Anderson David Fernández Zambrano, de 26 años, perdió la vida en un ataque sicarial ocurrido en el barrio Las Malvinas, al suroccidente de Barranquilla, mientras que su padre, Mario Enrique Fernández Ruiz, de 58 años, resultó herido.
El incidente tuvo lugar la noche del jueves 7 de noviembre de 2024, cuando ambos se encontraban en una reunión familiar en la calle 96 con carrera 7B, según informaron varios medios locales.
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El ataque fue perpetrado por dos hombres que llegaron en una motocicleta. Uno de ellos descendió del vehículo y abrió fuego directamente contra Anderson David, quien recibió seis disparos en el pecho, según el reporte médico de la Clínica San Ignacio, donde fue declarado muerto. Su padre, Mario Enrique, intentó intervenir y fue herido con un disparo en la pierna derecha y otro en el brazo derecho, pero se encuentra en recuperación.
Oneida Zambrano, madre de Anderson y esposa de Mario Enrique, relató a los medios que el sicario se ensañó con su hijo, y aunque intentó defenderlo con una silla, no pudo evitar el fatal desenlace. La familia se encontraba en la puerta de su casa cuando ocurrió el ataque, y el sicario persiguió a Anderson hasta dispararle repetidamente, según narró Oneida a El Universal.
Hasta el momento, las autoridades no han determinado los motivos detrás del ataque. La madre de la víctima aseguró que desconocía si su hijo estaba involucrado en actividades ilícitas, ya que nunca le confesó nada al respecto.
En declaraciones a los medios, Oneida expresó su incertidumbre sobre las razones del ataque y solicitó ayuda a la comunidad para poder sepultar a su hijo, cuyo cuerpo permanece en el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses.
El caso ha conmocionado a la comunidad de Las Malvinas, y las autoridades han iniciado una investigación para dar con los responsables del crimen. La policía está revisando las cámaras de seguridad de la zona y recopilando testimonios que puedan arrojar luz sobre el ataque.
La noche del sábado, en el barrio Las Américas de Barranquilla, un acto de violencia estremeció a la comunidad durante la celebración del Día del Amor y la Amistad. Yesid Manuel Acosta Pedraza, de 41 años, fue asesinado en un atentado sicarial mientras compartía con vecinos en la vía pública.
Dos hombres armados, a bordo de una motocicleta, dispararon repetidamente contra Acosta Pedraza. El intento de huida de los atacantes se vio frustrado cuando la motocicleta se volcó, permitiendo que la comunidad, testigo del crimen, reaccionara con furia.
Los dos sicarios fueron rodeados y atacados por la multitud con piedras y objetos cortopunzantes, resultando en la muerte instantánea de uno de ellos, cuya identidad aún no ha sido confirmada por las autoridades.
Infobae reportó que el segundo atacante, identificado como Carlos Andrés Guerrero Valera, fue capturado por la policía en el lugar de los hechos. Videos aficionados capturaron los momentos de tensión, mostrando a los residentes observando a los sicarios tendidos en el pavimento, uno de ellos ya sin vida. Ambos vestían camisetas blancas, y uno llevaba un jean mientras el otro una pantaloneta.
Este incidente resalta la creciente preocupación por la seguridad en la región y la respuesta violenta de las comunidades ante la criminalidad. La Policía Metropolitana de Barranquilla continúa investigando el caso para esclarecer los motivos detrás del ataque y la identidad del sicario fallecido.
La comunidad y las autoridades locales han expresado su preocupación por la eficacia de las fuerzas del orden en la gestión de eventos críticos. La presión sobre la policía ha aumentado, ya que se espera que desarrollen métodos más eficientes para prevenir y responder a incidentes violentos. Este desafío se ha convertido en un tema central de debate entre los líderes comunitarios y los responsables de la seguridad pública.