Nueva captura en Colombia vincula a grupos locales con la mafia italiana: esta vez es una disidencia de las Farc con la organización ‘Ndrangheta, de Calabria

En un nuevo golpe a las mafias internacionales que han irrumpido en Colombia para operar a ‘sus anchas’ y fortalecer vínculos para el envío de droga a Europa, el jueves 31 de octubre 2004 se conoció por parte de la Fiscalía General de la Nación la captura de tres hombres que tendrían relación con una de las organizaciones criminales más importantes de Italia: la ‘Ndrangheta.

En total fueron tres personas detenidas, que son señaladas de obtener cocaína en el suroccidente del país para luego trasladarla a puertos del Caribe y así enviarla con destino a ese país.

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Según lo que informó el ente investigador, estas tres personas son señaladas de ser enlaces de la organización narcotraficante italiana.

En el comunicado que reveló la Fiscalía, se confirmó que los tres hombres fueron identificados como César Alexánder Hernández Caballero, alias el Calvo; Haroll Miranda Castaño y José William Méndez Caycedo.

De acuerdo con el material probatorio que recopilaron las autoridades, las diligencias de captura se efectuaron en Cartagena (Bolívar) y Villavicencio (Meta).

Los tres aprehendidos fueron presentados ante un juez de control de garantías por parte de un fiscal de la Dirección Especializada contra el Narcotráfico, que les imputó los delitos de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes; y concierto para delinquir. Al final de la audiencia fueron enviados a la cárcel.

Según lo que explicó el documento oficial, los tres hombres “conseguían los cargamentos de cocaína en zonas rurales de Nariño, donde presuntamente pagaban a la Segunda Marquetalia de las disidencias de las Farc para que les permitiera sacar los alijos del departamento”.

De esta forma era que los tres hombres podían mover las toneladas de estupefacientes por vía terrestre casi que desde el sur hasta el norte de Colombia. La travesía iniciaba desde el suroccidente del país y finalizaba en los puertos del Caribe colombiano.

Allí eran camuflados en contenedores que salían rumbo a Europa, y tenían como destino final al puerto de Gioia Tauro, en la provincia de Calabria (Italia).

Dentro del curso de la investigación que llevaron a cabo la Fiscalía en conjunto con la Policía Nacional, se pudo comprobar cómo era que alias El Calvo actuaba como uno de los articuladores principales. Según el ente, él tenía la tarea de viajar a España, Francia e Italia para concretar los negocios con las mafias internacionales, y en especial, con la ‘Ndrangheta.

Luigi Belvedere, un ciudadano italiano buscado por la justicia de su país, fue detenido en Medellín el 24 de octubre de 2024. La captura se realizó en el marco de un operativo internacional denominado Caronte, llevado a cabo por la Policía Nacional de Colombia en colaboración con la Agencia Antidrogas de Italia y las autoridades del Reino Unido.

Belvedere, conocido como un “narco invisible”, era requerido por la Fiscalía antimafia de Nápoles. Se le acusa de ser un enlace clave entre la Camorra (una de las organizaciones criminales italianas más temidas por sus métodos violentos) y los carteles colombianos, facilitando el tráfico de cocaína desde Sudamérica hacia Europa.

La Interpol había emitido una circular roja para su captura en 196 países, debido a su condena de 19 años por narcotráfico en Italia.

Durante su tiempo en Medellín, Belvedere se ocultaba en sectores exclusivos de la ciudad, utilizando una estrategia de alquiler de múltiples apartamentos a través de intermediarios, con valores superiores a los 10 millones de pesos colombianos. Esta táctica le permitió evadir a las autoridades por un tiempo considerable.

Para dar con el se llevó a cabo la operación Caronte, que además de permitir la captura del italiano, dejó en evidencia la red de tráfico de drogas que Belvedere coordinaba desde Colombia. La red estaba estructurada para enviar grandes volúmenes de cocaína a países como España, Alemania, Holanda e Italia.

En tanto que el 21 de octubre, es decir cuatro días antes, Gustavo Nocella, conocido como alias Ermes, fue capturado en otro operativo internacional, también en Medellín.

Este narcotraficante italiano, uno de los más buscados a nivel mundial, y quien trabajaba para Belvedere, fue detenido en un apartamento del exclusivo sector de El Poblado. La operación, denominada Minerva, fue el resultado de una colaboración entre las fuerzas de seguridad de Colombia, Italia y el Reino Unido.

La captura de Nocella se logró gracias a una notificación roja de Interpol, emitida por las autoridades antidrogas de Nápoles, Italia. En ella se explicó la presunta participación de ‘Ermes’ en una conspiración criminal para el tráfico de drogas. El operativo que llevó a su arresto comenzó hace seis meses, cuando las fuerzas de seguridad internacionales identificaron a Nocella como un enlace clave entre los clanes mafiosos italianos y la mafia sudamericana, y en especial, de la colombiana.

Nocella, de 58 años, era responsable de coordinar la logística para el envío de cocaína desde Colombia hacia Ámsterdam, utilizando buques y veleros. Luego, la droga era transportada a Nápoles en camiones de carga pesada. Esta operación internacional fue un esfuerzo conjunto que involucró a Europol, la Policía de Carabineros de Italia y autoridades del Reino Unido, quienes cruzaron información para rastrear los movimientos del capo italiano en territorio colombiano.

Por culpa de la captura de Luigi Beldevere y alias Ermes, la presencia de otros narcotraficantes europeos en el país se convirtió en una problemática que puede agravar los conflictos internos en el país. Esto debido a la producción de cocaína y las disputas entre grupos armados ilegales y bandas criminales para quedarse con el control de rutas, zonas de producción y territorio clave para que la droga pueda salir del país, con destino a Estados Unidos y, en este caso, a Europa.

Durante su estancia en Medellín, Belvedere habría actuado como enlace entre el Clan del Golfo y grupos delictivos en el sur de Italia.

A raíz de esto, el periodista Jacobo Cechiaro, radicado en Italia, le explicó a Infobae Colombia que la detención de Beldevere ha sido de gran relevancia en Europa. Cechiaro destacó que la presencia de narcotraficantes europeos en Colombia no debería sorprender, ya que en noviembre de 2023 fue capturado Massimo Gigliotti, y en los meses recientes se han detenido a otros cuatro capos italianos en el país.

La relación entre las organizaciones mafiosas de Colombia e Italia tiene una larga historia, según Cechiaro. Estas estructuras criminales han encontrado en Colombia un terreno fértil para consolidar sus rutas de envío de cocaína. La creciente actividad delictiva en el país ha atraído a capos europeos, quienes buscan articularse con sus homólogos en Medellín.

“Colombia es llamada la multinacional del narcotráfico en el mundo, superó los límites de Pablo Escobar, de la época paramilitar, el Clan del Golfo, las autodefensas, las disidencias, todas las estructuras tienen el negocio como fuente de financiamiento principal, el narcotráfico hoy, con las cifras de la ONU, demuestran que es aterrador lo que pasa en Colombia, es un registro de aumento del más del 50%. La producción de droga es altísima y puede pasar lo que pasa en Ecuador o México, donde los carteles dominan el país”, comentó el periodista.

Teniendo como contexto histórico lo anterior, Cechiaro detalló un caso concreto. “Lo que vemos es que en el Cauca hay mexicanos, de Sinaloa, de Jalisco Nueva Generación. Hay italianos en Barranquilla y Medellín, hay una triangulación con Europa, principalmente en Países Bajos. Las grandes estructuras necesitan a los capos y ellos se atreven a ir a Colombia porque están seguros, miren lo que paso con Luigi, tenía una pizzería en Cartagena, tenía apartamentos, era conocido y trabajaba tranquilo. Los capos invisibles son los colombianos, ahora los que se hacen visibles son los extranjeros”.

La captura de Beldevere se suma a una serie de detenciones que evidencian la colaboración entre mafias europeas y colombianas. Dado este fenómeno, las autoridades han tenido que intensificar sus esfuerzos para identificar y desmantelar estas redes criminales que operan a nivel internacional.

“Los narcos están ahí, han asumido un rol de invisibilidad, entienden que mostrarse es generar impacto, ahora trabajan por medio de organizaciones; compran cocaína y la exportan, pero son las bandas criminales las que operan, el microtráfico crece y eso genera la inseguridad, la extorsión, genera violencia en todo el país”, concluyó Cechiaro.