A tres meses de que las elecciones presidenciales que se llevaron a cabo en Venezuela, y de las que el dictador Nicolás Maduro Moros se declaró ganador, continúan las críticas con respecto a la posición de dos de los mandatarios vecinos al país sudamericano: Gustavo Petro, de Colombia, y Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil, que pese a que han exigido al régimen presentar las actas que demuestren su triunfo, todavía no han recibido respuesta alguna por parte del polémico gobernante.
Los más recientes señalamientos en este sentido provienen de Andrés Velásquez, reconocido dirigente nacional de La Causa Radical, que el domingo 3 de noviembre denunció en sus redes sociales que Maduro y sus séquitos “claman” a Petro y Lula para que “callen” frente a lo acontecido en las urnas; en las que habría sido desconocida el triunfo del opositor Edmundo González por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE), y también por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
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Velásquez no dudó en señalar que existió un robo por parte de Maduro, pues no permitió una auditoría de los resultados que divulgó la máxima autoridad electoral de Venezuela, ni tampoco ha puesto a disposición de la prensa y la opinión pública la evidencia que certifique su supuesto triunfo; de cara al periodo 2025-2030, del que tomaría posesión el 10 de enero. De hecho, la página web del CNE no está en línea desde aquella jornada, lo que ha alimentado las sospechas de fraude.
“Maduro se siente ofendido por cualquiera que le diga que perdió las elecciones del 28J, que su proclamación no tiene ningún asidero de transparencia. Por eso clama para que Lula y Petro callen y se hagan los locos frente al robo electoral. Ni los venezolanos ni el mundo callarán”, comentó Velásquez en su perfil de X, con lo que dejó claro su inconformismo frente a lo que está sucediendo en su país, que ha sido gobernado un cuarto de siglo por el chavismo.
¿Cuál es la postura de Colombia y Brasil sobre situación en Venezuela?
Frente a las denuncias del dirigente opositor, durante el transcurso de la semana del 28 de octubre al 2 de noviembre, el ministro de Relaciones Exteriores de Colombia, Luis Gilberto Murillo, protagonizó un fuerte rifirrafe con el canciller del régimen, Yván Gil, debido a que reiteró que de parte del Gobierno de Gustavo Petro no se reconocerá un nuevo mandato de Maduro si no hay soporte de los resultados del CNE y el TSJ, que hasta el momento siguen sin hacer públicas las actas.
“La postura del Gobierno Nacional sigue siendo clara: la presentación de las actas debe realizarse antes de que culmine el actual período presidencial, el 10 de enero de 2025. De lo contrario, como ya lo ha expresado el señor presidente Gustavo Petro, Colombia no otorgará reconocimiento a los resultados”, expresó Murillo en respuesta al exrector de la Universidad Nacional, Moisés Wasserman; una postura que apoya el Gobierno de Brasil, en lo que respecta al régimen venezolano.
Ante esto, la respuesta de Gil no se hizo esperar, y por vía de su canal de Telegram arremetió contra el funcionario colombiano, al que acusó de “actuar de manera pusilánime” al momento de abordar, en un encuentro bilateral que sostuvieron durante la COP16 en Cali, la situación política al otro lado de la frontera. Una respuesta que, como era de esperarse, no cayó bien en el Gobierno Petro; lo que dio pie para el inicio de un intenso contrapunteo entre ambos.
“Parece que el Canciller Murillo actuó de manera pusilánime al momento de abordar la realidad en nuestro encuentro bilateral, siempre apegado al respeto a la soberanía e independencia de Venezuela mientras repasábamos la cooperación entre ambos países. Sin embargo, ante los micrófonos de la prensa, aflora el chantaje que recibe desde la ultraderecha y de los Estados Unidos de Norteamérica, atacando por la espalda, con falsas narrativas que no es capaz de discutir frente a frente. Venezuela le responderá en su momento y se arrepentirá de la constante intromisión en nuestros asuntos internos”, expresó Gil.