La Personería de Medellín lanzó una alerta sobre la crítica situación de salud en el complejo carcelario y penitenciario Pedregal, ubicado en Medellín, donde más de 3.667 personas están privadas de libertad.
Según el organismo, la falta de personal médico es alarmante, pues hay días en los que no hay ningún profesional de salud disponible para atender a los internos.
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El Observatorio Penal, Penitenciario y Carcelario de la Personería ha identificado serios problemas en la prestación de servicios de salud para los reclusos, que incluyen a 1.066 mujeres y 2.601 hombres. De estas mujeres, 394 están sindicadas y 672 condenadas, mientras que entre los hombres, 692 son sindicados y 1.909 condenados.
La insuficiencia de personal médico ha resultado en más de cincuenta casos de complicaciones de salud entre los internos.
“La falta de profesionales de la salud se identificó cuando sólo una médica asistió a las instalaciones, siendo la única profesional encargada de brindar atención tanto a la población masculina como femenina del complejo, lo que expone el limitado acceso a la atención y el desconocimiento por parte del operador Norsalud de la magnitud de la población a atender”, expresó la Personería.
Es así que el Miisterio Público explicó que la ineficiencia en la asistencia médica “ha desencadenado múltiples problemáticas de salud en la población interna, incluyendo un brote cutáneo cuya causa aún no ha sido identificada”.
De esta manera, la entidad ha instado a la Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios (Uspec) a tomar medidas urgentes para resolver la falta de atención médica adecuada en el centro penitenciario. La entidad es responsable de gestionar los recursos para infraestructura, alimentación, bienes y servicios en las cárceles, fue notificada de esta situación crítica en el centro carcelario.
“La Personería Distrital de Medellín insta a las autoridades responsables a tomar medidas inmediatas para garantizar el derecho a la salud de estas personas, cumpliendo con los estándares mínimos de atención en un entorno de reclusión”, indicó.
Finalmente, el Ministerio Público espera proteger los derechos fundamentales de salud y vida de todas las personas privadas de la libertad. “Estos derechos deben ser iguales ante la Ley y tener igual protección, excepto aquellos que esté limitado o restringidos temporalmente por razones inherentes a su condición de privada de libertad”, concluyó la Personaería.
¿Qué dice la Defensoría?
El organismo de control lanzó un llamado urgente al Estado colombiano y al Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) para que se garantice la protección de los derechos humanos de las personas privadas de la libertad.
Esta solicitud surge tras una visita de verificación realizada en el complejo carcelario y penitenciario de alta y mediana seguridad en Pedregal, Medellín, donde se evidenciaron serias deficiencias en la prestación de servicios de salud.
Durante la inspección, liderada por la Delegada para el Derecho a la Salud y la Seguridad Social y la Regional Antioquia, se constató que la infraestructura del establecimiento no es adecuada para atender a los más de 3.000 internos.
Según la Defensoría, no hay servicio de agua en los consultorios odontológicos ni en los de terapia física, y algunos equipos médicos están fuera de servicio. Además, las personas con movilidad reducida enfrentan dificultades para acceder a ciertos servicios, ya que deben subir seis pisos sin un ascensor operativo.
El Fondo Nacional de Salud para Personas Privadas de la Libertad, junto con el operador logístico UT Norsalud PPL, mantiene un contrato para ofrecer servicios de salud de baja y media complejidad. Sin embargo, la Defensoría del Pueblo señaló que estos servicios no son los más apropiados, y que el operador logístico anterior dejó represadas varias atenciones a cientos de usuarios.
Otro problema que se identificó fue la falta de coordinación entre el equipo de Sanidad y el Inpec para el cumplimiento de las citas médicas de los internos. Además, se observó una mala disposición y manejo de los desechos ordinarios, lo que genera olores desagradables en el pabellón de hombres y atrae aves de rapiña a las áreas verdes del centro penitenciario.