Cinco ofertas de trabajo falsas con las que buscan estafar vía WhatsApp: conozca cuáles son y cómo evitarlas

Con la creciente necesidad de empleo en el país, las ofertas laborales fraudulentas han aumentado en los últimos años. Los estafadores aprovechan la necesidad de los buscadores de empleo para engañarlos con vacantes bastante atractivas, pero falsas.

En los últimos meses, han incrementado las propuestas de trabajo difundidas a través de la plataforma de WhatsApp. Además, gracias a los avances tecnológicos, los delincuentes han creado nuevas estrategias para estafar y desocupar sus cuentas bancarias o robar información.

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Hay que tener en cuenta que la mayoría de los mensajes que envían los delincuentes a través de la plataforma se hacen bajo el nombre de marcas reconocidas. Sin embargo, dichas compañías no tienen nada que ver con estos fraudes.

Los delincuentes en Colombia, al igual que en otros países, han utilizado diversas estrategias fraudulentas a través de WhatsApp para engañar a las personas. Algunas de estas estrategias es imitan vacantes de trabajo (que ya existen) con el fin de robar información personal o en algunos casos dinero.

En todos estos casos, los delincuentes utilizan la urgencia, la promesa de empleos bien remunerados o la apariencia de empresas reconocidas para engañar a sus víctimas. Es fundamental verificar la autenticidad de cualquier oferta de trabajo y evitar realizar pagos o entregar información personal a través de canales no oficiales.

Los delincuentes se hacen pasar por empresas de seguridad privada que están buscando nuevos empleados. A través de WhatsApp, envían mensajes diciendo que la persona fue seleccionada para una entrevista, pero para “confirmar su participación” deben pagar por el costo de un curso o realizar un depósito por “gastos administrativos”.

Se hace pasar por reclutadores de grandes multinacionales, ofreciendo empleo en áreas de ventas, atención al cliente o recursos humanos. Piden enviar datos personales o realizar una “prueba de evaluación”, que implica hacer un pago para acceder a un supuesto software de formación o materiales de prueba.

Los delincuentes envían mensajes ofreciendo empleos remotos que aseguran una gran remuneración. Se solicita que las personas compren herramientas o software específicos que “necesitan” para trabajar, o incluso realizar un pago por adelantado para comenzar. A menudo, estos trabajos son inexistentes y el objetivo es estafar a las víctimas.

Usan WhatsApp para contactar a las víctimas ofreciendo trabajos en call centers, con horarios flexibles y buenas comisiones. Los interesados deben pagar una supuesta “cuota de inscripción” o “material de capacitación” antes de comenzar, pero una vez que el dinero es transferido, desaparecen sin dar respuesta.

Los delincuentes envían mensajes asegurando que están realizando una convocatoria para empleos en entidades del gobierno, como ministerios o alcaldías. Piden a los interesados que envíen su hoja de vida y que paguen por el “registro” o “verificación de datos” para ser incluidos en el proceso, cuando en realidad nunca existió tal convocatoria.

• Desconfiar de ofertas demasiado buenas para ser verdad: si le ofrecen un trabajo con un salario muy alto y sin requisitos claros, es probable que sea falso.
• Verificar la fuente: investigar la empresa que ofrece el trabajo. Asegurarse de que tenga presencia en línea, como una página web oficial o perfiles en redes sociales profesionales. Si la oferta proviene de un número desconocido o no verificado, desconfía.
• No compartir información personal: no envíe datos sensibles como su número de identificación, dirección o detalles bancarios a través de WhatsApp, especialmente si no conoce bien a la persona o empresa que lo contacta.
• Investigar el proceso de selección: las empresas legítimas suelen tener procesos de selección más formales, que incluyen entrevistas y pruebas. Si la oferta no incluye estos pasos o le piden que pague algo por adelantado, es una señal clara de estafa.
• Revisar el lenguaje: las ofertas de trabajo fraudulentas suelen tener errores gramaticales, ortográficos o un tono demasiado informal. Si la comunicación parece poco profesional, es mejor no seguir adelante.