En el acto de posesión de Helver Guiovanni Rubiano García como nuevo superintendente Nacional de Salud, el presidente Gustavo Petro se refirió al modelo de salud que plantea para el país, el cual está dispuesto en el nuevo proyecto de reforma que cursa en el Congreso de la República. Según detalló, este nuevo sistema es necesario para el país porque está basado en la prevención, lo que resulta problemático para algunos opositores, porque no es rentable.
En consecuencia, no dio crédito a las múltiples críticas que han surgido con respecto a la iniciativa, que se hundió en la Comisión Séptima del Senado en abril de 2024 y que volvió a ser presentada. De hecho, culpó a los y las congresistas por no permitir el avance del proyecto, lo que, desde su perspectiva, ha provocado una profundización de la crisis en el sistema de salud actual.
Ahora puede seguirnos en nuestro WhatsApp Channel y en Facebook.
Pues, durante su administración han sido revelados varios casos de corrupción de malos manejos de los recursos públicos en las EPS. La más reciente denuncia tiene que ver con el envío del dinero de la salud a paraísos fiscales.
“Yo quiero que en relación a las EPS intervenidas, que son bastantes porque el sistema no se puede autosostener, como un dominó que va cayendo, la demora del Congreso de la República en aprobar la ley, la reforma, que es para salvar el sistema, pues ha profundizado su crisis. Esa es la realidad. Entre más días pasen, más se profundiza una crisis financiera”, señaló el presidente.
Las nuevas tareas del superintendente
En consecuencia, instó al nuevo superintendente, que reemplaza en el cargo a Luis Carlos Leal, a hacer auditorías permanentes de las EPS que están intervenidas, teniendo en cuenta que el Estado tiene la responsabilidad de sanearlas. Si se identifica a algún funcionario que esté incurriendo en malas prácticas, debe “salir de inmediato”.
Asimismo, explicó que las intervenciones a las entidades promotoras de salud deben mostrar resultados, es decir, sus indicadores en materia de prestación de servicios deben evidenciar mejorías. “Todo interventor o toda interventora que no lo logre, pues debe salir y se debe cambiar”, añadió.
También pidió al nuevo funcionario verificar que las EPS intervenidas sí estén implementando la atención primaria y preventiva de los pacientes, a pesar de que esto no suponga privilegios económicos para los prestadores del servicio. “Curar tiene el negocio en sí mismo, y, en cambio, prevenir, ninguno”, precisó.
A esta solicitud se suma la imposición de un criterio en cada entidad intervenida: que permitan a los pacientes elegir al profesional de la salud que deseen para ser atendidos. Eso quiere decir que será necesario que cada EPS contrate a una amplia red de actores del sistema (hospitales, clínicas, entre otros) para brindar todo un abanico de posibilidades de elección a los usuarios.
El modelo de salud implementado en Bogotá: “Fue destruido”
Por otro lado, defendió la reforma a la salud, sumamente cuestionada por exministros y congresistas, explicando que el modelo preventivo que propone ya fue aplicado en Bogotá, cuando fungió como alcalde. El sistema logró tener un cubrimiento de 800.000 familias, equivalentes a 3.800.000 personas, es decir, casi la mitad de la población bogotana, de estratos 1 y 2.
La implementación de un esquema de atención primaria directa en los hogares de los ciudadanos sirvió para mejorar indicadores de salud, como por ejemplo, la mortalidad infantil y de madres gestantes, así como los casos de morbilidad por determinadas enfermedades. Esto, según detalló, a pesar de que no resulta rentable para el Estado.
“Este modelo, aunque fue destruido en las administraciones subsiguientes de Bogotá, hoy es recogido en el proyecto de ley que se le ha presentado al Congreso de la República, llamado reforma a la salud. Mucha oposición ha tenido de negociantes, que han visto que la salud no es más que un negocio”, aseveró el primer mandatario.