En medio de tensiones internas, el Partido Liberal de Colombia realiza la convención nacional en Cartagena, programada para el 31 de octubre y el 1 de noviembre.
Este evento, que ha sido pospuesto durante algunos años, se presenta como un escenario crucial para definir el futuro de la colectividad y su liderazgo, encabezado por el expresidente César Gaviria.
La convención se realiza bajo la presión del Consejo Nacional Electoral, que obligó al partido a cumplir con su obligación legal de reunirse cada dos años, imponiéndole incluso una multa por los retrasos.
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La reunión promete ser más que un simple trámite, como lo fue en 2020, último año en que se realizó y que por pandemia fue virtual.
En esta ocasión, se anticipa un debate intenso entre las diferentes facciones del partido, algunas de las cuales buscan un cambio ideológico. Las críticas hacia la gestión de Gaviria han aumentado, no solo desde las corrientes progresistas, sino también desde sectores más centristas.
Según el representante Juan Carlos Losada, la convención carece de garantías para una participación equitativa, favoreciendo a los delegados afines a Gaviria.
Esa misma postura la comparte el exministro del Interior, Luis Fernando Velasco, pues asegura que Gaviria está buscando todas las formas para atornillarse en el poder.
De hecho, se dice dentro del partido, que la convención no se había realizado desde hace varios años porque Gaviria no quería que hubiera un cambio en la autoridad liberal, lo que ha llevado a el Partido a estar cuestionablemente cerca de la derecha del país.
El reglamento de la convención ha sido objeto de desconfianza por parte de figuras, como el senador Alejandro Carlos Chacón, que cuestiona la composición de la mesa directiva, dominada por Gaviria y sus designados. Además, Chacón señala la falta de claridad en la definición del quórum necesario para las decisiones, lo que podría limitar la participación efectiva de otras voces dentro del partido.
La convención también es vista como una oportunidad para evaluar el impacto de las elecciones presidenciales de 2022, donde una facción del partido apoyó al entonces candidato Gustavo Petro, desobedeciendo la directriz de Gaviria de respaldar a Federico Gutiérrez.
Esta división interna ha llevado a algunos liberales a asumir posturas más independientes, especialmente en el Senado.
Partiendo de ese punto, el representante Losada asegura que esa división en el partido ahora es más evidente ya que tras largos “años de ‘gavirismo’ en el Partido Liberal, los miembros reclaman un cambio, es más la fuerza política de Gaviria que eran las mujeres, ellas tradicionalmente lo habían apoyado, ya no lo hacen y es porque él dejo de representar los intereses de la colectividad”.
Entre los candidatos que aspiran a liderar el partido se encuentra el exministro Luis Fernando Velasco, que busca representar a la facción progresista y desafiar el liderazgo de Gaviria. Sin embargo, Velasco ha dejado claro que él puede apartarse de esos intereses si el mismo Gaviria lo hace y permite que haya una sucesión de poder.
Otros aspirantes incluyen a Gloria Gaitán Jaramillo, hija del histórico líder Jorge Eliécer Gaitán, y el senador Alejandro Chacón. César Gaviria, Felipe Melo y Juan Felipe Namen, son los otros tres interesados.
Velasco ha expresado su intención de defender la tradición progresista del partido, aunque también ha manifestado escepticismo sobre las garantías de participación en la convención. Él y Chacón se la están jugando por obtener el liderazgo de manera individual o colectiva.
El presidente Gustavo Petro ha intervenido en el debate, criticando lo que considera un “liberalismo antiliberal” y sugiriendo la necesidad de un enfoque más auténticamente liberal en Colombia. Gaviria, por su parte, ha respondido instando a Petro a concentrarse en gobernar.
A pesar de las expectativas de cambio, las consultas informales sugieren que Gaviria podría mantener su influencia en el partido, posiblemente a través de una dirección colegiada que incluya representación de otras facciones.
La convención será una prueba para Gaviria y su liderazgo de casi 12 años, con implicaciones significativas para el futuro del partido de cara a las elecciones de 2026.
Lo anterior se alinea a las críticas que varios miembros del partido le han hecho a la agenda de la convención.
“¡Una vergüenza! Cómo será la transparencia de la Convención Nacional Liberal que ésta es la agenda oficial que nos comparten. Parece un chiste, porque no es ninguna agenda, simplemente dice la hora de entrada y la de salida pero no anuncian lo que va a suceder. Y todavía nos venden el cuento de que no se trata de una convención sastre, hecha a la medida para que el ‘gavirismo’ se eternice en la dirección del partido. ¡Que descaro!”, aseguró Losada.