La primera semana de noviembre estuvo cargada de tensiones entre el presidente Gustavo Petro y el exmandatario Álvaro Uribe, después de que el jefe de Estado usara sus redes sociales para acusar a Santiago Uribe de ser uno de los fundadores del grupo paramilitar “Los 12 Apóstoles”, que tuvo presencia en el departamento de Antioquia.
De hecho, tras los enfrentamientos en redes sociales entre los referentes políticos de derecha e izquierda, en la mañana de este domingo 10 de noviembre, el expresidente y líder del Centro Democrático publicó una nueva columna de opinión en la que denunció presiones políticas ejercidas por el presidente para influir en la justicia en el inminente fallo de primera instancia.
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Además, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) ha circulado un organigrama donde se designa a Santiago Uribe como cabecilla del grupo paramilitar que actuó en Antioquia desde 1992, por lo que el exmandatario salió en defensa de su hermano y dio un completo detalle de lo que ha ocurrido ante la justicia.
“Ante la presión del Presidente Petro para que condenen a mi hermano; también de la JEP, que con oportunismo político, hizo reciente publicación de un viejo organigrama criminal, en el cual aparecen personas absueltas por la justicia; de organizaciones políticas de izquierda y de un periodista, se presenta este resumen del caso, extraído del juicio y revisado por los distinguidos juristas de la defensa de mi hermano”, señaló el expresidente.
Según indicó, el proceso judicial contra Santiago Uribe cobró fuerza cuando se reabrió en 2010, diez años después de haber terminado con decisiones absolutorias a su favor después de que Juan Carlos Meneses, exmayor retirado de la Policía, fuera señalado como uno de los artífices de una campaña para escenificar un show mediático que llevó a la reactivación de las investigaciones.
El expresidente Uribe describió a Meneses como un mentiroso que no se presentó al juicio para confrontar sus declaraciones. “Es él quien fue a declarar en Argentina para montar todo el show periodístico que buscó generar el que se reabriera la investigación, que ya había sido diez años atrás clausurada con una segunda decisión absolutoria confirmatoria de la resolución inhibitoria en beneficio de Santiago Uribe”, señaló el exmandatario.
De hecho, Álvaro Uribe señaló que en el caso fue vinculado el sacerdote Gonzalo Palacio, al que se le acusó de ser el líder intelectual de Los 12 Apóstoles al compartir información relevante de sus “enemigos” obtenida mediante confesión.
“El sacerdote Palacios y otros de los incriminados fueron defendidos por destacados juristas como el maestro y tratadista Fernando Velásquez, Luis Bernardo Ruiz Jaramillo y el doctor Jesús María Valle Jaramillo, quien fue asesinado por paramilitares. No sobra recordar que el Dr Valle Jaramillo y mi persona tuvimos diferencias que algunos temerarios han utilizado para acusarme injustamente de su asesinato. ¡A quién se le puede ocurrir que Jesús María Valle fuera a defender a un paramilitar!”, mencionó Uribe.
De hecho, el expresidente señaló que las mentiras del policía Meneses se cayeron cuando la justicia logró comprobar que Santiago Uribe no se reunió con él, como lo comentó el oficial en sus declaraciones, lo que tumbó por completo su versión de los hechos.
“Y resulta que, afortunadamente, se pudo probar cómo esos días del 5 al 10 de enero del año 1995, Santiago Uribe estuvo siempre en Manizales durante la feria de Manizales, donde tenía que llegar antes para llevar los toros de lidia y luego estar también en todos los eventos, en la clausura y correspondientes actos sociales, en donde quedó como un hito para la historia de esa plaza el ser indultado el toro “Bolero” por parte del gran torero Enrique Ponce, español. Y otro español que fue corneado y hospitalizado, recibió la visita de Santiago Uribe”, continuó el líder del Centro Democrático.
Uribe también arremetió contra Eunicio Alfonso Pineda Luján, un testigo con diagnóstico de esquizofrenia, quien aparentemente fue utilizado mediante dádivas económicas para fabricar mentiras en su contra. Uribe sostuvo que fue “un falso testigo financiado durante 15 años”.
Pineda Luján había implicado inicialmente a Santiago Uribe, pero su excompañera desmintió todas sus declaraciones ante la Fiscalía, revelando que nunca hubo tortura ni presencia de paramilitares en sus alrededores.
“Esta persona fue mantenida fuera del país por 15 años, llevada a varios lugares, a Ecuador, a Chile, a España, para ir modificando y estructurando un falso testimonio, dando a entender que había sido torturado por orden de Santiago Uribe y que escapó milagrosamente. (...) Este falso testigo financiado de esa manera durante 15 años, fue totalmente desmentido, entre otras probanzas, porque, gracias al trabajo de la propia Fiscalía General de la Nación, se encontró a la que era su compañera sentimental y de vida de la época, cuando estuvo viviendo en Yarumal”, se lee en la columna de opinión del expresidente.
Asimismo, el exmandatario indicó que reconocidos líderes de grupos paramilitares como alias ‘Julián Bolívar’, de las Autodefensas Unidas de Colombia, intentaron fabricar testimonios falsos contra su hermano, que también terminaron desmoronándose en el tribunal.
“Que todas estas eran presiones construidas por los contradictores políticos de Álvaro Uribe Vélez. Es decir, se acreditó durante el juicio a Santiago Uribe Vélez cómo había un complot orquestado, al parecer por los enemigos, y con la connivencia de la Fiscalía liderada por el fiscal de Santos, Eduardo Motealegre Lynneth, que reabrió estos procesos y que finalmente condujo a la detención de Santiago Uribe Vélez, quien recuperó su libertad y quien espera que finalmente se haga justicia en su caso”, continuó Uribe.
Según sus anotaciones, su hermano Santiago Uribe también fue implicado en el homicidio del conductor de bus Camilo Barrientos, aunque Uribe asegura que el crimen fue comandado por el mismo Meneses junto a otro policía.
“En cuanto al homicidio del conductor del bus escalera Camilo Barrientos, por el cual también fue acusado, quedó reconocido, por su propio protagonista, que había sido el resultado de una reyerta con un policía, y que ese policía, de apellido Amaya, motivado por Juan Carlos Meneses, dieron ambos la orden a sicarios para que lo asesinaran, sicarios que ellos llevaron desde Medellín y que tenían directa relación con el mayor Meneses. Nada tuvo que ver Santiago Uribe Vélez en ese homicidio”.
Finalmente, Uribe refutó los supuestos vínculos entre su familia y las fuerzas ilegales, señalando que episodios como estos son anteriores a su gestión como gobernador de Antioquia. “Estos casos son anteriores a mi ejercicio como gobernador de Antioquia.”, concluyó el exmandatario.