La reciente colaboración de Karol G con grandes figuras del reguetón colombiano como Maluma, J Balvin, Feid, Blessd, Ryan Castro, DFZM y Ovy On The Drums en la canción +57 ha generado gran controversia.
La canción, que rápidamente alcanzó más de 8 millones de reproducciones en YouTube, ha sido criticada por diversos sectores de la sociedad debido a su letra, particularmente la frase “mamasita desde los 14″, que hace referencia a la sexualización de menores.
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María Fernanda Carrascal, congresista, fue una de las voces más destacadas en criticar la canción. A través de sus redes sociales, Carrascal expresó su firme rechazo a la letra, especialmente a la mención de la frase “mamasita desde los 14″.
Según la congresista, en un país como Colombia, donde se enfrenta un grave problema de abuso sexual infantil y tráfico de menores, no se puede permitir que una canción masiva normalice una frase tan inapropiada.
“Cuánto me alegra la conversación que ha generado +57, el rechazo y desaprobación a su letra es la muestra de un necesario cambio cultural que los y las artistas deben atender y ayudar a profundizar. Este país no puede permitirse nada que promueva la sexualización de las niñas que termina, muchas veces, en mercantilización y en violación”, señaló Carrascal.
La crítica de Carrascal se alinea con otras voces del ámbito político y social. Katherine Miranda, también congresista, se mostró igualmente indignada con la frase mencionada en la canción.
En sus declaraciones, Miranda apuntó que una referencia como esta es irresponsable en el contexto de las serias problemáticas de Colombia, donde el turismo sexual infantil es una realidad preocupante, y donde los casos de abuso sexual infantil están a la orden del día.
“Creo que no es correcta la frase ‘mamasita desde los 14′ en un país que está sufriendo de turismo sexual infantil y continuamente estamos viendo casos de abuso sexual infantil”, manifestó Miranda, instando a la reflexión y la responsabilidad.
Gustavo Petro, presidente de Colombia, también se unió al debate cultural generado por +57, destacando la importancia de reflexionar sobre los mensajes que se transmiten a través de la música popular.
En sus declaraciones, Petro manifestó que la canción refleja una “confrontación cultural” entre la “superficie y el fondo de las cosas”, una lucha que, según él, la juventud está librando principalmente en los barrios.
Por su parte, Catherine Juvinao, representante de la Cámara por Bogotá, también criticó la canción por su falta de originalidad y creatividad.
En sus declaraciones, Juvinao señaló que, si los artistas iban a abordar un tema tan relevante como el de Colombia, deberían hacerlo con mayor esfuerzo y profundidad.
“Si van a hacer una canción que se llame +57, al menos hagan un esfuerzo de creatividad por el país. ¿Pero salir con el pum pum monótono de hace 20 años y la misma letra vulgar trasnochada, qué desperdicio?”, dijo Juvinao, cuestionando la falta de innovación y el uso repetitivo de recursos en la canción.
La presidenta de Proantioquia, María Bibiana Botero, también se sumó a las críticas. En un mensaje personal, Botero compartió su angustia como madre de una niña de 14 años.
Según Botero, la canción representó una oportunidad perdida para crear un mensaje positivo, uniendo esfuerzos en torno a un propósito común, pero terminó siendo una “sexualización banal” de los niños, lo cual considera inaceptable. “La sexualización de niños no puede ser un negocio, ni banalizarse, ni normalizarse. Todo mal”, concluyó.
La polémica no se limita solo a las reacciones locales, ya que la revista Rolling Stone también publicó un artículo titulado “El desastre de ‘+57′”, donde criticaron duramente tanto la letra como la producción musical del tema.
El artículo señala que, más allá de su mensaje problemático sobre la sexualización de menores, la canción perpetúa una visión estereotipada y superficial de la cultura colombiana.
Según la revista, lo que pudo haber sido una oportunidad para resaltar la riqueza cultural del país terminó siendo una repetición de los clichés más usuales del reguetón, con un ritmo genérico y letras vulgares que no contribuyen a una reflexión constructiva.