El 12 de noviembre se confirmó que 18 exlíderes de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) fueron designados como gestores de paz por el Gobierno Petro en Colombia, lo que ha generado múltiples críticas por el pasado y los antecedentes que tienen varios de ellos.
Además de Salvatore Mancuso, “Don Berna”, “Macaco” o “HH”, uno de los nombres que más destaca en el listado es el de Rodrigo Tovar Pupo, más conocido como “Jorge 40″, que ordenó y encabezó la masacre de El Salado, una de las peores en la historia de Colombia.
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.
¿Quién es “Jorge 40″?
Oriundo de Valledupar, el caso de Tovar Pupo es similar al de Salvatore Mancuso porque se trata del hijo de una familia acomodada que terminó siendo uno de los miembros más destacados de las autodefensas. Antes de tomar las armas era conocido como “Papa”, al que recordaban por su sentido del humor y la historia que contaban sobre su nacimiento.
“Nació muerto”, afirmó uno de los exvecinos de “Jorge 40″ a la BBC para recordar que el cordón umbilical estuvo a punto de ahorcar a Tovar, que en su adolescencia se mudó a Bogotá para seguir los pasos de su padre (que fue militar); sin embargo, una lesión de meniscos evitó que logrará ingresar al ejército.
En Valledupar trabajó con la alcaldía municipal como secretario de hacienda, pero luego de que su familia fue víctima de extorsiones por parte de las Farc, decidió unirse a las AUC tras ser invitado por Salvatore Mancuso, que al observar que Tovar era una pieza clave en el tráfico de armas, decidió ofrecerle la comandancia del bloque norte de las autodefensas.
Intentó ser llamado por el alias de David, pero luego cambió para quedarse con el sobrenombre de Jorge 40, con el que buscaba hacer una referencia de los cuarenta días que duró el diluvio y a los que estuvo Jesús en el desierto tentado por el diablo.
La necesidad de sumarle un número a su sobrenombre se debió a que en la región también delinquía Jorge Gnecco, al que Tovar Pupo señaló de inculparlo de sus crímenes.
En El Salado siguen recordando a “Jorge 40″
Se estima que durante su tiempo en las AUC ordenó el asesinato de miles de personas, pero es la masacre de El Salado la que más le recuerdan, puesto que ese municipio de Bolívar fue cerrado por alrededor de 750 hombres armados, que llevaron a todos los pobladores al parque principal para interrogarlos por su “vínculo” con la guerrilla.
Ante la falta de respuestas, se afirma que los paramilitares terminaron dándole un número a cada ciudadano y sortearon el orden de los asesinatos hasta que alguien hablara; luego de varios días y de asesinar a 63 personas, “Jorge 40″ y sus hombres permitieron que los sobrevivientes volvieran a sus hogares.
Además de las muertes, este hecho dejó un saldo de 23 desaparecidos y un aproximado de 4.000 habitantes que terminaron siendo desplazados de sus tierras.
Luego del proceso de paz con el Gobierno nacional, “Jorge 40″ rechazó colaborar con las autoridades en Estados Unidos y terminó siendo extraditado en 2008, lo que consideró una traición por parte del Estado. En Norteamérica tuvo varios casos de depresión tras ser condenado por narcotráfico, algo que sigue negando hasta la fecha.
Otro hecho por el que ha sido destacado Tovar es porque es referenciado como el propulsor de la “parapolítica”, de la que se comenzó a hablar luego de que fue incautado uno de sus computadores en la captura de un comandante de las AUC. En el dispositivo de “Jorge 40″ había nombres de varios políticos, de los cuales la mayoría terminaron siendo condenados por su vínculo con las autodefensas.
En Estados Unidos, Tovar Pupo se reencontró con un viejo conocido, se trataba de Ovidio Ricardo Palmera, uno de sus vecinos de infancia en Valledupar, que años más tarde fue conocido como “Simón Trinidad”, miembro destacado de las Farc.
Luego de que deslegitimaran los señalamientos que lo ligaban al narcotráfico, “Jorge 40″ fue deportado a Colombia en 2020; desde entonces permanece en la cárcel de La Picaleña en Ibagué, en donde ha intentado en varias ocasiones unirse a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
El último escándalo en el que se vinculó al exlíder paramilitar se registró en 2022, cuando su hijo, Jorge Tovar, logró convertirse en representante a la Cámara por la circunscripción transitoria especial para la paz.