Colombia es considerado un país de alto riesgo sísmico debido a que se encuentra en el Cinturón de Fuego del Pacífico, una región que concentra el 75% de los volcanes que existen en el mundo y donde suceden aproximadamente el 80% de los temblores más fuertes a nivel mundial.
También conocido como Anillo de Fuego del Pacífico, está integrado por la zona montañosa del oeste de Argentina, Chile, Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Honduras, Guatemala, México, Estados Unidos y Canadá, para luego doblar a la altura de las Islas Aleutianas y bajar por las costas e islas de Rusia, Japón Taiwán, Filipinas, Indonesia, Malasia, Timor Oriental, Brunéi, Singapur, Papúa Nueva Guinea, Islas Salomón, Tonga, Tuvalu y Nueva Zelanda.
En el caso específico de Colombia, el país se localiza en dos áreas de subducción importantes, pues por un lado tiene la placa de Nazca con la Sudamericana y ésta última que también choca con la placa del Caribe, lo que da paso a que tiemble constantemente.
Ante esta situación, los departamentos de Nariño, Chocó, Caldas y Santander son los lugares en donde más tiembla; en éste último se encuentra el municipio de Los Santos, que es la segunda zona más sísmica del mundo.
El monitoreo de la actividad sísmica en Colombia es un proceso integral que involucra varias instituciones y tecnologías para detectar, registrar y analizar los movimientos telúricos que ocurren en el territorio nacional. La entidad principal encargada de esta tarea es el Servicio Geológico Colombiano (SGC), a través de su Red Sismológica Nacional de Colombia (RSNC).
Componentes del monitoreo sísmico:
Entre las recomendaciones que debe tener en cuenta al momento de ayudarle a una persona de la tercera edad en caso de sismo, están:
Los sismos no pueden prevenirse, pero sí puede estar alerta al momento que suceden. Con el fin de preparar a las personas ante este tipo de eventos, Google cuenta con una opción con la que puede recibir notificaciones sobre eventos telúricos.
Para activar la notificación usted debe abrir en su dispositivo la pestaña “Configuración”. Después busque “Alertas de sismos” y seleccione esta opción, luego active las alarmas. De esa forma puede acceder a estas notificaciones.
En emergencias relacionadas con desastres naturales, como terremotos, huracanes e incendios forestales, es importante no solo salvaguardar la vida propia y la de las demás personas, sino también la de los animales. Por eso, el Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal de Bogotá planteó un listado de recomendaciones a tener en cuenta para evacuar con mascotas en situaciones de riesgo.
En caso de un temblor en Colombia, es esencial contar con un kit de emergencia adecuado. Este kit debe incluir agua potable, alimentos no perecederos y una linterna con baterías adicionales. Es fundamental disponer de un radio a pilas o de manivela para recibir información en tiempo real, así como un botiquín de primeros auxilios, un silbato para situaciones de ayuda, y una máscara contra polvo junto con paños húmedos. También es útil tener bolsas de basura y cuerdas, además de una llave inglesa o alicate para emergencias.
El kit debe contener copias de documentos importantes y ropa adicional, así como artículos especiales para bebés, ancianos o personas con necesidades específicas, además de cargadores portátiles para dispositivos móviles. Se recomienda revisar y actualizar el contenido del kit al menos una vez al año, prestando atención a las fechas de vencimiento de alimentos y medicamentos, así como a las necesidades personales y familiares que puedan cambiar con el tiempo.
Los recientes temblores en el municipio de Los Santos, Santander, han generado preocupación en parte de la población colombiana. El Servicio Geológico Colombiano (SGC) expuso la razón por la cual tiembla en esa región, que convierte a Bucaramanga en una de las capitales más afectadas por los sismos.
Un evento sísmico ocurrió el 10 de noviembre de 2024 a las 08:40 hora local, con una magnitud de 2,6 y una profundidad superficial menor a 30 km, en la región de Carmen del Darién, Curbaradó, en el Chocó, Colombia. Si ha sentido este sismo, se le invita a reportarlo a través del siguiente enlace: sismosentido.sgc.gov.co. Para más detalles, visite sgc.gov.co.
De acuerdo con la Unidad Nacional para la Gestión del Riego de Desastres (Ungrd) un sismo es la liberación súbita de grandes cantidades de energía, que se representan a través de ondas que se desplazan por el interior de la tierra y que al llegar a la superficie puede ser percibida por las personas, animales y hasta estructuras.
Entre los terremotos más significativos en la historia de Colombia, se encuentra el de Popayán en 1983, el cual causó más de 300 muertes, numerosos heridos y la destrucción de edificaciones, marcando un hito en la historia de la ciudad y del país. El sismo del Eje Cafetero en 1999, con epicentro en Armenia y una magnitud de 6,2, resultó en la muerte de más de 1.000 personas, dejó a decenas de miles sin hogar y provocó pérdidas materiales significativas en la región.
El terremoto de Tumaco en 1979, de magnitud 8,1, fue seguido por un tsunami que afectó gravemente la costa de Nariño, con alrededor de 500 muertos y daños importantes en la infraestructura. En 1995, el terremoto de Los Santos, de magnitud 6,8, no causó víctimas mortales pero sí daños materiales significativos en varias localidades de Santander. Por último, el terremoto de Cúcuta en 1875, con una magnitud estimada de 7,3, destruyó gran parte de la ciudad y afectó seriamente las regiones circundantes, con miles de víctimas mortales
Pasadas 24 horas del sismo de magnitud 6.1 que sacudió a Colombia, millares de Colombianos aún presentan síntomas de mareo o desorientación, incluso, pensando que sigue temblando. Esas sensaciones son pasajeras, pues se trata del ‘Síndrome de Mareos Post Temblor’, el cual se genera de forma involuntaria.
Para evacuar correctamente del lugar de trabajo en caso de sismo, es fundamental que las personas mantengan la calma y eviten el pánico, permitiéndoles pensar y actuar con claridad. Deben dirigirse a las zonas seguras previamente identificadas, como marcos de puertas o debajo de mesas resistentes, y evitar el uso de ascensores, optando siempre por las escaleras para evacuar el edificio.
Se deben seguir las instrucciones del personal de seguridad o de emergencia. Las personas deben salir rápidamente pero con precaución hacia la salida de emergencia más cercana, sin detenerse a recoger objetos personales, y protegerse de posibles escombros cubriéndose la cabeza y el rostro mientras se desplazan. Una vez fuera, deben dirigirse al punto de encuentro establecido para asegurar que todos estén fuera del edificio y contabilizados. Participar en simulacros regulares puede mejorar la eficiencia y seguridad durante una evacuación real.
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