En la mañana del 5 de noviembre, el presidente Gustavo Petro se pronunció sobre los cortes de agua que desde antes de mitad de año se llevan a cabo en Bogotá por orden de la Alcaldía, como consecuencia de un desabastecimiento en los principales embalses que surten a la capital del país.
El primer mandatario expuso que esta crisis no se debe al consumo de los ciudadanos, sino a dinámicas extractivistas.
“Bogotá ha entrado a un problema estructural por escasez de agua. Lo que hace crisis en Bogotá no es un exceso de consumo de sus habitantes. Lo que hace crisis en Bogotá es un modelo de desarrollo depredador articulado a grandes negocios de particulares poderosos: grandes especuladores de tierra y dueños del transporte público privatizado y la ausencia de una reforma agraria durante más de dos siglos. Solo pactos sociales pueden ayudarnos a adaptar las regiones al colapso climático”, señaló el presidente Petro.
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No es la primera vez que el presidente Petro cuestiona los métodos de la alcaldía de Carlos Fernando Galán para hacerle frente a los bajos niveles de agua en los embalses que suministran el vital líquido a la capital de Colombia. En X ha hecho no pocas referencias al respecto y eso le ha representado confrontaciones discursivas con el burgomaestre.
“En una ciudad que se queda sin agua, cómo se puede pensar en destruir la Reserva Forestal Thomas Van Der Hammen”, señaló el jefe de Estado. Mientras que, para la ministra de Ambiente, Susana Muhammad, el proyecto, tal y como está planteado, podría ser nocivo para varias zonas verdes de Bogotá, además de incrementar los efectos del cambio climático en la capital del país.
En respuesta al contundente mensaje del gobernante de los colombianos y la titular de la cartera ambiental, el mandatario local aclaró varios puntos de su propuesta, defendiendo su administración en esta materia, en particular en el manejo de la Reserva Forestal Van der Hamen.
En ese sentido, dijo que la Avenida Boyacá, cuyo tramo norte está en construcción, forma parte del Plan de Ordenamiento Territorial (POT) impulsado por Petro durante su periodo como alcalde de Bogotá.
“El POT incluía la Boyacá, extendiéndola hasta la calle 240. Ahora, estamos terminando la obra hasta la calle 183″, afirmó Galán en su cuenta de X.
Según el mandatario de los capitalinos, esta vía no afectará el Bosque de Las Mercedes y cuenta con medidas de conservación ambiental, como pasos especiales para fauna y protección de corredores hídricos en la reserva Thomas Van der Hamen.
De igual manera, insistió que el proyecto es fundamental para el buen funcionamiento de la ciudad. Además de impulsar la biodiversidad y la protección de las zonas verdes de la capital.
“Para este proyecto, clave para la movilidad y el desarrollo organizado de la ciudad, solo se sustraen 20 hectáreas de la reserva, que tiene en total más de 1.395. Este impacto se compensará con cerca de 120 hectáreas en las que se desarrollarán actividades de conservación y restauración en esta reserva” recalcó.
En paralelo, argumentó que la obra por la avenida Boyacá tuvo en cuenta la protección de la fauna y flora de la ciudad, resaltando que esa es la única manera que no se afectaría a la Sabana de Bogotá con construcciones en esa zona.
“Esto, sin mencionar las características de la obra, que incluyen pasos para fauna y pasos para conexión hídrica. El camino para contener el crecimiento desbordado en la sabana de Bogotá es a través de un desarrollo urbano bien planeado y responsable al interior del perímetro urbano de la ciudad, no frenando por completo cualquier proyecto bien hecho”, señaló.