Una noche de lluvias torrenciales dejó una profunda huella en varias zonas de Cartagena, con el impacto más fuerte registrado en el Centro Histórico, Bocagrande y el norte, donde las lluvias no cesaron hasta la mañana del sábado 9 de noviembre. Este aguacero, que sorprendió a los residentes con su intensidad, provocó inundaciones en diversos puntos, especialmente en áreas vulnerables cercanas a la ciénaga de la Virgen, como los barrios Olaya, San Francisco, Candelaria y La María. Las calles se transformaron en ríos, lo que complicó la circulación vehicular y dejó a muchos residentes atrapados en sus hogares.
La Boquilla, una comunidad que también sufrió las consecuencias de este fenómeno climático, vio cómo las aguas invadían las calles, afectando a cientos de familias. Aunque no se reportaron víctimas fatales o damnificados graves, el número de personas afectadas podría superar las 2.000, según las estimaciones de las autoridades locales. A pesar de la situación difícil, los habitantes se organizaron para ayudar a los más necesitados, mostrando una solidaridad que se convirtió en una luz de esperanza en medio del desastre.
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Por otro lado, en Pasacaballos, en el extremo opuesto de la ciudad, los habitantes también enfrentaron serios inconvenientes debido a las fuertes lluvias que azotaron la región. A pesar de que la situación fue crítica, el balance inicial realizado por la Oficina para la Atención de Riesgos y Desastres no reportó víctimas, aunque se mantiene en curso el análisis de las afectaciones en las zonas más golpeadas. Los niveles de agua en algunos sectores de esta zona se elevaron rápidamente, lo que incrementó las preocupaciones sobre posibles desbordamientos.
El informe preliminar de las autoridades confirma que la lluvia afectó principalmente a sectores vulnerables, ya que muchas de estas áreas se encuentran cerca de cuerpos de agua como la ciénaga, lo que aumenta el riesgo de desbordamientos e inundaciones. Las lluvias, que parecían interminables durante la noche, también llevaron consigo la preocupación de los residentes, quienes enfrentaron no solo las inundaciones, también el miedo a posibles deslizamientos de tierra en las zonas más altas.
Las autoridades continúan realizando un balance detallado para evaluar los daños en infraestructura y la posible reubicación de familias que se encuentran en áreas de alto riesgo. Además, se pusieron a disposición equipos de emergencia para ofrecer asistencia a las víctimas y garantizar que las condiciones de seguridad se restablezcan lo antes posible.
¿Qué hacer en inundaciones?
En caso de inundaciones, es fundamental que usted siga ciertas recomendaciones para proteger su seguridad y la de los suyos. Primero, manténgase informado. Escuche las alertas meteorológicas y siga las indicaciones de las autoridades locales para conocer la magnitud de la situación y saber si es necesario evacuar. En segundo lugar, asegúrese de tener un kit de emergencia con agua potable, alimentos no perecederos, linternas, baterías, medicamentos y un botiquín de primeros auxilios.
Si las aguas comienzan a subir, desconecte los aparatos eléctricos y cierre la llave de paso del gas para evitar riesgos de electrocución o incendios. Evite caminar o conducir en áreas inundadas, ya que el agua puede arrastrar personas y vehículos con facilidad. Recuerde que incluso niveles de agua relativamente bajos pueden ser peligrosos y esconden obstáculos invisibles.
Al evacuar su hogar, lleve consigo documentos importantes y objetos de valor en bolsas herméticas. Si permanece en su vivienda, busque refugio en los pisos superiores, pero nunca en un ático sin salida de emergencia, ya que puede quedar atrapado.
Una vez que el nivel de agua baje, evite el contacto con el agua de la inundación, ya que puede estar contaminada. Inspeccione su hogar para identificar posibles daños estructurales antes de reingresar, y evite encender la electricidad hasta que un profesional verifique la seguridad del lugar. Finalmente, manténgase atento a las instrucciones de las autoridades y esté preparado para cualquier situación adicional que pueda surgir.