Angélica Jaramillo, tras confesar sus problemas con las drogas, reveló que escapó del centro de rehabilitación: “Me sentí secuestrada”

La modelo colombiana Angélica Jaramillo, que fue el centro de atención a mediados de octubre de 2024 en las redes sociales por su ingreso en una clínica de rehabilitación por consumo de drogas, habló por primera vez para contar todo su testimonio.

Desde agosto del año en curso, cuando en sus redes sociales publicó un video en el que reconoció su situación, no había vuelto a ofrecer declaraciones hasta el 8 de noviembre de 2024, cuando decidió contar todo su proceso en entrevista con la periodista Vicky Dávila.

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“Había tomado un tiempo prudente, han pasado varios meses desde que hice la publicación. Y bueno, hablo a través de mi verdad, porque se han escuchado varias versiones, se han tergiversado, y considero que puedo llegar a esos corazones para que no les pase a ellos (...)”, dijo durante la primera parte de la entrevista.

Entonces relató que “esta es una historia que tomé de decisión de llevar a otro nivel, porque venía pasando el tema de que hace muchos años probé las drogas con una persona que amé profundamente y que ya no está en mi vida, en este plano terrenal”.

Indicó que las probó y dejó de consumir durante algún tiempo, pero años después volvió a las sustancias psicoactivas, en los que “pasó muchas circunstancias adversas”, con una posible sugerencia a consumo ocasional.

Pero contó que fue una situación dura que vivió en Cali la que la llevó a “encerrarse” y buscar refugio en las sustancias. Detalló que fue cuando volvió a su memoria su matrimonio, en el 2003, y llegaron a su corazón los recuerdos de su esposo. Y aunque dijo que no le dio depresión, sí experimentó problemas en su estado de ánimo.

Entonces “Quise ir a buscar alguien con quién conversar y llegué a un sitio que no era el más adecuado para ese momento que estaba pasando. Estaban consumiendo en ese lugar”, dijo. En medio de ese contexto, dijo que se reunió con amigos a los que le recibió “unito, dositos, tresitos (sic)”. Aceptó que consumió tussi, y que se sintió “desleal” consigo misma y cuestionó “su caracter”.

Sin embargo manifestó que ya estaba “limpia” y que decir sus circunstancias no son “sencillas de contar”.

Angélica Jaramillo también reveló detalles impactantes sobre su experiencia en un centro de rehabilitación del que decidió escapar. Según el diálogo con Dávila, Jaramillo explicó que su decisión de huir se debió a que fue llevada al centro contra su voluntad y sufrió maltratos durante su estancia. La modelo, conocida por su participación en programas de televisión, había sido internada en octubre de 2024 por su familia, que buscaba ayudarla a superar su adicción a las drogas.

Jaramillo compartió que durante su tiempo en el centro, fue sometida a condiciones extremas, incluida la experiencia de pasar ocho días en una celda. Relató que seis personas la llevaron a la fuerza y que se sintió como si estuviera secuestrada. Esta situación la llevó a planear su escape, especialmente después de que se le impidiera comunicarse con sus hijos y su familia no la visitara.

“Me tocó vivirlo, fue muy fuerte, 26 días, ocho días en una celda, me entraron seis personas, me lastimaron. Me llevaron a la fuerza. No era necesario. Me llevaron a las malas. Me sentí secuestrada”, dijo.

La modelo aprovechó una oportunidad para escapar cuando un amigo del centro, que tenía permiso para salir debido a una enfermedad, le permitió salir con él. Una vez fuera, Jaramillo se ocultó en un bosque cercano y luego llegó a una carretera, donde fue encontrada por un taxista que la ayudó a contactar a su madre. Su madre realizó una transferencia al taxista para que pudiera llevar a Jaramillo de regreso a Bogotá.

Jaramillo había confesado públicamente su lucha contra la adicción en agosto de 2024 a través de un video en Instagram, lo que generó una ola de apoyo y preocupación por parte de sus hermanas, Laura y Sofía Jaramillo, quienes expresaron el dolor que la situación había causado a la familia. A pesar del sacrificio que implicó para su familia internarla en el centro, Jaramillo sostiene que la experiencia fue traumática y que “no era necesaria” una medida tan drástica.