Iván Velásquez, el ministro de Defensa de Colombia, abordó la situación de la posible adquisición de nuevos aviones de combate para la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) en una rueda de prensa dada el 5 de octubre. Además, aclaró que, aunque han surgido muchas versiones, todavía no se ha tomado una decisión definitiva con respecto a la nueva flota.
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“Todavía no hay una definición, hay muchos rumores, pero no hay una declaración del Gobierno. Esperamos la decisión del presidente; una vez tomada, será comunicada”, afirmó Velásquez.
Este comentario se da en un contexto en el que la presunta compra de aviones suecos ha sido tema de recientes reportes en medios de Suecia, los cuales indican que el Gobierno colombiano podría estar considerando la adquisición de aviones de combate fabricados en Suecia, específicamente modelos producidos en Brasil.
Esta posible operación, valorada en aproximadamente 1.200 millones de dólares, desplazaría las ofertas de aviones F-16 de Estados Unidos y otras propuestas provenientes de Francia, de acuerdo con W Radio.
La renovación de la flota de la FAC es urgente, ya que solo el 50% de sus aviones Kfir están actualmente operativos, debido a problemas de mantenimiento y falta de repuestos.
La situación de los Kfir ha sido motivo de preocupación durante años, y la FAC opera actualmente en un estado denominado “arco amarillo”, lo que implica que los aviones no pueden funcionar a su máxima capacidad debido a problemas estructurales.
La decisión sobre esta adquisición será crucial para la capacidad operativa futura de la Fuerza Aérea, y una vez que el presidente tome la determinación, esta será comunicada oficialmente.
El informe del medio sueco Ekot
El ministro Velásquez tuvo que salir a desmentir la información del informe del medio sueco de radio y televisión pública Ekot, que afirmaba que Colombia estaría considerando adquirir estos aviones fabricados en Brasil.
La colaboración entre Saab y Embraer en Brasil ha permitido la inauguración de una línea de producción de aviones Gripen en ese país, siendo la única fuera de Suecia.
Saab ha indicado que las entregas de estas unidades ensambladas en Brasil comenzarán en 2025. Esta colaboración podría facilitar la adquisición de los aviones por parte de Colombia, ya que Saab también ofrece una solución de financiamiento flexible respaldada por el gobierno sueco.
Los aviones Gripen son descritos como aeronaves de combate versátiles e interoperables, capaces de realizar misiones Aire-Aire y Aire-Tierra, además de tareas especializadas como inteligencia, vigilancia y reconocimiento.
Están equipados con un avanzado sistema de soporte que permite al piloto operar en múltiples roles simultáneamente. Entre sus características técnicas se incluyen un radar Aesa, tecnología de enlace de datos y capacidades de Guerra Electrónica, que proporcionan al piloto información clara a través de una pantalla táctil.
Una de las ventajas destacadas del Gripen es su flexibilidad para integrar diferentes tipos de armas, así como su sistema de Guerra Electrónica, considerado uno de los más avanzados del mercado.
Este sistema es capaz de interrumpir los esfuerzos enemigos de interceptación, lo que podría ser un factor decisivo para Colombia en términos de autonomía operativa.
Además, la arquitectura de aviónica abierta del Gripen permite la actualización de capacidades, separando el software de vuelo crítico de la funcionalidad del sistema de misión, lo que podría ser una ventaja a largo plazo para la Fuerza Aérea Colombiana.
El proceso de selección de los nuevos aviones de combate ha sido extenso, con ofertas presentadas desde finales de 2022 y actualizaciones realizadas en 2023. La última evaluación de las propuestas, realizada por la Fuerza Aérea, será fundamental para la decisión del presidente.
Las otras opciones que tiene el Gobierno para renovar la flota de aviones
Además de los aviones Gripen de fabricación sueca, el Gobierno colombiano está considerando otras opciones para renovar la flota de combate de la Fuerza Aérea. Entre estas alternativas se encuentran el F-16 de Estados Unidos, el Rafale de Francia y el Eurofighter Typhoon, fabricado en colaboración entre el Reino Unido, Alemania, Italia y España.
Cada una de estas aeronaves presenta características y costos variados. El Eurofighter Typhoon, con un precio por unidad de entre 100 y 120 millones de dólares, puede alcanzar una velocidad máxima de Mach 2. El Rafale francés, cuyo costo oscila entre 70 y 100 millones de dólares, tiene una velocidad de Mach 1.8.
Finalmente, el F-16 Fighting Falcon estadounidense, el más económico de los modelos en consideración, tiene un costo de entre 15 y 30 millones de dólares por unidad y también puede llegar a Mach 2.