El próximo 15 de noviembre de 2024, los cielos de Colombia ofrecerán una vista especial: la última superluna del año, conocida como la luna de castor.
Este fenómeno, observable en su punto máximo a las 16:29 hora local (21:29 GMT), iluminará el firmamento con una intensidad y tamaño ligeramente superiores al de una luna llena común, debido a su proximidad a la Tierra.
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Este evento celeste no solo destaca por su nombre de origen cultural, también por su particular ubicación en la constelación de Aries y por la oportunidad de observar el cúmulo estelar de las Pléyades, visibles a simple vista desde zonas alejadas de la contaminación lumínica.
Origen de la luna de castor
La luna de castor toma su nombre de las tradiciones de las tribus indígenas de Norteamérica, que designaban nombres específicos a cada luna llena según las características de cada mes.
En noviembre, este nombre proviene de la observación del comportamiento de los castores que en esta época intensifican su actividad para preparar sus diques y almacenar comida antes del invierno.
Otra explicación apunta a que, durante este mes, los cazadores colocaban trampas para capturar castores, aprovechando sus pieles para el abrigo durante el invierno.
¿Qué es una superluna?
Una superluna ocurre cuando la Luna llena coincide con su paso más cercano a la Tierra, un punto de su órbita denominado perigeo.
Aunque el aumento de tamaño y brillo es perceptible, esta diferencia es sutil a simple vista, pues en promedio, la superluna aparece un 7% más grande y un 16% más brillante que una Luna llena estándar.
Por lo tanto, para el próximo 15 de noviembre de 2024, la superluna de castor se elevará en el horizonte colombiano con un leve incremento en su tamaño y luminosidad, una ocasión especial para los observadores del cielo y entusiastas de los fenómenos astronómicos.
Cómo y cuándo ver la luna de castor en Colombia
El mejor momento para observar la luna de castor en Colombia será en la tarde del 15 de noviembre, alrededor de las 4:29 p. m. al estar en fase de oposición; es decir, cuando la Luna se encuentra en posición directamente opuesta al Sol, con la Tierra en el medio, por lo que la luna llena será visible en todo su esplendor, aunque dependiendo de las condiciones meteorológicas.
Para maximizar la experiencia visual, se recomienda buscar un lugar con mínima interferencia de luces artificiales, pues además de la superluna, los observadores podrán disfrutar de la cercanía visual de las Pléyades, un cúmulo estelar que se encuentra en la constelación de Tauro y que, en lugares con cielos despejados, es perceptible a simple vista.
Otros fenómenos: “luz de la Tierra” y lunas diurnas
Durante las fases crecientes y menguantes, es posible observar un efecto llamado “luz de la Tierra” o brillo ceniciento, que ocurre cuando la superficie de la Tierra refleja luz solar hacia la parte no iluminada de la Luna.
Este fenómeno otorga un suave resplandor al lado oscuro de la Luna, perceptible solo en cielos despejados y sin contaminación lumínica.
Aunque se asocia a la Luna con la noche, también es posible verla durante el día en ciertas fases, especialmente en el cuarto creciente y menguante.
En estas fases, la Luna se encuentra en un ángulo favorable respecto al Sol, lo que permite verla como una figura tenue en el cielo diurno.
Durante la luna nueva y la luna llena, sin embargo, el satélite permanece fuera de nuestro campo de visión diurna, ya sea porque no refleja suficiente luz o porque está bajo el horizonte.