotá Norte para la ampliación de la Autopista Norte en Bogotá debido a deficiencias en el Estudio de Impacto Ambiental (EIA).
Entre las carencias detectadas, la Anla mencionó la falta de estudios hidráulicos necesarios para asegurar la conectividad entre los humedales Torca y Guaymaral, además de problemas de articulación con los planes de ordenamiento zonal y con los perfiles viales establecidos en los planes de ordenamiento territorial de Bogotá. El director de la Anla, Rodrigo Negrete Montes, destacó en una entrevista con Noticias Caracol que estos errores afectan la armonización de las obras con el ordenamiento urbano y omitieron la inclusión de algunas quebradas, como Cañiza.
De otro lado, la concejal Cristina Calderón Restrepo insistió en la necesidad de concretar este proyecto para facilitar el tránsito en la Autopista Norte, que es una vía clave para Bogotá y donde es urgente garantizar la conectividad hídrica entre los humedales. La cabildante destacó que, aunque la iniciativa estuvo paralizada en la administración de Claudia López, el actual alcalde Carlos Fernando Galán ha priorizado los trámites para obtener los permisos necesarios. Sin embargo, resaltó que, al tratarse de un proyecto bajo la responsabilidad de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) y no del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), existe un conflicto de competencias entre el gobierno capitalino y el gobierno nacional.
En respuesta a estas observaciones, la concesionaria Ruta Bogotá Norte elaboró un nuevo EIA, en colaboración con expertos, con la intención de subsanar las deficiencias. La nueva solicitud contempla medidas para prevenir futuras inundaciones y para asegurar el cruce seguro de fauna y la canalización adecuada de las aguas hacia los humedales. Asimismo, se realizaron mesas de trabajo con la Anla y otras entidades del Distrito para integrar las especificaciones de proyectos distritales, como el POZ Norte y el Plan de Manejo Ambiental (PMA) de los humedales Torca y Guaymaral.
El concesionario espera radicar el EIA revisado en diciembre de 2024, y según Valora Analitik, se proyecta obtener la licencia ambiental en mayo de 2025. Con el aval ambiental, se prevé que las obras comiencen en el primer semestre de ese año. Desde el inicio de este proyecto, Ruta Bogotá Norte ha realizado labores de mantenimiento, cumpliendo con los indicadores de gestión acordados y apunta a mejorar la calidad de vida de más de 10 millones de personas en Bogotá y áreas aledañas.
Este proyecto ha enfrentado múltiples desafíos, entre ellos las inundaciones ocurridas el 6 de noviembre en el sector de la calle 222, que destacaron la importancia de un diseño con conectividad hidráulica y ecosistémica. La Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (Eaab) ya aprobó el proyecto, mientras se aguarda la evaluación del IDU, encargado de integrar las observaciones de las entidades distritales.