El 31 de octubre, la Junta Directiva del Banco de la República aplicó su octavo recorte consecutivo en la tasa de interés. La redujo 50 puntos básicos y la situó en 9,75%, algo muy importante para la economía de Colombia al volver a un solo dígito, rango en el que no se encontraba desde agosto de 2022. Los miembros de esta mostraron una oposición dividida, con cuatro directores que apoyaron el recorte de 50 puntos, mientras que tres prefirieron una reducción mayor, de 75 puntos.
Por supuesto, el movimiento refleja un enfoque medido frente a las presiones inflacionarias y cambiarias que enfrenta el país.
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Al respecto, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, lamentó este recorte al señalar que, aunque existe un consenso general sobre la necesidad de bajar las tasas, las opiniones difieren en cuanto a la magnitud.
“Se mezclaron la incertidumbre de las elecciones de Estados Unidos y el ruido generado por la discusión del Sistema General de Participaciones“, expresó Bonilla. Reconoció que el incremento en el valor del dólar en Colombia es consecuencia tanto de factores internacionales como de la situación fiscal a nivel nacional.
Y es que en los mercados, la fluctuación de la divisa estadounidense ha sido notable. Hoy, al cierre de las operaciones, el dólar terminó en $4.409,66, lo que reflejó una ligera baja de $3,8 en comparación con la Tasa Representativa del Mercado (TRM), que estaba en $4.413,46. Esta leve reducción está dentro de la tendencia general de devaluación enfrentada por la moneda nacional en las últimas semanas.
Continuas presiones cambiarias
Desde el seno de la Junta Directiva del Banco de la República se escuchan advertencias sobre las presiones cambiarias continuas. Este fenómeno puede implicar que se mantenga una política de reducción gradual de tasas para no comprometer la estabilidad de precios y del tipo de cambio. Asimismo, la entidad busca estimular la economía sin desatender los riesgos inflacionarios, más allá de las complicaciones internas y externas que podrían impactar la estabilidad económica.
Con relación a los aspectos políticos y fiscales que inciden en el entorno actual, el ministro Bonilla destacó que “en los últimos 20 días hemos encontrado una tendencia a una devaluación que está muy influenciada por la incertidumbre de las elecciones de Estados Unidos”, por lo que insistió en que este no es un fenómeno exclusivamente colombiano.
La incertidumbre política y económica local, como el debate sobre el Sistema General de Participaciones, añade presión adicional.
La estrategia del banco es prudente dado el contexto global de volatilidad en los mercados internacionales y la economía doméstica que enfrenta Colombia. De acuerdo a las directrices manifestadas, cualquier ajuste adicional en la tasa de interés se llevará a cabo con cautela para fomentar la recuperación sin desatender los posibles impactos inflacionarios.
“Muy probablemente, lo que habría que señalar, es que a esa incertidumbre en Estados Unidos, se sumó una incertidumbre en Colombia”, concluyó Bonilla.
Qué dicen los expertos
Sobre lo que pasa con el dólar, expertos aseguran que es importante señalar que gran parte del aumento en su precio en Colombia parece estar relacionado con la situación internacional. Después de la reunión de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) a finales de septiembre, aseguran que se observó una tendencia en la que el dólar se fortalece frente a muchas monedas a nivel global, no solo ante el peso colombiano. Desde entonces, el dólar como moneda general ganó, aproximadamente, un 4.5% frente al conjunto de monedas de países desarrollados, cifra que coincide con el aumento del precio del dólar en Colombia.
Según la economista principal de Scotiabank Colpatria, Jackeline Piraján, esto indica que hay una fuerte explicación internacional detrás de este fenómeno.
“¿Qué está ocurriendo? A pesar de que la Reserva Federal ha reducido las tasas de interés, ha señalado su intención de estabilizarlas en niveles altos, que no se han visto en más de 30 años. Se prevé que la tasa terminal de la FED se acerque al 3%, un escenario que los mercados no estaban del todo preparados para absorber. Desde entonces, hemos visto cómo los mercados intentan incorporar esta nueva realidad en sus precios”, precisó.
Fortalecimiento del dólar
Remarcó que cuando un banco central tiene tasas de interés superiores a lo esperado, su moneda tiende a fortalecerse. En el caso de Estados Unidos, esto llevó a un fortalecimiento del dólar. Además, la proximidad de las elecciones en ese país también genera nerviosismo en los mercados, ya que se anticipa que cualquiera de los dos candidatos (Donald Trump y Kamala Harris) podría aumentar sus necesidades de endeudamiento, lo que a su vez podría elevar las tasas de interés. Esto también influye en la fortaleza del dólar a nivel global.
“En Scotiabank atribuimos aproximadamente el 90% de la depreciación del tipo de cambio en Colombia a esta tendencia internacional, y el restante 5-10% se explica por la volatilidad y la incertidumbre en torno a las discusiones sobre política fiscal”, indicó Piraján.
Advirtió que los inversionistas a nivel internacional están nerviosos y tienden a ser cautelosos al considerar inversiones en países con un entorno incierto. “En octubre, la discusión sobre el presupuesto y la nueva iniciativa de distribución de recursos a las regiones ha contribuido a aumentar la inquietud en los mercados, lo que ha incrementado la volatilidad en Colombia”, insistió la economista principal de Scotiabank Colpatria.