La familia del exmilitar Samuel Gaona atraviesan por un difícil momento tras enterarse del asesinato del colombiano en la ciudad de Tijuana, conocida por su alta peligrosidad. La última vez que tuvieron contacto con él fue el 3 de diciembre de 2023, poco después de su llegada al país azteca, de acuerdo con información recopilada por la Revista Semana.
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Samuel, conocido como “Samu”, fue militar y estuvo en diversas ciudades colombianas antes de sufrir un accidente que le dejó sin audición en un oído.
Esto le llevó a asumir deudas considerables en su intento por recuperar su audición, un proceso que no cubría su salario en el Ejército. Ante esta situación, pidió la baja y aceptó la oferta de un amigo que le prometió trabajo en plataformas de transporte en México. Samuel viajó en noviembre de 2023, haciendo escala en Cancún antes de llegar a Tijuana el 2 de diciembre.
Sandra Gaona, hermana de Samuel, comentó que este le expresó sus inquietudes y temores tras llegar a Tijuana. “Cachetona, esto acá es horrible, esta ciudad es horrible, es fría, es peligrosa, no nos quieren a los colombianos… siento que acá no nos quieren”, le dijo en uno de sus últimos mensajes. Sandra, preocupada, le pidió que regresara, pero Samuel seguía inquieto por el costo del pasaje de retorno.
La familia perdió contacto con él el 3 de diciembre y, en su intento de localizarlo, se comunicaron con el amigo que le había ofrecido trabajo. Este les informó que Samuel estaba detenido por la policía federal mexicana, que supuestamente había solicitado un pago de 5.000 dólares para su liberación. La familia logró enviar 1.500 dólares, pero no obtuvieron más información sobre su paradero.
Con el paso del tiempo, de acuerdo con la Revista Semana, los familiares contactaron a la Cancillería colombiana y presentaron denuncias en redes sociales, con la esperanza de recibir alguna respuesta. Les dijeron que la investigación estaba en curso y que, hasta ese momento, no había registros en el Semefo (Servicio Médico Forense) con las características de Samuel.
La tragedia se confirmó el 24 de octubre de 2024, cuando recibieron una videollamada del consulado colombiano junto a un fiscal de Baja California. En la llamada, les mostraron fotografías de un cadáver con características físicas coincidentes con las de Samuel.
Su hermana Sandra identificó un tatuaje en el brazo y algunos rasgos faciales que le resultaron familiares, confirmando así la peor noticia: Samuel había sido asesinado. Según la información proporcionada por la fiscalía mexicana, su cuerpo fue hallado cerca del aeropuerto de Tijuana, con heridas de bala en el pecho y el abdomen, y había sido recogido por el Semefo el 4 de diciembre.
Para Sandra, aún queda la incertidumbre de cómo ocurrieron los hechos y mantiene la hipótesis de que su hermano podría haber sido asesinado por la policía federal al descubrir que era exmilitar. “No estoy culpando a nadie, pero la hipótesis que tengo es que lo mató la Federal”, expresó.
Ahora, la familia Gaona enfrenta el desafío de repatriar el cuerpo de Samuel, un proceso que asciende a 40 millones de pesos, recursos con los que no cuentan.
Sandra hizo un llamado a las autoridades colombianas, en especial al presidente Petro, para que “voltee los ojos” hacia ellos y les brinde apoyo en este doloroso momento. Además, teme que, si no logran la repatriación, los restos de Samuel puedan ser desechados en México.
Sandra también recordó a Samuel como un hombre alegre y trabajador que, a pesar de las dificultades, siempre buscó maneras de ayudar a su madre y de salir adelante.