La muerte de Anneth Yesely Medina Rivas, una mujer de 44 años, durante una abdominoplastia en Medellín, ha puesto de manifiesto un alarmante incremento de fallecimientos relacionados con procedimientos estéticos en la región.
Según las autoridades, este caso se suma a una serie de incidentes similares que han cobrado la vida de 12 personas en Antioquia en lo que va del año, de las cuales 10 eran mujeres y 2 hombres.
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.
De acuerdo a Telemedellín, el suceso ocurrió en la madrugada del primero de noviembre en el sector de Patio Bonito, en El Poblado. Medina Rivas, originaria de Quibdó, Chocó, es la segunda víctima en una semana por cirugías estéticas, lo que ha generado preocupación entre las autoridades de salud locales.
Dora Arcila, subsecretaria de Salud Pública de Antioquia, destacó la gravedad de la situación y mencionó que actualmente se están monitoreando 207 casos de complicaciones derivadas de estos procedimientos.
Arcila subrayó la importancia de verificar la legitimidad de las instituciones y los profesionales de la salud antes de someterse a cualquier intervención estética. “Es crucial asegurarse de que tanto la institución como el médico cuenten con todos los requisitos de habilitación”, afirmó, según el informe.
La mayoría de estos procedimientos han sido realizados por personas sin la habilitación adecuada, lo que ha llevado a las autoridades a intensificar los controles y a promover campañas de concienciación sobre los riesgos asociados a las cirugías estéticas no reguladas.
Dos mujeres mueren en la misma semana
La muerte de Medina Rivas se produjo poco después del fallecimiento de Ana Evelin Ardilla Pérez, de 38 años, quien también perdió la vida tras una operación en un “consultorio clandestino” en el centro de Medellín.
Según informaron las autoridades, Ardila sufrió complicaciones durante un procedimiento de lipotransferencia, lo que llevó a su abandono en el lugar por parte de quienes realizaban la intervención.
El procedimiento comenzó alrededor de las 5:30 p.m. en el segundo piso del edificio San Ignacio. Este lugar, que alberga tanto viviendas como oficinas, carece de la certificación y las condiciones necesarias para llevar a cabo intervenciones estéticas, según indicaron los familiares de la víctima a las autoridades.
Durante el procedimiento, los familiares escucharon gritos de Ardila, pero después de una hora, el silencio se apoderó del lugar. Según el medio El Colombiano, dos hombres y una enfermera que asistían en la intervención salieron del apartamento con la excusa de llamar a una ambulancia, pero en realidad huyeron en un vehículo.
Al ingresar a la habitación, los familiares encontraron a Ardila convulsionando y con una herida abierta en la parte baja del abdomen. A pesar de que llamaron a una ambulancia, el personal médico que llegó al lugar confirmó que la mujer ya no presentaba signos vitales.
Ardila, originaria de Planeta Rica, Córdoba, residía en el barrio Castilla de Medellín y era ama de casa. En el lugar donde fue hallada, las autoridades encontraron instrumentos quirúrgicos y documentos de identificación que podrían ayudar a localizar a los responsables del procedimiento ilegal.
Recomendaciones de las organizaciones de salud
Ante esta situación, la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica y Reconstructiva y las autoridades de salud han enfatizado la importancia de que los pacientes tomen medidas de seguridad al considerar someterse a procedimientos estéticos.
Es crucial que los interesados verifiquen la información de los cirujanos en el Registro de Talento Humano en Salud para asegurarse de que cuentan con los estudios y permisos necesarios.
Además, se recomienda que los pacientes comprueben que el lugar donde se realizarán la cirugía tenga una estrella de habilitación otorgada por la Secretaría de Salud Municipal o Departamental. La ausencia de esta certificación indica que el establecimiento no está autorizado para realizar cirugías.
Las autoridades de salud han anunciado un endurecimiento de los controles para identificar y cerrar las llamadas “clínicas de garaje” que operan sin la debida habilitación. Este esfuerzo busca proteger a los pacientes de los riesgos asociados con procedimientos realizados en condiciones inadecuadas.
Por último, se aconseja a los pacientes buscar la opinión de al menos dos expertos antes de decidirse por un procedimiento, y estar atentos a ofertas que presenten precios significativamente más bajos que el promedio del mercado, ya que esto puede ser una señal de alerta sobre la calidad y seguridad del servicio ofrecido.