La migraña es un trastorno neurológico complejo caracterizado por dolores de cabeza recurrentes y debilitantes, que pueden durar de varias horas hasta tres días. Su impacto en la calidad de vida es significativo, afectando a millones de personas en el mundo. Para aliviar sus síntomas y mejorar el bienestar, es importante comprender los diferentes tipos de migraña, los momentos en los que es necesario buscar atención médica y las estrategias para controlar el dolor.
De acuerdo con un estudio de la Asociación Colombiana de Neurología, los factores principales relacionados con la migraña son el estrés y la ansiedad, responsables del 40% de los casos. Además, el informe destaca el impacto del teletrabajo y la exposición prolongada a pantallas, que representan el 25 % de los desencadenantes más comunes.
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Existen varios tipos de migraña, cada uno con características y síntomas específicos. La migraña sin aura es el tipo más común, caracterizada por un dolor pulsátil, generalmente en un lado de la cabeza, acompañado de náuseas, sensibilidad a la luz y al sonido. Por su parte, la migraña con aura incluye síntomas neurológicos previos al dolor de cabeza, como visión de luces intermitentes, puntos ciegos, hormigueo en extremidades o dificultad para hablar. Este tipo de migraña suele ser más predecible, ya que el aura actúa como una advertencia.
También existen la migraña crónica, que afecta a las personas por al menos 15 días al mes durante tres meses seguidos, y la migraña vestibular, que incluye vértigo y problemas de equilibrio, con o sin dolor de cabeza. Por último, la migraña hemipléjica es una forma rara, en la cual los síntomas se asemejan a los de un accidente cerebrovascular, incluyendo debilidad en un lado del cuerpo. Este tipo requiere atención médica urgente.
Estrategias para aliviar y controlar el dolor
El manejo de la migraña se enfoca en el alivio de los síntomas durante los episodios y en la prevención de futuros ataques. Existen diversas estrategias para controlar el dolor, incluyendo el uso de medicamentos, cambios en el estilo de vida y técnicas de relajación.
- Medicamentos de alivio inmediato: los analgésicos de venta libre, como el ibuprofeno o el paracetamol, son efectivos para dolores leves a moderados. Para los casos más severos, los médicos suelen recetar triptanes, que actúan directamente sobre los vasos sanguíneos y las señales de dolor en el cerebro.
- Tratamientos preventivos: si las migrañas son frecuentes, el médico puede recomendar medicamentos preventivos como betabloqueadores, antidepresivos o anticonvulsivos. Estos fármacos no eliminan la migraña, pero pueden reducir la frecuencia e intensidad de los ataques.
- Técnicas de relajación y manejo del estrés: la reducción del estrés es fundamental, ya que es un desencadenante común de las migrañas. Técnicas como el yoga, la meditación y la respiración profunda pueden ayudar a disminuir la tensión muscular y mental, aliviando algunos síntomas. La terapia cognitivo-conductual también ha demostrado ser eficaz en la reducción de la frecuencia y severidad al enseñar técnicas para el manejo del dolor y la reestructuración de pensamientos negativos.
- Higiene del sueño y alimentación: dormir bien es crucial para evitar la migraña. Mantener horarios regulares y evitar la cafeína o el alcohol en exceso ayuda a mejorar la calidad del sueño y reducir los episodios. Además, algunos alimentos, como el chocolate, los quesos envejecidos, los embutidos y los que son ricos en tiramina, pueden desencadenar una migraña en personas sensibles.
- Aplicación de frío o calor: colocar una compresa fría en la frente o una toalla caliente en la parte posterior del cuello puede aliviar el dolor. El frío actúa como un vasoconstrictor, disminuyendo el flujo de sangre en el área afectada, mientras que el calor relaja los músculos tensos que podrían estar contribuyendo al dolor.