En un acto realizado el viernes primero de noviembre en Pereira, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, desmintió categóricamente las acusaciones sobre un supuesto plan del ELN para influir en la salida de altos mandos del Ejército Nacional, incluyendo al general Óscar Murillo, que fue comandante de la Séptima División.
El jefe de la cartera de Defensa aseguró que no hubo presiones ni menciones por parte del grupo armado en las negociaciones de paz, y enfatizó en que las decisiones sobre la permanencia de oficiales son exclusivas de los mandos militares y el Gobierno nacional.
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.
El ministro Velásquez, durante el acto de reconocimiento a las víctimas de falsos positivos, resaltó que ni las Fuerzas Militares ni el Gobierno tomarían decisiones basadas en presiones de grupos ilegales: “No solo no hubo ninguna presión ni ninguna mención, sino que en ningún caso ni las fuerzas militares, ni el Ejército, ni el Gobierno nacional tomarán una decisión de permanencia o no de algún miembro de las fuerzas en su cargo por una presión que ejerciera ningún grupo armado ilegal”
“La promoción de oficiales dentro de las fuerzas militares es una decisión exclusiva de los mandos militares y el Gobierno nacional”, afirmó el jefe de la cartera de Defensa.
A pesar de las alertas recibidas desde 2022, no se brindó apoyo al general Murillo, que denunció ante la Fiscalía General de la Nación a alias Jerson, del ELN, y a otras personas por injuria y calumnia, debido a las “faltas a la verdad” que afectaron el cese al fuego vigente con la guerrilla.
Según información de inteligencia, el ELN habría utilizado una estrategia de desinformación para deslegitimar a la fuerza pública y presionar al Gobierno en los diálogos de paz. Se mencionó que una de las condiciones del ELN para acercamientos con el Gobierno era la salida de oficiales que lideraron operaciones en el Chocó contra el grupo armado. Esta estrategia ideológica buscaba desacreditar al general Murillo debido a los éxitos operacionales de la Fuerza de Tarea Conjunta Titán contra el frente de Guerra Occidental de esa guerrilla.
Recientemente, se produjo un cambio significativo en el Ejército con la salida de cinco brigadieres generales que no fueron promovidos, entre ellos el general Murillo, quien contaba con más de 30 años de servicio. Este movimiento ha generado especulaciones sobre las razones detrás de estas decisiones, aunque el ministro Velásquez ha reiterado que no están relacionadas con presiones externas.
ELN acusó a general Murillo de vínculos con Clan del Golfo en plan de desestabilización
A finales de octubre de 2023, en el municipio de Briceño, Antioquia, el ministro de Defensa de Colombia, Iván Velásquez, fue informado sobre un plan del Ejército de Liberación Nacional (ELN) para presionar la salida de un alto mando del Ejército Nacional. Según se reportó, la estrategia de la guerrilla incluía la creación de condiciones mediante injurias y calumnias para lograr este objetivo.
Durante un Consejo de Seguridad en Briceño, se presentó al ministro un documento que contenía acusaciones contra varios generales del Ejército. Entre los mencionados se encontraba el brigadier general Óscar Murillo, que en ese momento era el comandante de la Séptima División del Ejército, con jurisdicción en los departamentos de Antioquia y Chocó. Las acusaciones del ELN señalaban que el general Murillo tenía supuestos vínculos con los paramilitares del Clan del Golfo.
Este tipo de estrategias por parte del ELN no son nuevas, ya que la guerrilla utilizó tácticas similares en el pasado para desestabilizar y debilitar las estructuras militares en regiones donde tiene presencia. La situación en Antioquia y Chocó es particularmente compleja debido a la presencia de múltiples actores armados que buscan controlar el territorio.
El documento presentado al ministro Velásquez es parte de un contexto más amplio de tensiones y conflictos en la región, donde las fuerzas del Estado enfrentan desafíos significativos para mantener el orden y la seguridad. La influencia del Clan del Golfo y otros grupos armados ilegales complica aún más la situación, generando un entorno de inseguridad que afecta a las comunidades locales.
La revelación de este plan del ELN destacó la necesidad de una estrategia integral por parte del gobierno colombiano para abordar las causas subyacentes del conflicto armado en estas áreas. La cooperación entre las fuerzas de seguridad y las comunidades es esencial para contrarrestar la influencia de los grupos ilegales y garantizar la protección de los derechos humanos.