En términos de seguridad aérea, el país no está en las mejores condiciones. Según explicó el presidente Gustavo Petro en la ceremonia de los 105 años de la Fuerza Aérea Colombiana, realizada en Madrid (Cundinamarca), la flota Kfir que tiene Colombia no está siendo útil, debido a su antigüedad.
Los aviones en cuestión tienen 50 años de uso y han sido reparados en múltiples ocasiones, por lo que ahora están presentando fallas y están poniendo en riesgo la vida de los pilotos. Por eso, teniendo en cuenta la “vejez” de la actual flota de aviación, es necesario reemplazarla, porque puede implicar el quebranto de la “soberanía”.
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“Esa nueva flota de aviones, de la flota estratégica de Colombia, de la Fuerza Aeroespacial de Colombia, no va a causar un impacto fiscal para este año ni para el año entrante, ni para el que sigue”, precisó. Los aviones contarán con la última tecnología y servirán para evitar acciones que puedan “romper la soberanía” del país.
Pues, Colombia ha encaminado algunas negociaciones que le permiten tener años a su favor, para que la compra de los aviones no genere un impacto negativo en la actual crisis fiscal y presupuestal que se afronta.
No brindó información sobre le fecha en la que se tendrá la flota completa, pero aseguró que, espera participar en el primer vuelo, así para entonces ya no sea el presidente de la República. “Soy de los pocos seres humanos que se ha subido en una nave de esas y roto la velocidad del sonido”, dijo.
Asimismo, resaltó la importancia de que el país le apueste a contar con varios proveedores de material armamentístico, alejando los riesgos de que Colombia se convierta en un país dependiente de un solo productor.
“No podemos depender de un solo proveedor de armas hoy en el mundo, creo que es una equivocación dada las condiciones en que se está desarrollando la geopolítica mundial. Una forma de ser independientes es ser plurales en los abastecimientos de la logística de la fuerza pública de Colombia y no permitir monopolios”, detalló el primer mandatario.
Según detalló, el país tiene un abanico de posibilidades extranjeras en cuanto a la venta de armas, porque es “muy codiciado” por otros países que se dedican a la comercialización de este tipo de artículos.
La negociación sobre el offset: una compensación por la compra de armamento
De acuerdo con el primer mandatario, la adquisición de la nueva flota tiene un componente. Se trata de una negociación “offset”, que implica el recibimiento de una compensación para el país por haber utilizado sus recursos para la compra de tecnología para la guerra. “Es lo que el país y la empresa constructora de ese tipo de tecnología puede ofrecerle a Colombia que no es de guerra”, explicó el jefe de Estado, indicando que lo que se busca es un ofrecimiento en materia de paz.
El ministro de Defensa, Iván Velásquez, se refirió al respecto ante varios medios de comunicación. Se trata de una transferencia de tecnología necesaria, que se hace “siempre” en procesos de negociación y contratación.
Asimismo, indicó que, inicialmente, el modelo offset estaba dirigido casi totalmente a la industria militar, lo que quiere decir que los intercambios entre las partes estaban enfocados en la parte armamentística. Pero ahora, siguiendo las instrucciones del presidente de la República, se busca que la adquisición de armas también tenga una compensación para el país, por ejemplo, en “temas de energía”.
“Que podamos tener un apoyo de parte de la empresa que sea finalmente seleccionada y que la transferencia tecnológica esté dirigida en ese sentido”, aclaró el jefe de la cartera.