Un ciudadano colombiano de 34 años está en varios titulares de los principales medios de España luego de conocerse los estremecedores detalles tras su captura. El hombre es acusado de violar a su expareja sentimental, de 33 años, y de arrojarla por las escaleras de un departamento (o “piso”, como se conoce en ese país) ubicado en Madrid.
Aunque los hechos solo se conocieron la mañana del martes 12 de noviembre de 2024, la Policía Municipal había detenido al hombre dos días antes, el domingo 10 de noviembre.
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Los detalles alrededor de este caso tienen conmocionada a toda España, ya que se reveló que la mujer y el ciudadano colombiano habían terminado su relación, de la cual quedaron tres hijos, lo que motivó a la mujer a mantener contacto con su expareja.
Luego de la separación, la mujer se mudó a otra vivienda con sus hijos. Fue en el portal de entrada de ese edificio donde el colombiano esperó su llegada, según informó El Mundo. La agresión sexual y la caída, ocurrida en la calle Julia Nebot de Carabanchel, dejaron a la mujer con graves heridas.
Lo que más ha alarmado a las autoridades y al personal médico que le brinda atención física y psicológica es que, según el testimonio de la víctima, el agresor habría actuado con la intención de comprobar si ella había tenido relaciones sexuales con otra persona.
La mujer logró llegar al hospital 12 de Octubre gracias a un amigo a quien llamó para que la trasladara de inmediato tras contarle lo ocurrido. Minutos después, los oficiales acudieron al centro médico para tomar el testimonio de la víctima, en un nuevo caso de violencia contra la mujer que pone en evidencia la situación que muchas mujeres enfrentan, no solo en España y Colombia, sino en todo el mundo, debido a agresiones que, en muchos casos, ni siquiera pueden ser denunciadas.
Un caso que pone en evidencia la violencia contra la mujer en España
La mujer trató de subir hasta el piso en donde se encontraban su madre y sus tres hijos, pero el hombre la sujetó fuerte y la violó, y luego la arrojó de las escaleras mientras huía. Además de la lesión sexual, la mujer sufrió varios traumatismos.
Ya en el hospital, la víctima de la agresión le contó a los oficiales que decidió separarse de su pareja y que tenía varios mensajes en su celular que la mujer destacó como “amenazantes”, y que esto le generaba miedo de salir a la calle.
Otro ciudadano colombiano fue condenado por asesinar a su expareja en España
El 6 de noviembre de 2024, la Audiencia Provincial de Málaga en España dictó una sentencia de 19 años de prisión para un ciudadano colombiano, Leonel Herrera, por el asesinato de su expareja, Natalia Mosquera, también de nacionalidad colombiana. Según Infobae, el crimen se descubrió tras el hallazgo de los restos de Mosquera en la playa Las Cañas, en Marbella, el 8 de enero de 2023.
El caso generó conmoción en el país, ya que Herrera había violado una orden de alejamiento impuesta por la justicia. La relación entre Herrera y Mosquera duró aproximadamente siete meses, aunque inicialmente se había informado que fueron cuatro. En noviembre de 2022, Mosquera decidió terminar la relación, lo que habría sido el detonante del trágico desenlace.
Durante el juicio, iniciado el 16 de octubre de 2024, se reveló que Herrera llevó a Mosquera a la playa donde la asesinó. El tribunal calificó el acto como “deplorable” y señaló que Herrera actuó con un “expreso desprecio al sexo femenino de la víctima”, según declaraciones recogidas por Infobae.
La captura de Herrera se produjo cuatro días después del descubrimiento de los restos, gracias a las investigaciones llevadas a cabo por la Policía Nacional de España. Este caso ha resaltado la importancia de las medidas de protección para las víctimas de violencia de género y la necesidad de su cumplimiento estricto.
El crimen y la posterior condena han puesto de relieve la gravedad de los delitos de violencia de género y la respuesta judicial ante tales actos. La sentencia de 19 años refleja la severidad con la que el sistema judicial español trata estos casos, buscando justicia para las víctimas y un mensaje de tolerancia cero hacia la violencia de género.