Llegó una de las épocas más esperadas del año por la mayoría de las personas: la Navidad. Muchos se contagian desde noviembre del espíritu navideño y suelen decorar sus casas con bastante anticipación.
Sin embargo, existen unas fechas específicas que, según la tradición deberían ser las estipuladas para armar el árbol de Navidad y darle inicio a las festividades de diciembre.
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De acuerdo con el portal especializado Arquitectura y Diseño, aunque se piensa que se aprovechan estos días festivos al principio de diciembre por tener más tiempo libre, lo cierto es que en la religión cristiana sí que existe un día concreto para poner el árbol de Navidad: el 8 de diciembre (o Día de la Inmaculada Concepción).
Así lo estableció el papa Pío IX en el año 1854, en el que se declaró tal fecha como el día en el que la Virgen María “fue preservada por privilegio único de la mancha original desde el primer instante de su Concepción”.
Siguiendo esta teoría, esta fecha también sería indicada para montar el pesebre en casa. Pero como muchas saben el Niño Jesús no debería colocarse hasta el día de su nacimiento, en Nochebuena, mientras que los Reyes no deberían llegar hasta la noche del 5 de enero. Sin embargo, la mayoría de las personas montan todo el pesebre de una vez.
Varias personas suelen poner el árbol de Navidad el primero de diciembre para empezar el mes contagiándose de todas las festividades. De hecho, este día también es el elegido por muchas autoridades para encender las luces de los árboles de Navidad que hay en lugares públicos, como el del Rockefeller Center en Nueva York.
Otra fecha muy repetida para poner el árbol es el día que comienza el Adviento. De acuerdo a la religión católica, la fecha correcta para colocar y adornar el árbol es el día que comienza el Adviento, un periodo de preparación para celebrar la Navidad que empieza cuatro domingos antes de esta celebración. Este año sería el 28 de noviembre.
Trucos para decorar el árbol de navidad
Elige una paleta de colores: defina una combinación de colores que le guste y que combine con el estilo de su hogar. Los tonos clásicos como el rojo, verde y dorado son populares, pero también puede optar por colores más modernos como el plateado, azul o blanco.
Empezar de adentro hacia afuera: colocar las luces primero. Envolverlas bien en el árbol, empezando desde el tronco y subiendo en espiral hacia las puntas de las ramas. Esto asegura que las luces estén distribuidas de manera uniforme.
Usar una variedad de adornos: combinar diferentes tipos de adornos: esferas, figuras, cintas, lazos y guirnaldas. Las figuras pueden incluir estrellas, ángeles o pequeños obsequios, dependiendo del tema que prefiera.
Crear capas: colocar los adornos más grandes y voluminosos en las zonas más internas del árbol y los más pequeños o delicados hacia las puntas de las ramas para crear profundidad.
Jugar con texturas: además de los adornos brillantes, incorporar otros materiales como piñas naturales, ramitas de pino artificiales, flores secas o cintas de tela que aporten distintas texturas y le den un toque único.
La estrella o la punta: elegir una estrella, ángel o cualquier adorno especial para coronar la cima del árbol. Este es el toque final y puede reflejar el estilo general de la decoración.
Hacerlo personal: agregar toques personalizados, como fotos en pequeñas bolas transparentes, adornos hechos a mano o recuerdos familiares. Esto dará un carácter único a su árbol.
Mantener la armonía: no sobrecargue el árbol con demasiados adornos en una sola zona. Se recomienda distribuir de manera equilibrada para que cada elemento tenga su espacio.
Agregar una falda de árbol: una falda bonita no solo cubre el soporte, sino que también añade un toque cálido y acogedor, especialmente si es de tela o con detalles navideños.
Elementos naturales: si quiere un árbol más rústico, incluir elementos naturales como ramas secas, piñas, canela o incluso unas ramitas de acebo para darle un aire más cálido y orgánico.