La relación diplomática entre Colombia y Venezuela vive un nuevo episodio de tensión, luego de que el miércoles 30 de octubre de 2024, el canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, estableciera condiciones para el reconocimiento del gobierno de Nicolás Maduro.
En un mensaje divulgado en su cuenta de X, Murillo fijó el 10 de enero de 2025 como fecha límite para que desde el régimen venezolano presente las actas de los comicios del 28 de julio de 2024, cuya legitimidad ha sido cuestionada por diversos sectores.
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“La postura del Gobierno Nacional sigue siendo clara: la presentación de las actas debe realizarse antes de que culmine el actual período presidencial, el 10 de enero de 2025. De lo contrario, como ya lo ha expresado el señor presidente Gustavo Petro, Colombia no otorgará reconocimiento a los resultados”, escribió el canciller.
La respuesta desde Venezuela no tardó en llegar, pues el canciller Yván Gil utilizó Telegram, dado que X está prohibida por el régimen venezolano, para manifestar su descontento y lanzó fuertes acusaciones contra su homólogo colombiano.
“Parece que el Canciller Murillo actuó de manera pusilánime al momento de abordar la realidad en nuestro encuentro bilateral, siempre apegado al respeto a la soberanía e independencia de Venezuela mientras repasábamos la cooperación entre ambos países. Sin embargo, ante los micrófonos de la prensa, aflora el chantaje que recibe desde la ultraderecha y de los Estados Unidos de Norteamérica, atacando por la espalda, con falsas narrativas que no es capaz de discutir frente a frente. Venezuela le responderá en su momento y se arrepentirá de la constante intromisión en nuestros asuntos internos”.
Ante las acusaciones del canciller venezolano, Murillo reafirmó la postura del Gobierno de Gustavo Petro y defendió su enfoque diplomático: “La diplomacia requiere equilibrio y respeto mutuo. La postura del presidente Gustavo Petro sigue siendo la misma desde el principio y no ha cambiado, y es guiada por principios, no por amenazas ni presiones externas. Nosotros continuaremos promoviendo la transparencia y la legitimidad democrática, siempre con un enfoque de no injerencia en los asuntos internos de otros países”, respondió Murillo en X, insistiendo en que el gobierno colombiano no cederá a las amenazas.
El intercambio de declaraciones subió aún más de tono la noche del 31 de octubre de 2024, cuando Yván Gil volvió a referirse a su contraparte colombiana, acusándola de politizar la diplomacia: “Ha convertido la diplomacia colombiana en una diplomacia de micrófono, basta de hablar de Venezuela, que desde acá podemos dar lecciones al mundo de democracia verdadera”.
Pero, el mensaje del canciller venezolano no quedó ahí, aseguró que ya no tendrán más paciencia con comentarios sobre la actualidad del país vecino, por lo que aseguró que, de mantener los comentarios sobre el régimen, Colombia lo lamentará profundamente.
“No toleramos una palabra más sobre la Patria de Bolívar, las consecuencias las lamentará profundamente, ya se lo hemos advertido. ¡Detenga ya la charlatanería confeccionada desde el norte!”.
Las elecciones del 28 de julio
El trasfondo de esta disputa tiene implicaciones más amplias, dado que la legitimidad de la victoria de Maduro en las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024 sigue siendo un tema sensible.
Por lo tanto, el Partido Comunista de Venezuela (PCV), una formación que en el pasado fue aliada del chavismo, solicitó un reconteo de votos, argumentando la falta de transparencia en el proceso electoral.
Según un comunicado emitido el martes 29 de octubre de 2024, Maribell Díaz, miembro del buró político del PCV, afirmó: “Insistimos en que hay que abrir las cajas y contar los votos, hay que mostrarle al país y al mundo de manera transparente esos resultados para generar la confianza que demandan los venezolanos”.