En respuesta a un reciente brote de fiebre amarilla en el departamento del Tolima, el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, anunció una serie de medidas para contener la propagación del virus en la región, que afecta a municipios como Villarrica, Cunday, Purificación y Prado.
Durante una rueda de prensa realizada en la tarde del jueves 7 de noviembre de 2024, Jaramillo se refirió a la urgencia de actuar frente a este brote que afecta una zona que hasta ahora no había registrado casos recientes de esta enfermedad endémica.
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El ministro explicó que, en colaboración con el Gobierno departamental y los municipios afectados, se desplegó personal de salud adicional y se han movilizado equipos de atención desde otros municipios para fortalecer la respuesta en la región.
En total, se estima que cerca de 135,000 personas residen en la zona de influencia del brote, muchas de las cuales están afiliadas a las Entidades Promotoras de Salud (EPS) que han ofrecido su apoyo logístico y médico.
“En este momento estamos trabajando de la mano del gobierno departamental, de los gobiernos municipales y de todos los hospitales de la región,” afirmó el ministro, que explicó que el esfuerzo incluyó la movilización de personal para realizar jornadas de vacunación intensiva; como también, la puesta en marcha de un Puesto de Mando Unificado (PMU) para estar al tanto de la situación: “Estamos en un trabajo muy dedicado, tenemos un PMU, yo he estado asistiendo a estas reuniones del PMU”
De acuerdo con lo que explicó el ministro Jaramillo, la zona afectada abarca áreas de selva y bosque como la Reserva de Galilea, que conecta con municipios en departamentos vecinos, lo que aumenta el riesgo de propagación.
Hasta el momento, más de 7,000 personas han sido vacunadas en la región y las autoridades esperan completar la vacunación de toda la población en riesgo en los próximos días: “Recomendamos a los turistas que planeen visitar la región este fin de semana que se vacunen como medida de precaución,” indicó Jaramillo, que concluyó que con estas medidas “aspiramos a que ese brote quede totalmente controlado”.
¿Qué es la fiebre amarilla?
Es una enfermedad vírica aguda y hemorrágica transmitida principalmente por mosquitos infectados del género Aedes y Haemogogus. Su nombre proviene del característico tono amarillento que la piel adquiere en algunos pacientes debido a la ictericia.
La fiebre amarilla es endémica en algunas zonas tropicales de África y América y se caracteriza por una alta letalidad en casos graves, por lo que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aunque muchas personas pueden presentar síntomas leves o ser asintomáticas, el virus puede causar fiebre alta, dolor muscular, náuseas, vómito, y en casos severos, hemorragias y daño hepático, lo que eleva la mortalidad.
Prevención y medidas de control
En Colombia, la vacunación es la medida preventiva más efectiva contra la fiebre amarilla, pues es segura, accesible y brinda inmunidad en un 95% de los vacunados a partir de las dos semanas de su aplicación.
Por tal motivo, el Ministerio de Salud estableció que el esquema de vacunación debe incluir a la población desde los 12 meses en zonas endémicas y a los 18 meses en el resto del país. La vacuna es gratuita y se encuentra disponible en centros de salud autorizados, especialmente en regiones de alto riesgo.
Además de la vacunación, la prevención del contagio incluye el control de los mosquitos que transmiten el virus, por lo que para reducir la presencia de estos insectos, se recomienda eliminar criaderos de mosquitos como recipientes con agua estancada en áreas urbanas y rurales.
Las autoridades sanitarias aconsejan a quienes viajen a zonas de alto riesgo de fiebre amarilla vacunarse al menos 15 días antes de la fecha de viaje, un requisito obligatorio también para quienes visiten parques nacionales.