Como Rafael Francisco Hernández Maestre fue identificado el hombre que, presuntamente, asesinó con un garrote al líder indígena de la comunidad arhuaca Julio Zalabata Luque, de 72 años de edad, para robarle posteriormente sus pertenencias en zona rural del municipio de Pueblo Bello, en el noroccidente del departamento del Cesar.
El señalado criminal fue cobijado con medida de aseguramiento y lo privaron de su libertad en un establecimiento carcelario, según informaron en la Fiscalía General de la Nación a través de un comunicado.
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“Con la Jurisdicción Especial Indígena se unieron esfuerzos para avanzar en la identificación y ubicación del responsable del crimen del mayor y líder arahuaco (...) ocurrido el pasado 21 de septiembre (...) El trabajo conjunto permitió establecer que un habitante en la región (...) sería el responsable del homicidio. En ese sentido, un fiscal de la Unidad Especial de Investigación (UEI) obtuvo orden de captura en su contra, la cual fue materializada por la Policía Nacional”, informaron.
Hernández Maestre fue procesado por los delitos de homicidio y hurto agravados, tras las respectivas audiencias de legalización de captura, imputación de cargos y definición de la medida de aseguramiento, donde la Fiscalía presentó el correspondiente material probatorio con el que se demostraría la participación de esta persona en el crimen del líder indígena.
“Los elementos de prueba indican que Hernández Maestre se encontraba en inmediaciones de la vía rural por donde caminaba la víctima del hurto. Al percatarse que el líder arhuaco cruzaba por el lugar, al parecer, se lanzó con un palo y lo golpeó en la espalda en varias oportunidades causándole la muerte. Posteriormente, le habría arrebatado las pertenencias”, detallaron en el organismo investigador.
Recién ocurrió el homicidio del integrante de la comunidad ancestral del Caribe, en el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) recordaron que la víctima cumplía una importante función en ese territorio del Cesar.
“Era un reconocido mamo, fundador y autoridad tradicional indígena de la comunidad arhuaca Kwanimun, al interior de la cual tenía un papel conciliador y de apoyo para la solución de conflictos (sic)”, publicaron en su cuenta oficial de la red social X.
Homicidios de líderes sociales han tenido una pequeña reducción
De acuerdo con los datos que maneja Indepaz, los crímenes en contra de los líderes sociales se redujeron en un tímido 4 % entre enero y octubre de este año, con 150 casos, mientras que en el mismo periodo del 2023 se tenía el registro de 156 hechos.
En esas cifras de la ONG también se evidencia que se ha reducido a más de la mitad los crímenes en contra de los representantes indígenas, donde en los primeros 10 meses del 2023 se habían asesinado a 30 de ellos, en cambio hasta octubre de este año se contaron 18 homicidios de líderes de las comunidades ancestrales.
Sin embargo, el exterminio de los descendientes de los primeros habitantes del territorio que hoy conforma a Colombia no cesa e incluso uno de esos crímenes tuvo como consecuencia que el presidente de la República, Gustavo Petro, suspendiera los diálogos con la disidencia que responde al mando de Néstor Gregorio Vera Fernández, alias Iván Mordisco.
Se trató del asesinato de la lideresa indígena Carmelina Yule Paví, de 53 años en el momento de su deceso, quien fue ultimada, presuntamente, por miembros de ese grupo armado organizado el pasado 16 de marzo en la vereda La Bodega de Toribío, en el norte del departamento del Cauca.
La mujer acompañaba a la Guardia Indígena cuando trataban de rescatar a un menor de edad de esa comunidad que había sido reclutado de manera forzosa por los insurgentes.