La preocupación en Salgar, municipio del Suroeste de Antioquia, sigue creciendo tras dos homicidios que elevaron la cifra de muertes violentas en la región a un total de 26 en lo que va del 2024. Esta cifra supera ya los 13 casos registrados durante todo el 2023, lo que marca un aumento significativo en la violencia local y enciende las alarmas de las autoridades y la comunidad.
Uno de los últimos hechos violentos involucra a Juan Diego Pérez, un joven de 22 años, cuyo cuerpo sin vida fue hallado en el sector El Planchón, vereda El Chaquiro Parte Baja, el 30 de octubre. Según el informe de las autoridades, la víctima presentaba múltiples impactos de arma de fuego, lo que evidenciaría la intencionalidad de su muerte y agrava la situación de seguridad en la zona.
Ahora puede seguirnos en nuestro WhatsApp Channel y en Facebook.
El otro asesinato ocurrió también en la misma vereda de El Chaquiro. En esta ocasión, el cuerpo sin identificar de un hombre fue encontrado en una zona rural con signos de múltiples disparos. Según testimonios de la comunidad, se escucharon varios tiros hacia las 5:30 a. m, lo que indicaría la gravedad de los hechos y la violencia que rodea a esta región.
Estos homicidios, que tuvieron lugar durante la temporada de la Cosecha Cafetera, pusieron bajo vigilancia a las autoridades y al mismo tiempo causaron inquietud entre los habitantes de Salgar, quienes expresaron su temor ante el aumento de la inseguridad en su territorio.
Condena a extranjero por asesinar a mujer y esconder su cuerpo en carpintería
En Medellín, un crimen atroz que estremeció a la comunidad en 2019 finalmente tuvo un cierre. Johan Antonio Perozo, ciudadano venezolano de 37 años, fue condenado a 35 años y 4 meses de prisión por el asesinato de Paula Andrea Restrepo, que se habría negado a pagarle 10.000 pesos. La condena fue emitida por un tribunal que evaluó las pruebas presentadas por la Fiscalía, las cuales demostraron con claridad la responsabilidad de Perozo en el brutal homicidio. Este crimen, ocurrido en una carpintería del centro de la ciudad, marcó un capítulo trágico en la historia de violencia local.
El fatídico suceso tuvo lugar en la madrugada del 12 de mayo de 2019, cuando Perozo y Restrepo se encontraban en el taller. Una discusión entre ambos se intensificó cuando la mujer se negó a entregarle el dinero exigido. Según la investigación de la Fiscalía, la negativa de Restrepo desató la furia del hombre, quien procedió a estrangularla. Lo que sucedió después del homicidio escaló aún más la brutalidad del crimen: Perozo, con la ayuda de un menor de edad, ató el cuerpo de la víctima de pies y manos y lo ocultó bajo una pila de aserrín y madera en un intento de esconder el rastro del asesinato.
La condena fue posible gracias a las pruebas presentadas por la Fiscalía, que logró demostrar de manera contundente la intención y la brutalidad con la que se cometió el delito. La sentencia de 35 años y 4 meses responde a la imputación de homicidio agravado, un delito que, según el marco legal colombiano, contempla penas severas para quienes incurren en homicidios premeditados y con agravantes. El caso involucró también la complicidad de un menor, lo que añade un componente delicado al asunto y plantea interrogantes sobre el impacto que estos crímenes tienen en la comunidad y la sociedad.
Por su parte, las autoridades reiteraron su compromiso de llevar ante la justicia a los responsables de actos violentos y mantener su empeño en proteger a los ciudadanos, enfatizando que este tipo de conductas no quedarán impunes en la ciudad. La comunidad de Medellín reaccionó con alivio ante la sentencia, pero también con inquietud respecto a los problemas de seguridad en ciertas áreas urbanas y a la creciente violencia que afecta a personas vulnerables. La historia de Paula Andrea Restrepo se suma a una serie de casos que reflejan los desafíos de seguridad y justicia en la ciudad, donde las autoridades trabajan para combatir la criminalidad y ofrecer un entorno seguro para todos los habitantes.