La Fiscalía General de la Nación confirmó la mañana del martes 12 de noviembre de 2024 que se aplicó la medida de extinción de dominio a 59 lingotes de oro que el grupo armado ilegal Clan del Golfo escondía en una vivienda del barrio 12 de Octubre, en Cali (Valle del Cauca).
Según las autoridades, el metal pertenecería a un señalado narcotraficante identificado como Óscar Orobio Guerrero, que en el mundo del hampa es más conocido con el alias de Bacán.
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Adicional a esta determinación por parte del ente investigador, también se confirmó que un apartamento fue cobijado con la misma medida. Según la Fiscalía, el valor del oro ronda los 20.000 millones de pesos colombianos, en tanto que el apartamento está avaluado en 250 millones de pesos. Este fue el resultado de una operación que se desarrolló en Cali en 2018.
Esta acción busca la extinción de dominio sobre bienes con posible origen ilícito. Lo anterior se soporta en las pruebas que aportó un fiscal de la Dirección Especializada de Extinción del Derecho de Dominio, en las que se sugiere aportó pruebas que sugieren.
“Las investigaciones permitieron conocer que la organización de alias Bacán, al parecer, recurría a la comercialización del metal precioso para lavar dinero producto del tráfico transnacional de estupefacientes”, explicó el director especializado de Extinción del Derecho de Dominio, José Ivan Caro.
Los lingotes de oro permanecen custodiados en el Banco de la República, y a partir de las investigaciones que se dieron, tanto antes como después del hallazgo del metal precioso, dio cuenta de que la organización de alias Bacán utilizaba la comercialización del metal precioso como método para el blanqueo de capitales provenientes del tráfico internacional de drogas.
El 22 de julio de 2018, y bajo una orden de allanamiento de la vivienda, que estaba vacía, los agentes iniciaron la ardua búsqueda, que dio sus frutos luego de encontrar los lingotes debajo de una placa de concreto ubicada en la cocina de la casa.
Por todo lo anterior, explicó Caro, los bienes están sujetos a medidas cautelares, incluyendo el embargo y el secuestro, ejecutadas por la Dirección de Investigación Criminal (Dijín) de la Policía Nacional.
El caso ha generado interés general debido al impacto que el narcotráfico y sus prácticas de lavado de dinero tienen en la economía y la seguridad regional. Las autoridades continúan trabajando para establecer más conexiones y buscar la extinción de dominio sobre otros bienes relacionados con la red criminal de Orobio Guerrero.
Qué pretende hacer el Clan del Golfo con el dinero en forma de lingotes de oro
Debido a este hallazgo, en su momento el almirante Orlando Romero, comandante de la Fuerza Naval del Pacífico, explicó en entrevista con Caracol Radio, el 24 de julio de 2024, que esta organización criminal podría estar preparándose para un eventual sometimiento a la ley, por lo que busca garantizar sus ingresos futuros a través de estas reservas de oro.
Según Romero, el proceso de metalización del oro estaría bajo la dirección de un individuo conocido como alias Bacán, quien también estaría implicado en actividades de lavado de activos.
El oro incautado proviene principalmente de la Costa Pacífica, y su extracción está rodeada de historias complejas que mezclan licencias legales con prácticas ilegales. La Fiscalía está encargada de investigar el origen exacto de este metal, aunque se presume que gran parte de él es producto de la minería ilegal.
En otro de los operativos de control que se realizaron durante 2024, pero en febrero, en una carretera que conecta el departamento de Chocó con Medellín, la Policía de Antioquia incautó dos lingotes de oro con un peso total de aproximadamente 15 kilos. El oro, valorado en 1.300 millones de pesos, estaba oculto en un vehículo cuyo conductor mostró un comportamiento sospechoso al ser detenido por las autoridades.
El comandante de la Policía de Antioquia, coronel Carlos Andrés Martínez, explicó que el oro fue extraído mediante minería ilegal en el Chocó, una región donde el Clan del Golfo ejerce un fuerte control sobre las minas clandestinas. Este grupo criminal es conocido por su influencia en la minería ilegal, lo que les permite financiar sus actividades delictivas.
Durante el operativo, un agente de la Policía de Tránsito y Transporte notó el nerviosismo del conductor, lo que llevó a una inspección más detallada del vehículo. Fue entonces cuando se descubrieron los lingotes de oro escondidos, que estaban destinados al mercado negro de Medellín, según las autoridades.
El oro incautado ha sido puesto bajo la custodia del Banco de la República mientras se lleva a cabo el proceso judicial correspondiente.