Carlos Fernando Galán, alcalde de Bogotá, informó que las fuertes lluvias que azotaron el norte de la ciudad provocaron el colapso del canal de desagüe en el humedal Torca-Guaymaral, generando inundaciones que afectaron gravemente la movilidad en la autopista Norte.
La tormenta, que se intensificó alrededor de las 4 de la tarde, obligó al cierre de ambos sentidos de la vía, complicando el tránsito y bloqueando rutas de transporte escolar, según reportó el mandatario local en sus cuentas de redes sociales.
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El alcalde Galán explicó en una entrevista con La W que el nivel del agua en el humedal alcanzó niveles alarmantes debido a que esta sección de la autopista fue construida sobre un humedal, lo que dificulta el drenaje natural.
Esta situación dejó atrapados a estudiantes y personal docente en varios colegios cercanos, como el colegio El Camino, donde 45 niños y sus profesores permanecieron en el lugar hasta que se habilitaron rutas de evacuación durante la madrugada.
La Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) es la entidad responsable de la administración y mejora de este tramo de la autopista, en el marco del proyecto “Accesos Norte 2″.
Este proyecto contempla elevar la autopista para mejorar la conectividad hídrica y mitigar futuros riesgos de inundación.
Sin embargo, según las declaraciones de Galán, las obras aún no han comenzado debido a retrasos en la aprobación de licencias ambientales, lo que ha perpetuado los problemas históricos en esta zona, informó el mandatario en la emisora.
La gravedad de los hechos
Aunque la Alcaldía se defendió, la situación generó críticas en redes sociales y entre los ciudadanos, quienes cuestionan la rapidez de respuesta de los equipos de emergencia. Según Galán, el acceso de grúas y vehículos de rescate se vio obstaculizado por el colapso de las vías, lo que obligó a que los primeros equipos de bomberos llegaran en motocicletas para atender la situación.
En algunos puntos, los conductores se vieron obligados a actuar como agentes de tránsito improvisados, ya que varios vehículos quedaron atrapados en contravía. Galán hablo de la importancia de avanzar en los estudios de movilidad, especialmente en la ampliación de vías alternativas y el fortalecimiento de la infraestructura existente.
Además, hizo un llamado a revisar la situación de la autopista Norte y la necesidad de impulsar proyectos como la ampliación de la Avenida Boyacá, cuyo progreso ha sido detenido debido a preocupaciones ambientales sobre la reserva Van der Hammen.
La autopista Norte y la Anla
La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) archivó la solicitud de licencia ambiental para la ampliación de la Autopista Norte en Bogotá, presentada por la concesionaria Ruta Bogotá Norte. Según la Anla, el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) presentado contenía deficiencias significativas, entre ellas la falta de un análisis detallado sobre la conectividad ecológica e hidrológica entre los humedales Torca y Guaymaral, dos ecosistemas cruciales en el Distrito.
La decisión de archivar la solicitud no significa que el proyecto sea inviable de manera definitiva. La Anla aclaró que la concesionaria tiene la posibilidad de volver a presentar la solicitud de licencia ambiental, siempre y cuando se subsanen las deficiencias técnicas identificadas. Este proceso es parte de los requisitos necesarios para asegurar que el proyecto cumpla con las normativas ambientales vigentes.
Entre los aspectos técnicos problemáticos que la Anla encontró se encuentran las dimensiones de las obras de cruce en quebradas importantes, las cuales no estaban alineadas con el Plan de Ordenamiento Zonal del Norte (POZ). Este plan es un marco regulador que establece las directrices para el desarrollo urbano y la protección ambiental en la zona norte de Bogotá.
La ampliación de la Autopista Norte es un proyecto de infraestructura que busca mejorar la movilidad en una de las principales arterias de la capital colombiana. Sin embargo, la protección de los humedales y el cumplimiento de las normativas ambientales son aspectos críticos que deben ser considerados para avanzar con el proyecto.
La Anla, como entidad encargada de evaluar y otorgar licencias ambientales en Colombia, tiene la responsabilidad de garantizar que los proyectos de infraestructura no comprometan los ecosistemas y recursos naturales del país. La revisión y archivo de solicitudes son parte de su función para asegurar que se cumplan los estándares ambientales.