Colombia cuenta con 1968 especies de aves, según el último reporte del Comité Colombiano de Registros Ornitológicos (Ccro), lo que, además de generar orgullo, debe representar una seria responsabilidad en su cuidado y protección. Además de concientizar a los ciudadanos a no tener aves como mascotas.
A propósito, el jueves 7 de noviembre, en una vivienda del barrio Kennedy, en la comuna 7 Robledo, de Medellín (Antioquia), se llevó a cabo un operativo conjunto entre la Policía Nacional, Ejército, Fiscalía y la administración Distrital, que permitió la incautación de 14 aves que se encontraban en deprohables condiciones de permanencia. Entre las especies rescatadas se encontraba un loro frentirrojo y canarios costeños.
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De acuerdo con los hallazgos de las autoridades, la avifauna rescatada no contaba con buenas condiciones de hábitat, pues las jaulas tramperas no son aptas ni espaciosas para mantener aves; además, el plumaje, la baja condición corporal y picos dañados evidenciaban el maltrato físico que presentaban los animales.
“Se encontraban en condiciones de maltrato animal dadas la situación de alimentación y hacinamiento que se tenía en su cautiverio”, expresó sobre el operativo de rescate Álvaro Zapata, líder de vigilancia ambiental del Área Metropolitana del Valle de Aburrá.
Según indicó Zapata, las aves fueron trasladas a un centro de atención y valoración para su rehabilitación; asimismo, se realizarán los análisis correspondientes para determinar si cumplen con las características para regresar a su hábitat natural.
Entre tanto, el propietario de las aves rescatadas está siendo investigado por presunto maltrato animal, aprovechamiento ilícito de especies y manejo ilegal de fauna silvestre
Los comentarios frente a este presunto acto de maltrato animal abrieron el debate del por qué estas especies siguen siendo mantenidas en cautiverio como mascotas. “Tiene que ser un gran h*** el que todavía en estos tiempos tiene aves enjauladas”; “Con tal que no las vayan a sacrificar como a Peanut”; “Esa gente tetra mal*** que todavía tiene jaulas que? Brujas? (sic)”, fueron algunas reacciones de rechazo a esta práctica.
Cabe señalar que el 10 de septiembre de 2024, las autoridades rescataron 19 aves silvestres que permanecían en condiciones lamentables en una vivienda del barrio La Misericordia, en Copacabana (Antioquia), lo que representa el esfuerzo de combatir el tráfico ilegal de fauna silvestre.
Estos son los efectos nocivos de mantener especies de aves en cautiverio
De acuerdo con la bióloga Johana Izquierdo, entonces funcionaria del Centro de Fauna Silvestre de Bogotá, en 2020, suelen recibir aves con fracturas y golpes que derivan en problemas osteomusculares, daños en su sistema respiratorio, y problemas gastrointestinales provocados por deshidratación y mala alimentación. Estos problemas surgen del abrupto cambio de ambiente, debido a que ciudades como Bogotá tienen una altitud y clima muy diferentes a los hábitats cálidos de donde provienen aves como las loras y canarios costeños.
Por un lado, las loras, miembros de la familia de los psitácidos, son aves inteligentes y sociables que viven en zonas cálidas y húmedas. Cuando estas aves llegan al Centro de Fauna, los especialistas observan que la mayoría presenta daños graves en su plumaje, alas y cola, pues les cortan las plumas para que no puedan volar. Por esta razón, muchas ni siquiera saben que pueden volar. Además, el sistema digestivo de estas aves se deteriora debido a una dieta inadecuada durante el cautiverio, lo que compromete su salud a largo plazo.
Otro de los efectos observados es el crecimiento excesivo del pico y las garras, una consecuencia de la falta de contacto con los árboles que, en su hábitat, les ayudan a limar estas partes de su cuerpo de manera natural. Este descuido lleva a deformaciones dolorosas, dificultando aún más su recuperación.
El cautiverio también altera profundamente el comportamiento de las loras. Estas aves, que por instinto deberían evitar la cercanía con humanos, terminan imitando sus conductas y vocalizaciones, lo cual afecta sus posibilidades de regresar a la vida silvestre. Muchas aprenden a repetir palabras humanas, olvidando sus propios cantos naturales. Esta domesticación involuntaria disminuye su capacidad de identificar a los humanos como posibles amenazas y dificulta su supervivencia en libertad.